La silla era algo baja así que le costó sentarse, apoyo todo su peso en el bastón, y cayó de golpe aquello lo hizo cuestionar ¿como se levantaría de ahí más tarde? decidió dejar esa respuesta para luego ¿claro si es que la tenia?
-te ofrecería mi ayuda pero como ya lo dijiste antes no la necesitas - dijo ella al ver de reojo aquel espectáculo tan bochornoso
-pues me resulta deprimente necesitas ayuda para realizar algo tan sencillo como sentarme -
Anastasia lo miro por un instante, incrédula de los alcances de su enorme ego, luego volvió a concentrarse en su portátil
-hace una bonita mañana - exclamó el intentando de nueva cuenta un acercamiento más amable, pues parecía estar ya muy oxidado en esos comportamientos
-la tranquilidad después de la tormenta decia mi padre - christian asintió, Anastasia aun mantenía la vista en el teclado, no eran ni las 6:00 am y Ya estaba bañada y vestida para un día más de trabajo en el resort
-Yo... yo quería hablar contigo Anastasia
-¿Anastasia? Creí que ese tuteo solo se da en la privacidad de nuestro cuarto y no en otras áreas de el lugar - aquello lo dijo sin dejar de teclar en el computador, algo que le pareció fácinante a christian pues el no podía hacer más de dos cosas a la vez, no si las quería bien hechas
-te debo una disculpa por lo de ayer
-pues sabes si, si me la debes
-¿podrías dejar de trabajar por un momento y mirarme? - Anastasia tecleo unas cuantas veces más, respiro profundo y cerró la portátil, se giro para mirarlo, christian deseo que no lo hubiera hecho, ahora unos maravillosos ojos azules lo miraban con incredulidad, aquello lo hizo sentirse desnudo
-lo siento... siento mucho la forma en la que me comporte, todo lo que dije, fue inapropiado y fuera de lugar
-disculpas aceptadas
-a demás dejaste tu cinturón en el suelo, por cierto - ambos sonrieron con más amabilidad - hemos comenzado mal, el hecho de que yo llegara antes de tiempo, no sabía que tendría tantas repercusión
-¿te puedo hacer una pregunta? - dijo Anastasia después de un instante
-¿claro?
-¿acaso leíste alguno de los correos electrónicos que llevo enviandote desde hace algunos años - christian quería mentir, pero sentía, sabía que ella no se lo merecía
-no, mire algunos pero no los leía
-entonces cuando dabas tu autorización a las ideas que te enviaba, las reformas y todo eso ¿lo hacías a ciegas?
-la verdad es que desde que tomé el cargo de ceo de la constructora no eh tenido tiempo de más nada, a demás este lugar me conflictua un poco... mucho en realidad
-yo también trabajo incluso los fines de semana, mañana, tarde y noche
-se que debería haberlos leído - admite christian - pero confiaba en tu buen juicio es un punto de confianza ciega... es bueno ¿no?
-no, ¿confianza? tu no me conocías aun ¿como podrías haberme tenido confianza?
-conoci a tu padre, phill... el era uno de los mejores seres humanos que eh conocido, no podías ser tu diferente, no si habías sido enseñada por el, phill era un hombre cabal y jamás mentía, jamás se quedaba con nada que no le perteneciera, no sólo cosas, si no, también concejos, palabras, era muy sabio, creo que la única que vez en la que el se deba el lujo de fallar era cuando me dejaba ganar en el ajedrez - Anastasia sonrió llena de emoción y pudo notar que los ojos de christian estaban llenos de lágrimas, pero aquellas no salían con tanta facilidad
- gracias por eso, por recordarlo así
-también se que te graduaste en oxford, también yo me gradue ahí
-si el señor Theodore grey dejó un fideicomiso para mis estudios, siempre se lo agradeceré por eso amo tanto este lugar, me ha dado demasiado
-ahí lo tienes, de ahí nació la confianza aun sin conocerte personalmente,a demás graduarse en oxford con honores es cosa seria
- si, y ahí también conocí el amor
-¿así?
-si ahí conoci a mi prometido Damian
-¿estas comprometida? - exclamó Christian sorprendido, y desagradablemente a juzgar por el nudo en el estómago que se el había formado