recuerdos

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Sofia

Me levanto de la cama como puedo, me visto con ropa deportiva y me pongo mis zapatos de correr, me coloco mis cascos y le doy play a mi playlist. Cuando cierro la puerta de mi casa corro, corro como si atrás estuviera un criminal apunto de atacarme, como si corriendo le daría la solución a mis problemas, como si corriendo todo volvería a ser lo mismo, como si no pronto mi vida sería un efímero recuerdo que cada vez que me acuerde me vendrá una enorme sonrisa a la cara al recordar estos años, porque sí, soy de esas personas que pueden decir con la boca llena que tiene una vida soñada. Tengo las mejores amigas del mundo, mi novio es el capitán del equipo de baloncesto, estudio en esos instituto que salen en las pelis, soy del grupo de las populares, mi padre es un apoyo fundamental, mis veranos los paso viajando con mis amigas o mi padre y cuando estoy en Miami  los domingos hago barbacoa con mis vecinos de mi urbanización privada, que si, son de esas que son más de 100 mansiones con visitas al mar de california y piscina privada que desde fuera la gente critica ya que a sus ojos somos unos pijos pero no, simples prejuicios, somos como una familia.

Pero todo se acaba, no estaré tardes y tardes con las chicas buscando vestidos de graduación ni podre ser coronada reina del baile junto a mi novio, dejare de andar por los pasillos de mi instituto donde todos me consideran una semidiosa baja del cielo, hoy le diré adiós a mi popularidad y no, no es lo que más me preocupa pero quieras o no, le coges el gusto a saber que todos te adoran, bueno, una gran parte.

Pero como digo todo hoy, es decir, en unas horas se acaba.

Me apoyo en una piedra que hay cerca en la orilla jadeando, seguramente este roja, pero no me importa, no puedo para de pensar en todo lo que se me viene encima, joder parece que mi via de escape esta vez no funciona, el móvil me vibra y miro a ver que es, efectivamente es mi amiga Vanessa *Tía vamos las 3 a por café, ven, queremos despedirnos (No me he echado rímel porque no quiero ser un panda nada más verte) además tenemos que enseñarte algo urgente*. Vanessa es una de mis mejores amigas, solo de pensar que no voy a verla casi diariamente me entran ganas de no montarme en ese asqueroso avión, bueno ni que tuviera ganas desde antes.

Vuelvo a casa para darme una ducha lo más rápido que puedo ya que esa advertencia es que hay chisme, pelea o mal de amores, o una mezcla de todo. Todo está manga por hombro con el tema de la mudanza y eso que solo nos llevamos los objetos y ropa, los muebles se quedan aquí y me temo que muchos recuerdos, como esas pintadas en la pared que iban subiendo de altura a la vez que yo crecía o cuando jugaba con papa a esconderme y al final siempre salía aburrida porque él se escondía para darme un susto los cuales también se despiden lentamente de nosotros. Siempre estuvimos él y yo, contra el mundo, contra todo, y éramos felices, o eso creía yo.

Cuando mamamurió papa y yo nos quedamos abandonados, sobre todo el, y yo con apenas 6 añosme di cuenta que no andaba bien, nunca me lo dijo, pero yo lo sabía, se volcóen el trabajo y en mí, todavía recuerdo los primeros meses cuando la casaestaba en silencio, sin mama bailando o cantando por todos lados, sonriéndome,haciéndome reír. Han pasados 11 años desde que murió y no, no me acuerdo de suvoz, ni de cómo olía pero si físicamente, de hecho, somos muy parecidas, 1.70, ojos verdes, pelo castaño pero reflejos rubios, nos bailan por la cara diversas pecas ( que papa siempre recalca que son muy tiernas) y he sacado sus curvas de modelo, si era modelo. Pero si he de decir que gracias a papa tengo las pestañas largas, los labios gorditos y los pómulos levemente marcados( gracias papi).

Después de bañarme voy a mi vestidor y voy a la parte de básicos ya que no tengo ganas de arreglarme así que opto por unos pantalones vaqueros cortos azul oscuros y un top naranja de un tirante si y otro no, paso rápido por la zona de calzado y me pongo unas zapatillas blancas con el símbolo nike bajas, a la hora del maquillaje opto por un poco de corrector en las ojeras, me pongo las lentillas para permitirme ver algo y antes de salir me hago una coleta y bajo rápido de la casa, donde en la entrada me encuentro con mi padre y los vecinos lamentándose por nuestra ida y mi padre, como no, quitándole peso al asunto como si para el cambiarse de ciudad por amor de meses sea normal y llevarse la vida de su hija, ósea, la mía por delante si hace falta, en fin, saludo con una sonrisa agradable a los vecinos y le informo a mi padre a donde voy consiguiendo como respuesta un vale.

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⏰ Última actualización: Apr 04 ⏰

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