La vida es Extraña (Papulince X Panafresco)

𝑷𝒓ó𝒍𝒐𝒈𝒐 𝒐 𝑷𝒊𝒍𝒐𝒕𝒐

Los vientos arrasaron las casas, muchas personas evacuaron el lugar, la tormenta cada ves se acercaba, trayendo más pánico a la ciudad.

El auto iba a toda velocidad, esquivando a otros autos y personas corriendo — ¿¡no puedes ir más rápido!? — grito un hombre con una bebe en brazos mientras lloraba y gritaba —¡eso intento! !pero las personas no ayudan!— grito el que manejaba, el miedo y la ansiedad de poder salir antes de que la tormenta llegara era inmensa — ¿la niña esta bien? — pregunto el chófer a su pareja —esta asustada— Dijo, mientras intentaba calmarla —tranquilo, pronto saldremos de aquí y estaremos a sal...— antes de poder pronunciar la última sílaba, pizóel freno, antes que un edificio cayera...

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—Domingo 12 de junio, habrá una feria de comestibles en la calle Oliden de Hugton, la feria tendrán una competencia de cocina y el ganador se llevará un gran premio...— La tele fue apagada y el reflejo había un chico con un buzo negro. El chico se levanta y estira sus brazos — ¡Papu! — grito llamado a su pareja — ¡Luis! dejá de gritar, estoy cerca, no hace falta alzar la voz así — su pareja salió del balcón —pensé que estabas afuera. Escucha me...— Luis le abrazo con fuerza —¿sabes que te quiero mucho? ¿verdad mi elfito? — dijo en un todo burlon —que trolo sos... ¿que quieres ahora? — el de lentes oscuros arquea una ceja mientras correspondía el abrazo — Agh, ya ni te puedo decir cosas lindas, sin que pienses que te quiero pedir algo >:v —  se queja poniendo la cara que su pareja le gusta ver. El de lentes se ríe al ver la expresión del otro —bueno... en ese caso yo también te quiero Luis— acaricia la espalda de Luis —no siempre voy a estar pidiendo cosas Miguel— Luis aun estaba enojado —pero igual te iba a pedir algo :v — Miguel se ríe —ya sabía, que me quieres pedir, espero que no sea ir otro boliche, la última vez casi me matas — Miguel dejó de abrazar a Luis y camino a la cocina —va a ver una feria hoy... y va a ver comida...—  la voz del cara de pactan ofrecía emocionado, como si fuera un niño de nuevo — entonces, solo quieres ir a comer...— comentó el de lentes —eso indica que no te gusta mi comida— se sentó en la silla cerca de la mesa —hay mi huevito... tus comidas no se contarán con nada en el mundo— Luis intenta evitar hacer enojar a Miguel. Aunque el otro no le contesta, Luis sigue alabando sus comidas — era una broma grasoso— Miguel se ríe —hace mucho que no me llamas grasosozzz— el de cara de pacman toma la mano de su pareja, mientras sonría dulcemente, al escuchar a Miguel llamarlo "grasoso" pudo recordar algunas partes de su adolescencia.
—si... bueno— Miguel se para y toma las llaves del auto — ¿donde queda la feria? — preguntó el de lentes, mientras que Luis rapidamente se levanta —espera, ¿enserió iremos? — Se acerca al otro, buscando una respuesta —no, iremos a ver porn0 en el auto, ¡pues si idiota!¿a donde iríamos? Después de todo, necesitamos salir— Miguel abre la puerta, y los dos salen.

En el camino, los chicos hablaban sobre lugares que querían visitar en las vacaciones y algunos días de franco, ya que ellos tenían fecha de franco, justo los mismos dias. Miguel se quejaba de que su trabajo, ya que Miguel trabaja en Ingeniería en sistemas y el trabajo que le dieron, empezaron a caer problemas. Mientras tanto Luis escuchaba. Al llegar a la feria, vieron las cuantas carpas con comida que había, Luis parecía estar emocionado, pero no por la comida — ¿porqué tanta emoción? — Miguel intentaba fanar del agarre del pacman.
La pareja recorría el lugar, las comidas por suerte estaban baratas. Llegaron a un ponto del parque donde estaban ellos solos y algunas parejas paseaban por ahí, pero la multitud estaban todos en la feria.

Se acostaron en el pasto, mientras Luis y Miguel comían lo que les había sobrado de la última tienda que visitaron —no hace tanto calor como la otra vez— Dijo Luis después de tragar —la última ves que salimos hacia calor y casi me muero en medio de la calle— Luis recordaba el momento en que le bajo la presión enseguida —no exageres, apenas saliste al patio de casa— Miguel corrigió, mientras terminaba su comida —pero casi me quedo tieso— los chicos rieron por un rato, recordaron algunos momentos graciosos de ellos y luego quedaron en silenció.
—igual... yo no te invite a este lugar solo por que lo vi en la televisión— Aclaro Luis, mientras Miguel lo miró —¿no?...—
— ¿enserió no te acuerdas? ¿No te acuerdas cuando salíamos del colegio y a veces parábamos en el parque? — Luis preguntó, mirando atentamente a su pareja, mientras que el otro pensaba —si, si lo recuerdo — aclaro Miguel — ¿donde crees que estamos ahora? — Luis señaló a un puesto de helado un poco viejo —ya veo...— Miguel tenia una pequeña sonrisa.