Las deciciones del Señor Jeon se ven afectadas por la imprudencia del joven Kim cuando una tarde por casualidad este decide coquetearle descaradamente.
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Nubes.
Una vez más, un suspiro tembloroso viajo por el aire, a Taehyung se le olvidó una vez más cerrar la ventana de su habitación, rápidamente se levantó a cerrar esta cuando sintió el frío calarle en los huesos, como su ventana se abría hacía afuera se estiró un poco para alcanzar la manija, pero su vista se distrajo pues vio a el Señor Jeon paseándose por la planta baja de su casa.
Tenía las cortinas abiertas de par en par y la curiosidad lo hizo girarse a mirar el reloj, diez y veintidós minutos, rodó los ojos en un suspiro, quería ir justamente ese día a conseguir unas cosas que olvidó, y como ahora se había despertado tarde su abuelo ya no lo llevaría. Bufó.
Regreso la mirada, curioso, en la casa de enfrente aún con su aspecto de recién despierto y la mano en la manija de la ventana, las cortinas celestes se sacudieron y tembló un poco por el aire que entró.
—¿Dónde estás? —Dijo en voz baja para si mismo — Muéstrate.
El Señor Jeon apareció poco después abriendo sus cortinas de par en par, y Taehyung deseo que hiciera lo mismo con sus ventanas para que pudiese mirarlo, pero no lo hizo.
Lo vio darse media vuelta con una toalla en el hombro y desaparecer, una vez más. —¡Ahí estás!
Taehyung pegó un brinco y se giro a mirar furioso a su abuelo, el sabía cuánto le molestaba que lo asustarán de esa manera. —¡Abuelo!
El anciano rio fuertemente y Taehyung aprovecho su distracción para mirar al frente, su mirada conectando con unos ojos curiosos y una sonrisa burlona. Oh. Sonrió. —¿No piensas ducharte? El joven Jeon viene para la comida.
—¡¿Eh?! ¡¿Y hasta ahora se te ocurre decírmelo?! —Reprocho Taehyung, quién dejó su tarea de cerrar las ventanas a la mitad cuando tomo una toalla, celeste por supuesto, y corrió al baño a tomar una ducha rápida. Antes de salir se aseguro que su abuelo no estuviese más, ni cerca. Cerró la puerta blanca de su habitación y suspiro poniéndose sus cremas.
Llevaba la toalla cubriéndole la parte inferior del cuerpo, pero para Jungkook fue igual si la llevara o no desde el otro lado de la calle, el pelinegro agradeció que las casas tuviesen distancia de lado a lado en ese pueblo, a pesar de ser pequeño las casas eran mucho más grandes.
Las ventanas eran amplias, y desde su casa podía ver casi toda la habitación de Taehyung, o al menos la parte que no incluye el piso y bancos para sentarse. El castaño estaba sentado de espaldas, sí, mostrándole esa espalda tersa desnuda mientras hacía algo que claro, no alcanzaba a distinguir.
Taehyung se puso de pie poco después al terminar con su maquillaje, se movió alrededor del cuarto con tranquilidad y al sentirse observado no tuvo más opción que voltear a la ventana que había dejado abierta.
Su presentimiento no fue incorrecto, pues al otro lado, la prominente figura del Señor Jeon hacía presencia en su campo de vista, si sus ojos no le estaban fallando estaba casi seguro que llevaba una toalla negra alrededor de la cintura a menos que al Señor Jeon le guste usar faldas —pensó, y una toalla blanca más pequeña colgando de la parte trasera de su cuello.
