Jimin y Jungkook salieron de la casa Park el 25 de diciembre por la tarde.
Ellos prefirieron seguir festejando por su cuenta, así que cuando llegaron en la noche al departamento de Jimin, bebieron hasta tarde en la terraza.
Jungkook no dejaba de mirarlo cada vez que hablaba, cada vez que sonreía o bebía más de su copa, notando como sus labios se humedecían o su nariz se ponía roja a causa del frío, así que el alfa se pegó más a él, atrayéndolo hasta su pecho para que no se congelara.
Naturalmente los alfas eran más cálidos, porque protegían a sus omegas del frío. Así que eso hizo el mayor, abrazó a Jimin por los hombros mientras el rubio recargaba su cabeza en el hombro de Jungkook. Hasta que Jimin levantó su cabeza y lo miró con cansancio.
—Jungkook, tengo sueño —hizo un pequeño puchero—. Vayamos a dormir.
El alfa se inclinó para besar la frente del omega y acarició su mejilla.
—Ve a dormir, ahora te alcanzo —dijo bajito, vio a Jimin hacer una mueca de disgusto.
—Promete que no tardarás —pidió entrecerrando sus ojos a causa del sueño y el licor.
—No lo haré, iré enseguida —Jungkook besó cortamente sus labios y Jimin sonrió antes de alejarse, entrando al departamento.
El alfa suspiró cuando ya no lo vio, se recargó contra la barandilla y miró la ciudad con el aire frío golpeándolo en el rostro.
Jungkook sabía, él lo hacía. Sabía que era lo que estaba sintiendo, sabía lo que pasaba y por qué. Pero solo pensar en el hecho de decírselo a Jimin lo aterraba.
Porque lo quería, porque admitía quererlo y dejarlo ir lastimaría su pobre corazón hasta dejarlo incinerarse. Quererlo dolía, porque no sabía si lo lograría, si Jimin sentía lo mismo o solo había confundido las cosas, si los besos no significaron nada, si las noches compartidas eran por diversión, si el sexo fue siempre eso, solo sexo.
No era tan joven, pero sentía como si lo fuera. Ahí en la solitaria terraza presenciando la ciudad iluminada, se dio cuenta de lo que significaba querer a Jimin.
Jungkook se había enamorado.
Jungkook había caído por Jimin, pero ¿cómo no hacerlo? Si caer por ese ángel de ojos mieles y piel de porcelana fue tan fácil. Si el omega hizo de todo para tener a Jungkook de rodillas sin darse cuenta.
El alfa se sentía perdido, y derramó solitarias gotas saladas de sus ojos cuando le aterró la idea de alejarse de Jimin, o pensar en la posibilidad de el omega apartándolo, porque él jamás se había enamorado de Jungkook.
Si así se sentía querer a alguien, deseaba no sentirlo. No sentirse atemorizado, nervioso y preocupado. Quería sentirse libre, feliz, comprendido, quería amar y ser amado de vuelta, quería estabilidad, quería todo.
Él lo quería todo con un omega que dormía plácidamente en la habitación principal.
Observando la vista que ofrecía Londres esa noche y apretando sus puños en la barandilla se sintió aterrado de verdad. Si alguna vez se había sentido así antes, no se comparaba con lo que sentía ahora.
Porque necesitaba sacar de su pecho el sentimiento más significante que alguna vez ha sentido, necesitaba decirlo, pero necesitaba más la respuesta de Jimin.
Así que caminó hasta la habitación que habían compartido en los últimos meses y abrió la puerta, Jimin estaba acurrucado en la cama, del lugar que siempre dormía, con el cabello rubio cayéndole en la frente y sus labios gruesos entreabiertos.
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the city lights ᡴꪫ kookmin
RomanceJimin está bastante cansado de su irritante jefe, pero en serio necesita el empleo. Aunque el omega no está dispuesto a seguir soportando abusos en su trabajo. Así que decide plantarle frente a su odioso jefe, que también resulta ser un atractivo al...