ALEXEYN [+21]

PRÓLOGO

Despierto con jaqueca la cabeza me da vueltas, lo único que cubre mi cuerpo es una sábana blanca. Lo último que recuerdo es estar bailando sobre una mesa mientras arrojó el ramo de rosas a todas mis amigas emocionada porque en pocas horas seré la mujer de Tobias, el amor de mi vida.

Finalmente recuperó la visión por completo y doy un salto de la cama cuando veo el reloj que marca las 10:00 de la mañana, en dos horas es mi boda.

Mi sorpresa aumenta cuando veo al hombre boca abajo durmiendo a mi lado completamente desnudo, no logro verle la cara solo la melena castaña y el enorme tatuaje del lobo que le cubre gran parte de la espalda.

¿Qué mierda hice? Que tenía el cóctel de anoche y cómo es que no tengo el más mínimo recuerdo después de beberlo. Lo único que tengo claro es que folle con otro hombre a pocas horas de mi matrimonio.

Salgo corriendo de la habitación del Hotel. Un taxi me lleva a casa donde los meseros y asistentes corren de aquí allá ultimando detalles para la ceremonia que será en el jardín del castillo de mi familia. Al verme y mis mejores amigas y mi madre no dejan de gritar y preguntar dónde estaba ya que solo faltan dos horas para la boda.

Avanzó por el enorme pasillo, siendo consciente de que todas las miradas están sobre mí, ya que tengo el típico perfil de la mujer ebria y desorientada, la cual se acaba de acostar con otro.

Necesito contárselo. Si después de saberlo quiere continuar con la boda estaré agradecida con la vida eternamente. Él no merece que lo lastime, Tobías es el mejor hombre que existe en el planeta, cariñoso, atento, inteligente, amoroso, amable y el más comprensivo ser del universo.

Las lágrimas no se detienen cuando recuerdo todas y cada una de las cualidades del hombre que elegí para pasar el resto de mi vida. Me parece tan absurdo el error que cometí, siento como el aire se me va a medida que llegó hasta su puerta me cuestiono unos minutos más si estoy dispuesta a aceptar perderlo ya que es lo único que me ha hecho sentir viva.

Las manos me tiemblan y siento que estoy apunto de sufrir ataque de ansiedad, pero como la adulta que considero ser, decido abrir la puerta y enfrentar mi realidad, una realidad que de por sí ya era una película de terror, la imagen frente a mi se convierte en el dolor más grande de mi vida cuando lo encuentro con el traje desordenado y la polla dentro de mi prima.

Ambos se sobresaltan cuando me ven, pero lejos de querer darme una explicación, me gritan que salga de la habitación.

Vuelvo a recorrer el pasillo por donde llegue y esta vez mis padres me están esperando junto a mis hermanos y varios invitados como si estuviera en un juzgado siendo condenada.

—Eres la más grande decepción que he tenido en la vida —grita mi padre molesto—. Jamásme imaginé que mi hija fuera una puta.

Estoy demasiado rota y demasiado confundida como para hablar, me limito a detallar el iPad que mi hermano mayor tiene en la mano, las cámaras del cuarto de hotel evidencian cómo el extraño y yo pasamos una noche juntos.

—Vete de nuestras vidas, —grita Mamá — es claro que Tobías no se casara contigo, el hombre pudo elegir a cualquiera y te eligió a ti, creyendo que era la mejor opción, se supone que eras la mejor opción. Tú has manchado el apellido de tu padre, no mereces más que el desprecio y el exilio.

El segundo de mis hermanos arroja el iPad al suelo y trata de acercarse a mí, pero no lo hace cuando mi padre pone su mano sobre su hombro. Mattia es quien más me ha mostrado su amor, pero cuando se trata de mi padre nunca ha sido capaz de enfrentarlo ni siquiera por su propia hermana, se limita a agachar la cabeza y escuchar el desprecio que los padres expresan sobre mí y como me adquieren que jamás tengo que volver a sus vidas, porque para ellos su hija murió en el momento que entró a su habitación de Hotel

Tobías aparece acompañado de la que creí ser. Una de mis mejores amigas tienen el iPhone en la mano con el vídeo del Hotel reproduciéndose, cuando creí que no existiera una persona tan cínica en la vida, mi prometido y el hombre que hasta hace unas horas creía perfecto, me termina de humillar frente a todos los invitados de la boda gritando arrepentido, está de haberme elegido y dejando claro que no soy más que una puta una maldita mujer que durmió con otro apenas a 12 horas de su matrimonio.

Salgode la que antes era mi casa, mi hogar, llorando como una idiota tropezando con el camino de piedras que me raspa las rodillas, cada vez que caigo destruida por la tormenta de sensaciones que vivido en pocas horas y llena de sufrimiento y dolor, porque mi familia decidió apoyar a otro por encima de mí.

Las palabras de mi papá se repiten en mi cabeza una y otra vez, dejándome claro que manche su apellido y que para él estoy muerta prohibiendome volver usar su propio apellido, mi apellido. Me cierra las puertas de toda Italia y dejándome a la deriva mientras consuelan desesperadamente al hombre que yo misma metí a mi familia.

Si así no se siente la muerte, no sé cómo se siente. Toda mi vida me han engañado porque cuando niña te enseñan que los príncipes son quienes te rescatan, pero en este momento me doy cuenta que eso está muy lejos de la realidad porque cuando todo tu alrededor se derrumba la única persona capaz de rescatarte eres tú misma.