Isla:
—Izan, ¿qué...? —no terminé la frase por que unas manos fuertes y ásperas se apoderaron de mi garganta.
Pataleé y lo arañé de la cara y de sus brazos en un vano intento por detenerlo, pero solo lo enfurecí más.
—¡Muere perra, muérete, sólo así me podré liberar de todo el daño que nos hiciste!
Me sentí mareada, la respiración se me escapaba de los pulmones y mis esfuerzos por alejarlo me debilitaban cada segundo.
Mi teléfono comenzó a vibrar con el tono de nuestra canción (Perfect de Ed Sheeran), y fue ahí que su mirada oscura volvió a su tono normal; ese hermoso ámbar que tanto amaba. Soltó mi cuello y miró sus manos aterrado de ver lo que me estaba haciendo.
Comencé a toser excesivamente y me levanté de la cama como pude, en cuanto él se apartó de encima de mí y con suplicio inhalé para volver a llenarme del vital oxígeno y comencé a respirar con fuerza.
—Isla, nena, perdóname, no fue mi intención —se paró a mi lado y se hincó, abrazándome las piernas —. Tuve un mal sueño y por eso reaccioné de esa manera, yo nunca te haría daño mi amor, créeme.
Dejé de toser, mi respiración volvió a regularizarse luego de unos minutos y aunque aún estaba muy agitada, le acaricié la cabeza y me hinqué a su lado.
—Estoy bien, tranquilo, no pasa nada —tosí un poco, la garganta me ardía cuando hablé —, ya no llores. Sé que nunca me harías daño a propósito.
—Pude haberte matado, nena. —sollozó con la voz rota —. Pude haberte matado.
—Pero no pasó, mírame, aquí estoy y no te dejaré. Estamos juntos en este proceso.
Abrió los ojos y me detalló con profundidad.
—Esto no va ha funcionar, apenas llevamos un día viviendo juntos y mira lo que te he hecho —cerró los ojos y apoyó su frente en el valle de mis pechos —. Te mereces algo mejor que esto. Nos precipitamos.
Lo tomé de las mejillas y lo hice mirarme.
—Lo mejor eres tú, y lo sabes. Te amo y eso nunca cambiará. Juntos nos rehabilitaremos y curaremos esas heridas internas. —pegué mi frente sobre la de él, sin soltar sus mejillas y suspiré con tristeza.
—¿Y si no funciona?
—Funcionará, por que vamos a hacer que perdure, en las buenas y en las malas, amor, recuérdalo —lo besé castamente y me levanté, fui a la mesita de noche, tomé el medicamento que nos tocaba a ambos y llevé el vaso de agua —. Toma, nos toca la píldora, por eso sonó la alarma de mi teléfono.
Izan la tomó sin chistar y yo junto a él.
—Esa canción me regresó a ti y evitó que pasará una tragedia. —susurró luego de haberse tragado la pastilla.
—No te preocupes, todo va a estar bien.
—¿Y si vuelve a pasar?
—No sucederá. —afirmé convincente, aunque no tuviera predicho lo que pasaría después.
—Te amo.
A la mañana siguiente Izan ya se había levantado, no estaba en la cama y lo encontré el la ducha. Suspiré al ver la venda tirada sobre el retrete aún con manchas de sangre, por lo de la herida que él mismo se causó.
Fui a preparar el desayuno, estaba cantando y bailando, cuando unas manos gruesas y tatuadas se enredaron en mi abdomen y sentí su cuerpo fibroso pegado al mío.
ESTÁS LEYENDO
Limerencia +21 © [Bilogia Obsesiones] #PGP2024 | Completa ✔
Random(BORRADOR) Libro 1 de la bilogia obsesiones. DARK ROMANCE +21 Nueva Versión 2024. (Se va de wattpad el 1 de enero de 2025) Isla White, siempre ha vivido «en una caja de cristal», siendo una adolescente inexperta pronto conocerá al chico que despert...