So what if you can see the darkest side of me?
No one would ever change this animal I have become
Help me believe it's not the real me
Somebody help me tame this animal I have become
Help me believe it's not the real me
Somebody help me tame this animal━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
-Así que aquí es donde se esconden esas ratas... -El pelinegro que acompañaba al pelirrojo murmuró aquello con la ira fluyendo por sus venas. A su costado se encontraba un alto hombre que analizaba la situación en silencio, más una macabra sonrisa se asomó en las comisuras del pelirrojo, quien pudo notar cómo unas llaves habían sido recogidas por su presa, quien había vuelto a refugiarse rápidamente en su asqueroso nido.
-Vamos a vigilarlos. Acamparemos en un lugar alto y discreto; no hace tanto frío en este lugar, así que será más fácil para nosotros. -Al terminar de decir aquello, el alto se colocó de pie junto a aquellos dos que no le pasaban del hombro.
-¿Iremos por los tres? -TaeYong preguntó con un deje de desinterés en su voz mientras se cruzaba de brazos.
-No, iremos por el más débil, y lo harás tú. -Johnny respondió con una sonrisa mientras de la mochila que cargaba Yuta sacaba unas pinzas; no tenían muchas cosas, pero sabía que aquel pelirojo sabría utilizarlas sabiamente.
-Tienen un auto, lo mejor sería averiar todos los que estén cerca de aquí. -El pelinegro continuó recitando aquello mientras le entregaba al coreano aquel artefacto-. Hazlos pagar, hermano mío.
Las sonrisas de aquellos tres eran macabras y retorcidas para cualquiera que los viera, pero para ellos eran simples sonrisas cómplices como aquellas de cuando pequeños niños hacían travesuras.
El día transcurrió con calma y sin ningún otro desafortunado descenso. La noche cayó y con ello el cazador de rojo observaba las desoladas calles que lo rodeaban hasta que un fuerte golpe proveniente del edificio frente a él captó su atención. De el salía un nervioso YangYang que murmuraba cosas sin sentido al oído del coreano, quien pudo prestar mayor atención desde su lugar, logrando observar cómo el extranjero se abrazaba a sí mismo con nerviosismo y pánico.
-Al parecer, tu adrenalina ya no está, hijo de puta. -La pulcra sonrisa de TaeYong se ocultó en la oscuridad de la noche mientras prestaba atención a cómo el eslabón más débil se derrumbaba ante sus ojos.
-Mierda, mierda, ¿qué hemos hecho? ¿En qué momento me volví un puto fugitivo pero peor aún, en un asesino? Me convertí en un animal, un monstruo horrible. -YangYang murmuraba aquello con una voz inestable que a la vez era acompañada por su errática respiración. No estaba bien, lo sabía, su mente comenzó a estar en su contra desde que la tarde comenzó a caer. Había intimidado a un gran amigo de la universidad, había asesinado a otro y había aceptado huir con los verdugos de su casi hermano. ¿Qué le pasaba? Este lugar lo estaba volviendo loco y lo supo al ver su destruida imagen a través de la ventana del local más cercano: ojeras adornaban aquellos ojos tristes que alguna vez tuvieron vida, su cabello desarreglado y su piel pálida eran la respuesta que su corazón y cabeza no le daban. Sus propios novios, los hombres que juran amarlo, lo están destruyendo por sus decisiones egoístas.
YangYang pensó en huir en un momento, sus dos parejas le arrebataron la vida a una persona diferente cada uno. Eso lo aterraba. ¿Qué le aseguraba que él no sería el siguiente?
Con sus manos temblorosas, YangYang tomó las llaves del auto que les habían obsequiado. Con desesperación, comenzó a buscar, auto por auto, hasta dar con el correcto. Con rapidez, logró ingresar en él y encenderlo. Sin remordimientos, dio marcha, alejándose de aquel lugar donde descansaban sus novios y el cuerpo de SungChan, al cual Hendery solo pudo arrojar a un lado de la edificación.
Conforme avanzaba por las calles, YangYang iba cada vez más rápido. Se sentía nervioso, asustado y observado. Su presentimiento no era infundado, pues desde la oscuridad, TaeYong lo seguía con sigilo y con una sonrisa que se hacía cada vez más ancha al notar cómo sus oscuros ojos se conectaban con los cafés de su menor a través del retrovisor. El taiwanés intentó frenar al volver su vista al frente, pero una pared estaba demasiado cerca. Para su mala suerte, su auto nunca se detuvo en un rápido movimiento del menor por intentar esquivar aquella dura superficie quiso hacer uso de sus frenos sin embargo estos nunca reaccionaron hasta que logró golpear varias edificaciones hasta estamparse contra la dura corteza del gran arbol que adornaba el centro de aquella simulada ciudad.
TaeYong rápidamente corrió hacia la escena del accidente, donde pudo observar desde una distancia prudente. Como la sangre manchaba cada parte de YangYang, quien lo veía con lágrimas en los ojos, y el arrepentimiento era palpable en su rostro, el cual suplicaba un perdón. Pero era demasiado tarde. YangYang cerró los ojos y dejó caer su cabeza sin cuidado sobre el volante. YangYang había pagado por una muerte que no había cometido y pagaría por otra dondequiera que fuese.
- Pequeño YangYang, debiste parar a tiempo. Ahora es demasiado tarde.
Nombre: Liu YangYang
Edad: 21 años.
Sexo: Masculino.
Causa de muerte: Accidente de tráfico (Accidente de muerte súbita, traumatismo craneoencefálico de alto impacto).
Culpable: Lee TaeYong.El estruendoso ruido despertó y alertó a más de uno en la ciudad, pero sobre todo alertó a dos jóvenes extranjeros que notaron la ausencia de uno de los suyos. Rápidamente se levantaron y salieron del lugar que los resguardaba al notar cómo una candente llama se alzaba a tan solo unas cuadras de ellos. Rápidamente corrieron hacia el lugar, notando cómo una estética figura negra les daba la espalda. Las dudas de quién podría ser se desvanecieron al notar la roja cabellera que se mezclaba perfectamente con el fuego ardiente frente a ellos. La persona frente a ellos los miró por encima de su hombro. -Lee TaeYong, felicidades, has obtenido un punto, buen trabajo. - Al escuchar aquello, el coreano solo pudo sonreírles sádicamente a aquellos dos.
- Pobre YangYang, su amor era su peor enemigo y su corazón su inquebrantable jaula.
Adrenalina. ¿Cuándo se activa?
Cuando nuestro cerebro recibe un estímulo para activar nuestro cuerpo (deseo de hacer deporte, huir de un agresor, defendernos en una situación de riesgo, un golpe emocional) se "da la orden" a las glándulas suprarrenales de liberar adrenalina a la sangre.Psicosis reactiva breve
Se desencadena por estrés extremo, como un accidente traumático o la pérdida de un ser querido, y va seguida de un retorno a un nivel previo de desempeño. La persona puede o no ser consciente del comportamiento extraño.Culpa en el duelo
Puede tener consecuencias significativas en la salud emocional y mental de una persona.En este momento, es crucial que reflexiones sobre tus acciones y consideres tu posición. Te insto a que reconsideres tu comportamiento y tomes medidas para mejorar tu vida. Recuerda que tienes el control de tu propio destino y que debes tomar decisiones responsables para evitar consecuencias negativas.
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ㅤㅤㅤⁿᵉᵒ. : ( playground ) ㅤ survival ༐ 🆘
Mistério / Suspense¿Realmente crees conocer a tus amigos y quienes te rodean? Ven, te invito a leer esta historia donde mencionaremos y escarbaremos en tu mente para averiguar si alguno de tus cercanos posee alguna de estas características. Ven y únete a nosotros. ...