Capítulo 18- Coraline

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El incesante tic tac del reloj de pared de la biblioteca hizo resoplar a Jungkook, ganándose una mirada de desaprobación por parte de las personas que le rodeaban. Mientras que para otros aquel sonido quedaba pronto olvidado al fondo de sus cabezas al concentrarse en sus ocupaciones, para Jungkook era un constante recordatorio de que el tiempo pasaba. Y con cada segundo que pasaba, no estaba más cerca de entender aquella asignatura llena de fechas inconexas y nombres impronunciables sin sentido para él. Derrotado, levantó la vista y sus ojos se iluminaron al ver quién aparecía por la puerta.

Levantándose brevemente del asiento, saludó efusivamente con la mano a su príncipe y a sus dos amigos para llamar su atención. Fue Hoseok quien le vio primero y avisó con un pequeño codazo a Taehyung, quien le buscó con la mirada mientras fruncía el ceño para enfocar mejor, relajando el rostro al verle para regalarle una preciosa sonrisa, correteando por el suelo enmoquetado hasta llegar a él.

—      Kook, ¿qué haces aquí?— preguntó Taehyung, dejándose caer en el asiento libre frente a él.

—      Hacer ganchillo.

—      Idiota.

—      Eres tú quien me ha hecho una pregunta absurda. ¿Qué voy a hacer en la biblioteca? Pues estudiar, como me imagino que vais a hacer vosotros— respondió Jungkook, poniendo los ojos en blanco con una sonrisa.

En ese momento, Jimin y Hoseok llegaron hasta ellos, y se sentaron en otros dos asientos libres, saludando a Jungkook con una sonrisa antes de sacar el material que utilizarían.

—      Veo que estás con historia de la música... ¿Cómo lo llevas? — preguntó Taehyung con cara de preocupación.

—      Fatal, como siempre...— dijo Jungkook.

—      ¿Quieres que te ayude?

—      ¿De verdad que me ayudarás como las últimas veces?

—      ¡Por supuesto! Será un placer— respondió Taehyung, sin darse cuenta de que con ello estaba confesando más de lo que quería.

—      Así que, ¿admites que los misteriosos apuntes con mi nombre que aparecieron sobre mi mesa antes del segundo examen eran tuyos? — dijo Jungkook con una sonrisa de autosuficiencia.

—      ¿Qué? ¡No! Yo...— titubeó Taehyung.

—      Sé que fuiste tú, puedes dejar de disimular— respondió Jungkook, riéndose.

—     Lo siento, sé que me odiabas en ese momento, pero supe que tenías el examen...y sé lo mucho que te cuesta esa asignatura, yo solo quise...— empezó a excusarse Taehyung, cabizbajo.

—      Eh, hyung, está todo bien, ¿vale? En su momento me enfadé, pero luego me di cuenta de que lo que me dolía era el orgullo, porque odiaba tener que reconocer que eras altruista y generoso.

—      No fue nada, tampoco vayas a pensar que...

—      No estropees este momento, solo cállate y acepta mi agradecimiento.

—      ¡Eh, no me mandes callar!

Jungkook se empezó a reír al ver el ceño fruncido de Taehyung, sin poder evitar pensar lo tierno que le parecía cuando estaba enfurruñado por una tontería, mientras que Jimin y Hoseok compartían una mirada de complicidad al ver la discusión amistosa entre ellos. Era absolutamente absurdo cómo Taehyung no podía ver que Jungkook solo tenía ojos para él. Pero, tras el cambio de actitud del violinista y observando el acercamiento que habían experimentado aquellos dos tontos enamorados con el paso de las semanas, sus amigos cada vez estaban más esperanzados de que el momento en el que empezasen a tener algo más estaba cada día más cerca.

Entre notas [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora