Capítulo 8

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El aire en el castillo era espeso y cargado de una tensión palpable

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El aire en el castillo era espeso y cargado de una tensión palpable. Las antorchas parpadeaban, arrojando sombras danzantes sobre las paredes de piedra. Avancé temblando de miedo tomando con fuerza la mano de Jungkook, caminamos por un pasillo oscuro, con el corazón martilleando en mi pecho.

Finalmente, llegamos a una gran puerta de roble tallada. Mi novio la empujó con cautela, y el chirrido de las bisagras resonó en la vasta sala. Allí, al final de la habitación, estaba el trono del Diablo. Un asiento imponente, hecho de huesos y cuernos retorcidos, bañado en una luz roja infernal.

El Diablo estaba sentado allí, su figura oscura y majestuosa. Sus ojos brillaban como brasas ardientes, y su sonrisa era más afilada que cualquier cuchilla. Intenté arrodillarme porque sentía esa necesidad en cada uno de mis huesos, era una presión aplastante de la presencia demoníaca. Pero Jungkook no permitió que lo hiciera.

—No te arrodilles —ordenó.

Sus palabras parecieron magia en mis oídos y obedecí aferrándome con fuerza a él y tratando de mantenerme de pie.

—¿Por qué te atreves a desobedecerme ? —cuestionó desde su trono.

Yo no le podía ver bien el rostro a causa de la lejanía pero detrás de él apareció Jimin, el padre de Jungkook mostrando unas enormes alas negras, después me di cuenta de que de la espalda de Jungkook emergían unas alas del mismo color.

—¿Me hablas a mí? —preguntó Jungkook avanzando hacia el trono y arrastrándome con él.

—Saca a ese humano de mi presencia o lo haré yo mismo. —Se puso de pie.

Y entonces cuando estuvimos cerca del trono pude verlo. Era hermoso, su piel tan pálida y blanca como la nieve, unos ojos rojos invadidos de poder pero no tenía alas, tampoco cola o cuernos. Parecía un humano, uno muy atractivo. En ese momento comprendí la belleza de Jungkook, ambos padres eran hermosos.

—No voy a separarme de Taehyung.

—Yoongi, no me dejaste explicarte lo que está sucediendo... —murmuró Jimin.

—Por supuesto que sé lo que está sucediendo. ¿Crees que pueden ocultarle algo al rey del infierno? —Su mirada se posó en mi vientre—. Supongo que te sirvió la frutilla élfica para emprender el viaje, ahora aprovecha que todavía la tienes en tu sistema y sal de aquí.

—¿Tú sabes acerca de Tae? —preguntó Jimin.

—Me dijeron los elfos. —Bajó las escaleras caminando hacia nosotros—. Tuve que fingir que ya lo sabía, tuve que fingir que mi familia no me guardaba secretos.

—Quería decírtelo yo mismo —dijo Jungkook.

—Suéltale la mano al humano, es una orden.

—No voy a hacerlo.

—¿No? —El diablo me tomó del antebrazo con fuerza.

—No. —Jungkook apretó mis dedos de la misma manera y yo hice una mueca de dolor tratando de contenerme para no gritar.

Mi humano favorito| Terminado KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora