¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al final agarre el casco y las llaves de la moto, fui con un traje todo negro de motociclista que tenía por ahí en el ropero.
Fui a dónde estaba la moto, me subí, puse la llave y la prendí, uffff que lindo es volver a andar en moto despues de años, la puta madre.
Conducí hasta la universidad de Rodri, y me fijé en la hora, era temprano, llegue bastante bien, así que fui a dar una vuelta por ahí, y porque no llevarle unas flores.
Compré unas flores amarillas, y algunas rosas, estaban en un ramo, me gusta mucho y bueno las lleve, ¿Porque no?
Estuve con la moto afuera mirando el celular mientras esperaba a que se haga la hora en la que Rodri saliera.
De afuera se escuchó el timbre de la universidad, así que me dio una indicación que ya salían.
Me acomode un poco, tanto el pelo como la ropa, y las flores en el ramo.
Seguí viendo el celular hasta que vi un círculo al rededor mío, bueh, ni que fuera estados unidos, la re concha de su madre.
Había como 3 pibas que me quedaban mirando de arriba a bajo mientras se tocaban el pelo, bueh, que onda ni que siquiera que fuera lindo.
Bueno, estuve ahí parado como 10 minutos con miradas por todos lados y algunas chicas se acercaban pensando que era para ellas las flores y que yo las vaya a buscar.
Vi como rodri salió y no entendía nada, estaba con sus dos amigos de la uni y los dos lo miraron.
Rodri se acercó, yo solo le sonreí y le di el ramo de flores mientras escuchaba algún "Awww" por ahí.
Rodri estaba rojo hasta los pies, se tapaba la cara con la palma de la mano.
¿Desde cuándo sabes andar en moto...? —Me pregunto mientras agarraba el ramo de flores.
Desde hace bastante, si cuando apenas nos conocíamos en la secundaria yo andaba en moto, pero no la usaba porque era menor de edad —Dije sonriendo para después inclinarme y darle un beso en el cachete.
Me gusta como te queda el estilo motociclista...—Dijo sonrojado.
Gracias, a algunas de acá también —Dije mientras le guiñaba el ojo.
Rodri volteó su mirada para todos lados viendo toda la gente juntada al rededor de nosotros y se murió de vergüenza.
