One

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Soobin ingresó a casa en silencio, eran casi las once y media de la noche, dejó el auto aparcado en el garaje para luego ingresar por la puerta principal, existía una en el garaje, pero su esposo siempre la cerraba con la excusa de que las ratas se metían desde que encontraron una husmeando en la cocina de su casa.

Se quitó los zapatos, notó ese par de tenis color negro que siempre estaban allí para recordarle que su vida no era tan aburrida como lo creía por momentos, sonrió un poco cansado para luego subir las escaleras en silencio, abrió con cuidado la puerta de la habitación, dormía ya.

Se quitó el saco dejándolo en el perchero del armario, volteó notando su figura linda y dulce, se acercó notando esos lindos labios color rosa entreabiertos quizá esperando un beso que no se contendría de dejar implantado en ellos.

— Volviste? —murmuró adormilado.

—Si mi amor ya vine— dijo con una sonrisa.

Soobin se sentó en la esquina de la cama un poco cansado.

—Hoy fue un poco complicado porque llegó una mujer pidiendo ayuda con un caso que ya se había cerrado hace mucho— dijo sin saber si era escuchado.

Un par de brazos rodearon su cintura y luego un beso en la nuca, su piel se erizó un poco al sentir la suavidad de su lengua pasar por la misma zona y un ligero gemido.

—Lo arreglaste? — preguntó con una voz suave y un poco profunda.

—Si— respondió con una sonrisa.

Volteó hacia Yeonjun que besó sus labios haciendo que su cuerpo hiciera lo mismo quedando frente a este, el mayor tomó su corbata uniendo un poco más sus cuerpos, dejó su lengua ingresar jugando con la ajena, su respiración era un poco acelerada, sus manos se fueron a la cintura ajena dejando que Yeonjun lo desvista a su gusto.

La corbata se fue a un lado, luego los botones de la camisa con gran sutileza y rapidez, Soobin dejó que subiera a su regazo dando leves lamidas a aquel cuello precioso de piel lechosa que amaba ver y tocar, el mayor acarició su pecho explorando con sus manos todo lo que podía tocar y deleitarse.

Yeonjun abrió el cierre de su pantalón luego de deshacerse de aquella faja tan molesta, quizá pudo atarse las manos con ella como la última vez pero prefirió otra cosa, se alejó de Soobin para poder contemplar su obra de arte, su esposo semidesnudo con una erección que le llamaba a probarla.

Soobin sonrió al ver donde estaba la atención del mayor, esos ojitos brillantes que se unieron con los suyos, para luego bajar hasta su pantalón bajando la fina tela de lo ultimo que quedaba, la humedad de su lengua llenó la punta, un suspiro ahogado se escapó de sus labios indicándole al mayor que siguiera, lo hizo introduciendo un poco más en su boca hasta llegar a la mitad.

Succionó un poco y luego dejó que entrara hasta llegar a su campanilla casi chocando con esta, lo que faltaba lo cubrió con las manos habilidosamente, sabía que a Soobin le encantaba eso, comenzó sacándolo casi completo para luego volver a dejar entrar todo haciendo que el menor suelte un gruñido.

Ensalivó cada parte degustando lo salado del líquido cuando Soobin comenzó a empujar su cabeza haciendo que entrara y saliera más rápido casi ahogándolo pero de pronto lo empujó apartándolo.

­—Móntame, ¿si bebé?

Yeonjun sonrió quitando aquellos molestos shorts de encima dejando simplemente sus piernas, Soobin acarició estas con suavidad besando sus labios desesperadamente uniendo hilos de saliva entre sí y gemidos ahogados, solo necesitaba a su esposo allí, solo quería estar dentro suyo para estar bien.

El mayor abrió sus piernas a cada lado de su pelvis, tomó el miembro de Soobin presionándolo un poco cosa que causó estragos en el mayor, luego lo acomodó cerca de su entrada, Soobin le ayudó con la mano para posicionarlo correctamente.

—No quieres preparación?

—mgh solo quiero que lo hagamos de una vez— musitó desesperado y bastante excitado.

Soobin dejó que su bebé eligiera, lo que él quisiera estaba bien, una vez entró la punta Yeonjun cerró sus ojos, estaba un poco apretado aún pero lo soportó, dejó que fingiera ligeras embestidas para ir acomodándolo mucho mejor, abrió sus labios soltando aíre una vez entró la mitad, sabía el tamaño de aquel falo que tanto le encantaba.

Soltó un gemido una vez entró completamente , Soobin besó esos labios preciosos que le enloquecían pero el mayor lo empujó agarrándose de sus hombros así que colocó ambas manos a los lados de su cintura correspondiente para que Yeonjun pudiera comenzar a moverse.

Movió sus caderas suavemente subiendo y bajando mientras abría sus labios sacando aire evitando gemir demasiado, Soobin acarició su cintura para luego pasar la mano a sus glúteos presionando la zona mientras subía y bajaba causándole un placer inmenso.

La velocidad fue aumentando, un ligero gemido ronco salió de los labios del menor al sentirse casi en la gloria, Yeonjun sonrió soltando casi un grito al sentir que tocó su punto dulce, comenzaba a cansarse así que le indicó que se encargara de la situación.

Soobin le indico que se diera la vuelta quedando a la vista su rosada entrada, Yeonjun tomó la sábana con sus manos cuando sintió la primera entrada, su respiración aumentó, sus ojos se cristalizaron por la rudeza del movimiento pero dentro pedía por más, sus labios no pudieron contener un gemido cuando salió casi por completo para luego ingresar tocando el punto que le hacía enloquecer.

Rogó por más recibiendo una sonrisa y una nalgada, para luego sentir como cumplía sus ordenes, puede que Soobinn a veces sea cruel pero a Yeonjun le daba todo lo que quería, eso el mayor lo sabía y si se trataba de su placer mucho más.

Soobin le dio vuelta a su cuerpo, entró de nuevo haciendo que su espalda se arqueara contra el colchón al tiempo que succionaba sus rosados pezones, con suavidad y un ligero temblor pasaba las manos por el cabello del mayor que unió sus labios de nuevo.

—Soobin— gimió al sentir la presión en su miembro latente, rogaba lo hiciera de una vez— por fa-vor amor.

—Di mi nombre bebé, vamos hazlo.

Yeonjun sonrió negando pero las embestidas aumentaron su velocidad al igual que la fricción de las manos del menor sobre su entrepierna, una y otra vez contra el mismo punto siendo inevitable decir su nombre entre gemidos ahogados y súplicas combinadas con sonrisas perdidas.

Soobin sintió un ligero cosquilleo en la parte baja, sabía que se correría pronto así que apresuró un poco el movimiento con la mano que atendía el miembro del mayor, este sonrió y besó sus labios dejando que sus lenguas lucharan en un compás casi violento hasta que Yeonjun no pudo más corriéndose entre ambos y soltando un grito de placer mientras Soobinn liberaba su esencia en el mayor al sentir su entrada más apretada.

Besó sus labios suavemente antes de salir de su interior, Yeonjun sintió la humedad salir de su interior pero besó de nuevo a su esposo que lo acomodó sobre las almohadas con cuidado.

—Mgh mañana no iré a mi trabajo.

—En serio? — cuestionó el menor emocionado.

Soobin se acomodó a un lado negando con la cabeza, suspiró sintiendo su cuerpo como nuevo luego de aquella avalancha de placer, se arregló un poco el pelo que estaba desordenado por las manos del mayor, mismo que se acomodó sobre su cuerpo con una sonrisa.

—Entonces podemos practicar cosas nuevas toda la noche ¿no crees?

Soobin sonrió besando de nuevo a su mayor sabiendo que estaría cansado al día siguiente...

One night my baby OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora