En el año 2023 más o menos al principio conocí a alguien, así es, era un chico dos años mayor que yo, el tenía 20 y yo 18, empezamos a congeniar y hablábamos seguido, el llegaba a mi casa de visita, se podria decir que nos hicimos muy buenos amigos y se volvió alguien muy especial para mi.
–¿Te gustaría salir a comer un helado?–pregunto muy interesado en la respuesta
–¡Claro!–respondí aún que al mismo tiempo pensaba en las calorías de aquel helado y todo lo que tendría que hacer para compensarlas.
Acordamos el día y la hora, al llegar el día de aquella semana me aliste y prepare todo para ir, admito que no comí ese día solo para poder disfrutar de aquel helado, el a estas alturas aún no sabía absolutamente nada, pero siempre me traía pequeños dulces, chocolates, paletas e incluso pancitos, debido a que a mi encantaba el pan y las galletas a pesar de prohibirme las, de igual forma las amaba.
Aquella tarde la pasé increíble a su lado, me hacía reír y escuchaba con tanta atención que me hacía sentir demasiado especial, empecé a tomar la iniciativa por comer, el llegaba por las tardes a casa o en la hora del almuerzo y comía a mi lado, sentía vergüenza de que me viera comer, pero igual lo hacía, suspiraba en cada cucharada que iba a mi boca e intentaba no pensar en las calorías. Al fortalecer nuestra confianza le comenté sobre mi problema.
–No conozco mucho sobre el tema, así que voy a investigar, te ayudaré si es necesario–dijo en tono tranquilo y una mirada de lo más cálida.
Quería regresar el tiempo y desearía no haber dicho nada, ¡Sorpresa! Ya era demasiado tarde para regresar atrás, mi boquita ya había hablado, aún que creí que sería diferente a como yo lo conocía, Jim no cambio su trato conmigo siguió siendo el mismo.
–Mira traje canelitas–dijo sonriendo mientras mostraba las galletas, así que rei un poco–Uyy, dame!–pedi una galleta, el abrió la bolsa y me pasó una.
Así nos la pasábamos, una vez que nos volvimos más cercanos, el hablo con mamá y papá así formalizando una relación entre los dos, eso no quería decir que estuviera curada de mi tca si no todo lo contrario, el problema seguia presente aun que intentaba no darle importancia, incluso cuando tenía mis crisis en las que comía mas de lo que me permitía, me sentía ansiosa y sucia, me sentía una marrana como si hubiera subido 10kl en ese momento, lo único que podia hacer era llorar por la impotencia, en ocasiones no sabía cómo deshacer aquellas calorías no importaba si vomitaba sentia que eso no las hacia desaparecer asi que queria pasar haciendo horas de ejercicio, Pero me sentía tan débil físicamente que no soportaba tanto tiempo.
Rasque mi abdomen y golpee mi estómago incontables veces, mis costillas quedaban adoloridas debido a los golpes, no quería que nadie me viera en este estado, aún que en una de esas crisis el estubo presente, no había nadie en casa y el llegó, entro y me miró tirada en el piso mientras lloraba, me abrazó como si no hubiera un mañana...
–Oye bonita, todo estará bien–dijo preocupado.
Mi respiración estaba acelerada y mi ataque de pánico estaba intensificado, sentía que moría, el me tenía en sus brazos lo más fuerte que podía...
–Bonita por favor tranquila, n-no se que hacer–hablo con voz entrecortada.
Es como si sintiera impotencia por no saber cómo ayudarme y eso me hacía sentir peor, respire, respire y volví a respirar intentando calmarme, ya me había pasado antes así que intentaba controlarlo, apreté su mano fuerte y pronto sentí que mi voz había vuelto...
–L-lo siento–Llore, llore en sus brazos como una niña.
–No, por qué? No has hecho nada malo, yo estoy aquí para ti, mira una vez leí que el amor no cura las enfermedades, pero si estoy apoyándote todo te será mucho más fácil, mírame, puedes contar conmigo, te amo Aki..
Esas palabras me pegaron fuerte y fue entonces que me di cuenta...aquella voz me había mentido otra vez, es cierto hay personas que me quieren y están para mí, solo que yo me engaño creyendo que estoy sola y nadie siquiera voltea a verme, es un error y Jim me lo había hecho saber ese día..
Entonces apareció esa pregunta en mis pensamientos, <¿Me amas?> ¿Cómo se siente ser amada y querida? ¿Cómo puedo saber que todo esto no es un seño? Mis lágrimas no cesaban y las de el tampoco, era la primera vez que veía llorar a alguien frente a mi, no siendo familia.
<Esto es culpa mía, lo estoy lastimando> fue en lo último que pensé.
• • •
Al pasar el tiempo note cambios negativos en mi cuerpo, la piel me picaba y las yemas de mis dedos tenían la piel seca estaban partidas y se despellejaban causando ardor, mis dientes empezaron a doler debido al vomito y el ácido que expulsaba del estómago.
No sabía a quien decirle como me sentía, no quería ser una molestia para nadie, aún que quería desahogarme no sabía con quién, pensé en Jim, Pero después de aquel dia senti que no debía darle mucha carga así que baje el teléfono y no hice aquella llamada, me recosté en mi cama y mire al techo, sentí como las lágrimas empezaron a caer, yo me sentía sucia en ocasiones debido a la cantidad de comida que llegaba a ingerir en el día.
Buscaba pasatiempos para hacer y distraerme, intentaba de todo, pero aquella voz era más fuerte y al final terminaba haciendo ejercicio para quemar esas calorías extras que había ingerido y si quemaba más de lo normal sería mucho mejor, igual no me sentía mejor pues creía que todo aquel ejercicio era inútil y no quemaba nada...
Llegaba a ser muy frustrante y me desesperaba, quería salir de casa, no quería ver mas comida, odiaba la comida la sola sensación que me provocaba lo aborrecía.
Jim me llamo ese día y llegó a visitarme como lo hacía casi siempre, había pasado unos días horribles aún que no planeaba comentarle nada de lo pasado y mucho menos tocaría el tema, por otro lado el igual intentaba ayudarme y hablaba con mucho cuidado, Jim se habia vuelto alguien muy atento hacia mi.
• • •
Mi gusto por el empezó con un simple juego de miradas ¿Amor a primera vistal? Tal vez, debería decir que el fue el primero en mirarme yo me percate de su mirada debido a la sensación de esta, entonces el juego empezó, ambos nos mirábamos y cuando el apartó su mirada sonrió solo un poco, igual por la vergüenza yo también desvíe mi mirada y me puse nerviosa, jugué con mis manos, creí que esa sería la única vez que nos veríamos, Pero no fue así.
Cuando le comenté a mi hermana menor lo sucedido, después de todo estaba en un evento de la escuela donde asistía, ella me dijo que lo conocía y era uno de los chicos guapos de ahí, rei ante el comentario y después de unas semanas volví a encontrarme con el...
Me pareció atractivo pero nada más allá de eso, su postura firme, la mirada suave y sería al mismo tiempo.
El es de tes clara y su cabello es un poco rizado, alguien muy fácil de reconocer a simple vista o incluso a 100m lejos de distancia, en los encuentros nos coqueteabamos mutuamente, se habia vuelto un juego muy divertido, hasta que mi gusto empezó a florecer....
Volví a emocionarme y a sentir calidez en mi pecho..
ESTÁS LEYENDO
ALGUNA PERSONA EN EL MUNDO
Ficção AdolescenteBasado en un tema poco hablado, uno de los trastornos con más mortalidad a nivel mundial, leerlo a consentimiento de cada persona.