Decisiones en la Encrucijada

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"Entre los susurros de los dioses, el destino de Joans se entretejía con hilos invisibles, mientras el Olimpo observaba en silencio, esperando el desenlace de una historia entrelazada con los mitos eternos."


En el silencio cargado de expectación, cada latido del corazón de Joans parecía resonar en la habitación, mientras las miradas expectantes de Bell y Hannah lo envolvían, esperando las palabras que cambiarían el curso de sus destinos.

-Ya di lo que tengas que decir Bell -Dijo nervioso.

-No se como decirte.

Joans frunció el ceño, detectando la gravedad en la voz de Bell.

 -¿Qué pasa? ¿Todo está bien?- Hablo Hanna.

-No exactamente, Joans. Creo que es mejor que te sientes. Esto podría ser difícil de escuchar.

Joans asintió, sintiendo un nudo en el estómago mientras se sentaba en el sofá, mirando a Bell con atención.

-Bueno, ¿qué pasa? -preguntó, su tono lleno de ansiedad.

Bell respiró hondo antes de continuar. 

-Estuve hablando con tu vecino , y me contó algo que me dejó bastante preocupada.

-¿Sobre qué?- Pregunto Hanna.

-¿Qué fue? -Joans se inclinó hacia adelante, esperando ansiosamente escuchar lo que Bell tenía que decir.

-Bueno, resulta que Jezebel y Han están investigando nuevamente sobre ti. Están tratando de descubrir más sobre ti  -dijo Bell, observando la reacción de Joans atentamente.

Joans se quedó sin habla por un momento, sorprendido por la noticia. 

-¿Investigando sobre Joans? ¿Por qué?¿Quién son ellos? ¿Te conocen?-Dijo Hanna ligeramente molesta.

-Bueno, según tu vecino, están preocupados por ti. Quieren entender lo que te está sucediendo y ayudarte de alguna manera -explicó Bell, su expresión preocupada.

Joans frunció el ceño, sintiéndose incómodo con la idea de que Jezebel y Han estuvieran metiéndose en sus asuntos personales.

 -¿Pero por que esta tan obsesionada conmigo esa chica?

-¿Quién son ellos? Los pondre en su lugar.- Hablo Hanna ya molesta.

-Hanna no, no hay que complicar esto -Le dijo Bell seria.

-Bueno continuando , tu vecino me conto que Han incluso intentó entrar a tu habitación -respondió Bell, mirando a Joans con cautela.

Joans se puso rígido, una sensación de invasión invadiendo sus pensamientos.

 -¿Intentó entrar a mi habitación? ¿Cuándo fue esto?

-Ayer por la tarde, mientras tú estabas fuera -contestó Bell, notando la creciente tensión en la expresión de Joans.

Joans se pasó una mano por el cabello, sintiéndose frustrado y molesto por la intromisión de Jezebel y Han en su vida privada.  

-Esto es demasiado. No puedo creer que estén haciendo esto, pense que les habia quedado claro aquella noche pero veo que no.

-Bueno, Joans, creo que ellos te conocen ¿no? -dijo Bell con suavidad, intentando calmar a su amigo.

Joans suspiró, sintiéndose abrumado por la situación.

 -No Bell, ¿De donde demonios me pueden conocer?, no logro entender el por que estan tan metidos en saber de mi, más esa chica.

-Bueno, solo quería informarte, Joans. Creo que deberías hablar con ellos directamente sobre esto -aconsejó Bell, poniéndose de pie y preparándose para irse.

Ecos de un Amor PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora