Destinados

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Jungkook supo comportarse, finalmente y a su favor el celo de Taehyung pareció más el celo de un alfa, tan fuerte y tan fugaz, luego de una noche extremadamente larga y casi medio dia Taehyung volvio en si, su estado mejoró y todo lo que le quedó fue una enorme vergüenza porque recordaba cada segundo como se referia a Jungkook como su alfa.

Jungkook le permitió tomar una ducha e incluso le consiguio ropa limpia para poderse cambiar y cuidando de él lo dejo en la puerta de su casa, dándole además el dia libre y los que fueran necesarios para que recuperara un poco de confianza luego de todo lo sucedido.

Taehyung por su parte no era capaz ni siquiera de levantar el rostro para mirar al alfa, se moria de vergüenza, solo pensar que se habia tocado a si mismo en la cama de su jefe, oliendo sus prendas de vestir, cada acto era mas vergonzoso que el anterior para él, aún cuando Jungkook le dijo que no se preocupara, que todo estaba bien, él no podia dejar de maldecir su cuerpo por haberlo hecho pasar por aquello.

Jimin se encontraba en la habitación del omega esperando pacientemente a qué su mejor amigo llegara, ya estaba al tanto de la penosa situación y el solo podía esperar con una gran sonrisa en el rostro, tan divertido como solo él podria serlo, el omega esperaba los detalles de aquel celo que hacía a Taehyung querer estar bajo tierra.

—Entonces ¿Te masturbaste con la ropa de tu jefe?— dijo divertido cuando vio entrar a su mejor amigo por la puerta de la habitación.

—No te burles Jimin, no estoy de humor— respondió Taehyung amargado.

—Bien, se que no fue el mejor escenario, pero al menos él te cuidó— Taehyung se aseguró de hacerle saber a Jimin lo que había sucedido, solo buscaba apoyo moral y alguien que lo hiciera sentir mejor.

—¿Por qué de pronto mi cuerpo tiene que actuar así, Jimin?

—No lo sé Tae, pero tómalo por el lado bueno, ahora pareces más un omega.

—No le veo lo bueno a eso.

Taehyung se había acostumbrado a pasar desapercibido, a parecer un beta, empezar a ser visto como omega realmente le aterraba, pensar en tener que huir cada que entraba en celo, esconderse de los alfa que eran como trogloditas, ya no se sentía capaz de llevar una vida tranquila y eso empezaba en su trabajo ¿Cómo podía hacer bien su trabajo si su jefe era un alfa puro, que además lo había visto vivir un celo vergonzoso? No había forma de regresar a la oficina, ver a la cara a Jungkook y hacer como si nada hubiese pasado, no, el tenía la necesidad de huir de allí.

—Vamos Tae, no es tan terrible, el entendió perfectamente lo que pasaba contigo, de eso estoy seguro.

—Jimin, lo proclame mi alfa, eso no es normal, es vergonzoso, el nunca me vería como su omega.

—Bueno, Taehyung, vas a ir a la cama, vas a dormir lo mejor que puedas y mañana vas a ir a la oficina y veras que todo estará normal, confia en mi.

Jimin esperaba que realmente fuera así, conocía a su mejor amigo y si había tan solo un indicio de que Jungkook o cualquiera en la oficina lo acosaria por su naturaleza, Taehyung saldría corriendo de allí.

Por otro lado, además del celo Tae no podía dejar de pensar en su ¿Visión? ¿Sueño? ¿Premonición? El ni siquiera sabía cómo llamarle, aún así, era importante para él, le traía un mal presentimiento, le hacía sentir inseguro y de algún modo le hacía sentir angustia hacia el alfa a quien tenía por jefe.

Si bien Jungkook le había dado unos días para recuperarse de su celo y de su vergüenza, Taehyung tenía un gran sentido de la responsabilidad, fue por ello que al día siguiente se preparó muy temprano para asistir a la oficina, pero no salió de su casa sin ponerse su colonia que contenía inhibidores de olor, si su cuerpo comenzaba a actuar como el de un omega normal, entonces sería inevitable tener a su alrededor unos cuantos alfas con infulad de Don Juan queriendo ligar con él, y de solo pensarlo le daba escalofríos, no, eso no era lo que él quería, además no quería incomodar a Jungkook, tenía que trabajar con él, a su lado, tener sus hormonas esparciendose a su antojo por la oficina de su jefe no era algo negociable, simplemente no debía suceder.