Velocidad

1.3K 122 8
                                    

Vamos por la carretera sin rumbo alguno, sólo dejándonos llevar por las líneas blancas marcadas en medio del asfalto. A toda marcha en mi Ford Thunderbird - rojo - descapotable del '66. No hay nadie más alrededor, ni un solo auto, persona o animal. Sólo él. Mi adorable DongHae. Sentado a mi lado con una radiante sonrisa y los ojos cerrados, disfrutando de la brisa que acaricia su rostro.

Ninguno dijo una palabra desde que salimos de la ciudad, pero el silencio no es incómodo, al contrario, hace que el paisaje que nos rodea sea más hermoso. Adelante pueden verse kilómetros de autopista, a los lados hermosos campos de Violetas que deleitan al olfato. Y allá, arriba, el firmamento se alza ante nosotros, la completa luna ilumina casi tanto como el sol y las estrellas la acompañan, danzando de manera única en el cielo. Acelero un poco más la velocidad.

Huímos de todo... De nada.

Detrás, las luces de la civilización se ven pequeñas, como destellos de ignorancia. Ellos no saben lo que el mundo esconde, pero no es necesario que se enteren de nada. Quiero conquistarlo todo junto al hombre que amo. Yo a su lado y él al mío. Descubriendo cada lugar del universo.

De un momento a otro un intenso deseo se instala en mi interior, y necesito satisfacerlo. Detengo el auto a un costado de la ruta, cerca de las flores.
Un hipnotizante y dulce aroma es lo que percibo ahora, pero no es del campo. Es DongHae, quien me mira curioso con esos enormes ojos chocolate, buscando descifrar mi intención cuando me acerco peligrosamente a él.
Y puedo ver ese brillo en su mirada, ya sabe lo que quiero... Y concede orgulloso mi petición.

Enmarca mi rostro con sus manos y se acerca lentamente hacia mi. Siento su respiración mezclarse con la mía un instante antes del exquisito sabor de su boca impactando contra mis labios. Algo explota en mi cabeza y veo luces multicolores detrás de mis párpados. Tomo el labio inferior de Hae y lo succiono suavemente, y él suspira dentro del beso. Lo abrazo por la cintura en un férreo agarre, apretándolo a mi cuerpo y abro los ojos para ver su expresión.
Y no quedo decepcionado con lo que veo. Su rostro es pura concentración, sus ojos están cerrados y sus párpados tiemblan levemente, sus finos labios ahora se ven rojos, hinchados y brillantes debido a los besos.

Verlo así sólo provoca en mí ganas de tomarlo en brazos y privarlo de todos y cada uno, para que nadie más que yo pueda verlo.
Y no puedo evitar lamer su labio inferior, pidiendo un permiso que ya hace tiempo tengo concedido. Entonces, una guerra se desata. Nuestras lenguas luchan por el control, del cual termino siendo el poseedor. Exploro cada parte de su boca. Desde el paladar hasta los dientes, cada parte bañada por la caliente saliva.

Tengo ganas de él.

Ganas de decirle una y mil veces Te Amo. Ganas de llevarlo al cielo y al infierno. Ganas de llenarlo de promesas. Ganas de quedarme por horas mirando sus profundos ojos llenos de un amor y pasión que sólo yo puedo provocarle. Ganas de ser suyo por siempre.

Pero eso puede dejarse para después.

Cuando no estemos recostados en el asiento trasero del vehículo, y no estemos jadeando en busca de aire por pasar minutos enteros devorándonos la boca y gimiendo nuestro placer al quitarnos suavemente la ropa descubriendo piel y más piel. Y más. Acariciando todo a su paso. Cuando no estemos fundidos juntos. Cuando sepamos donde termina un cuerpo y comienza el otro...

Cuando el auto se ponga en marcha. Y nuestra velocidad baje a cero.

[EunHae] Velocidad (One Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora