Capítulo XXIV: ¿Qué Es Nueva Orleans?

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[L y n n]

Era demasiado para mí, oh por supuesto que lo era, digo, ¿Qué iba a hacer una pobre niña bien en un mundo totalmente desconocido?

Morir.

Sí, esa era la respuesta, pero no sólo para mí, para todos, ¡Porque éramos unos siete estúpidos que se habían dejado llevar a la nada por una anciana loca!

Theodore estaba parado a mi lado, habían muchos, muchos árboles, con frutos que no había visto antes en Archenlad; todos quedamos perplejos. Observábamos nuestro alrededor como si fuera una mina de oro, no teníamos ni idea de en dónde estábamos, pero era bellísimo.

Al mirar abajo sólo vi que estábamos sobre una roca. Giré de forma inconsciente hacía atrás, para sólo encontrarme con más árboles.

El portal había desaparecido; Quizás sólo se podía activar desde el otro lado, quién sabe. Astrid saltó y mi corazón se aceleró, pero al pisar el mundo nuevo vi que estaba bien; Jane la siguió, y luego Aarón, y Alice a éste, y pronto todos estaban en el suelo, menos yo.

Theodore abrió sus brazos hacía mí, como haría como un bebé; me sentí tonta, pero luego pensé que quizás no era tan malo. 

El suelo se parecía bastante al de Archenland, pero el de allá era más brillante y verde; el de ese bosque era más oscuro y parecía húmedo. También había una especie de cosa que al rozarla se esparcía por el aire, era muy extraño, pero se veía seguro.

Cerré los ojos y salté con precaución hasta caer en una cosa verde y resbalosa que rasguñaba un poco mis pies debido a las zapatillas que cargaba puestas. Theodore me sostuvo por la cintura para no caerme y me dio un cálido beso, realmente lo necesitaba. 

Nos quedamos allí parados, observando el paisaje, habían muchos frutos diferentes, y algunos pequeños animales que pasaban de vez en cuando por los árboles, escondiéndose ante nuestra presencia.

─Animales mundanos. ─murmuró Ted.

─¿Saben lo que eso significa verdad? ─dijo Aarón, asentimos, tragué saliva.

Lo entendí, debíamos estar en uno de los tantos lugares mundanos, habían cientos, por lo que podía recordar de lo poco que sabíamos sobre este nuevo mundo. 

Lo habíamos confirmado, ya no estábamos en Archenlad, ya no estábamos si quiera cerca de allí. 

Tenía miedo, oh, por supuesto que tenía miedo, ¿Qué digo miedo? ¡Estaba aterrada!, pero no iba a dejar que el miedo me venciera, por una vez en la vida, iba a ser valiente. Ted se aferró a mi mano con firmeza, mientras simplemente veíamos con qué nos íbamos a encontrar. Después de unos minutos de asimilarlo todo, Aarón abrió su bocota.

─Debemos movernos. ─dijo, como queriendo tomar el papel del líder. Asentimos y me giré hacía mis espaldas, pero lo único que vi fueron más y más árboles, ya no había ni rastro del portal.

Comenzamos a caminar en la dirección que creímos más conveniente, pero estoy segura de que ninguno sabía qué estábamos haciendo o si ese camino nos llevaría a algún lugar. A medida que avanzábamos, se podían ver más y más animales mundanos los cuales parecían amigables; sonreía cada vez que uno se me acercaba.

Fuimos subiendo el ritmo cada vez más, hasta el punto en que estaba tan agotada que Theodore se convirtió en oso para llevarme sobre sí. una de las muchas ventajas de tener un lindo chico mitad oso contigo. Todos estábamos exhaustos, pero todo ese viaje valió la pena.

Muchas horas después, cuando ya era de noche, vimos una pequeña civilización, desde donde estábamos parecía una ciudad, y mientras más nos acercábamos, más grande parecía. 

El suelo cambiaba a cada paso que dábamos, dejando de ser pasto, para convertirse en una especie de cemento extraño, que usualmente no encontrabas en Archenland. Algunas personas nos vieron y sonrieron.

─Mundanos ─susurró Alice con aparente euforia, ella siempre había querido conocer uno, al igual que yo.

─¡Hey! ¿Pueden ayudarnos un momento? ─Gritó Theodore hacia los mundanos, quienes sonrieron nuevamente hacia nosotros; nos sobresaltamos un poco, pero sonreímos de igual manera.

Cuándo ya estábamos cerca, ellos comenzaron a acercarse. Físicamente eran como nosotros; De hecho, nos habían enseñado que las pocas diferencias de nosotros y los mundanos eran los poderes, los cuales, por cierto, debíamos ocultar delante de ellos. Le pasé rápidamente a Freckles y a Gatobuhín a Alice para que los guardara, puesto que ellos tampoco pertenecían allí, según lo que me había contado Ted, habían gatos, y búhos, pero no gatobúhos; extraño, lo sé.

─Hola, ¿Cómo están? ─saludó el primero mientras nos estrechaba su mano, hablaban nuestro idioma, eso era bueno.

─Ehm... bien ─sonrió As con voz tímida

─Me alegro, ahora, ¿Qué necesitan?, ustedes parecen nuevos por aquí. ─siguió.

─...Sólo venimos de... ¡Dinamarca!, sí, eso Dinamarca...─dijo Ted, notablemente asustado.

─ ¿Dinamarca? ─susurré, asintió.

─Oh, genial, turistas, nos agradan los turistas..., me llamo Jacob ─se presentó.

─Somos Lynn, Theodore, Alice, Aarón, Astrid, Arthur, Lehia, y yo, Jane ─dijo ésta mientras lanzaba una seña al aire.

─Bien, nosotros somos una pequeña comunidad de aquí cerca del bosque, me alegra que hayan venido ─sonrió─. Bueno... ¿Qué necesitan?

─¿Nos puede decir en dónde estamos?, es que hemos venido de.... viaje por.... aquí, y nos hemos perdido. ─siguió Theodore, cada vez sostenía mi mano con más fuerza, yo no entendía la mitad de las cosas que decía, sólo pensaba si eso era realmente bueno.

─Oh sí, nos ha pasado, están en Nueva Orleans...., ¡Bienvenidos! ─dijo con aparente felicidad.

─Disculpe.... pero, ¿Qué es Nueva Orleans? ─pregunté, intentando sonreír con amabilidad mientras me escondía un poco detrás de Ted.

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Hola! Nuevo Cap, y debo decir que sorry :c por no subirlo ayer que creo que era cuándo tocaba pero bueh, es que se me borró y lo tuve que escribir dos veces. Aún así aquí lo tienen y espero lo hayamos podido compensar con nuestro súper xool extra, y que sepan que realmente somos así al planear los caps :P

Y bueno eso, los queremos mushito! y sí, ahora escribiré mis notitas con cursiva porque es más bonis :D espero les guste

Bye!

Thx

-Locks

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