Aquel día regrese feliz a mi casa, había obtenido buenas calificaciones en mis últimos exámenes, comenzarían las vacaciones y los planes en casa eran que saldríamos de viaje a la playa, yo amaba la playa, la arena en mis pies, el oleaje del mar, ni siquiera sabia nadar bien pero me encantaba ese paisaje, así llegue a casa, mis padres no se encontraban sabía que aun tardarían en llegar, ambos trabajaban, comencé a calentar lo que comería, mi madre siempre dejaba algo sabroso para mí, ella era excelente cocinera, al terminar decidí vaciar mi mochila, revisar los cuadernos que quizás podía seguir utilizando para el siguiente ciclo escolar, estaba emocionada porque iniciaría la preparatoria, me habían aceptado en una muy buena, después de eso, quise ver un rato la televisión, cuando alguien llamo a mi puerta, pregunte quien era, pero el solo pateo la puerta y la abrió tan repentinamente que di unos pasos hacia atrás y caí sentada en el sillón, vi asustada quien era, no los reconocí fueron varios lo entraron en mi casa, uno de inmediato tapo mi boca con sus manos y me sujeto fuertemente, yo lloraba no sabía lo que pasaba, ellos me llevaban como un bulto en sus brazos, me habían atado y amordazado, en medio de amenazas de que a cualquier movimiento me asesinarían, me llevaban en el piso del auto, yo no me movía, era tanto mi miedo, de repente el auto se detuvo, me arrastraron para bajarme del auto, me di cuenta que estábamos en medio de un bosque, pensé en mis padres, sabía que jamás los volvería a ver, entonces esos seres despreciables comenzaron a despojarme de la ropa, la cortaron con una navaja sin importarles que me causaran cortes en la piel, uno decidió que seria divertido sujetarme de los brazos por encima de mi cabeza mientras abusaban de mí, yo intentaba suplicarles que no lo hicieran, que me dejaran ir, pero aquella mordaza me lo impedía, solo mis lagrimas eran las que demostraban el dolor que me causaban, no supe cuantos de ellos me violaron, ni cuantas veces, lo que si recuerdo es que si yo me movía intentando protegerme me golpeaban sin piedad en mi rostro y costillas, pero eso no les basto, después me sodomizaron, los mal nacidos se comenzaron a divertir introduciendo cosas en mi vagina, estaban enfermos no podía creer que podían ser tan crueles con alguien que no podía defenderse, el dolor era inmenso, la agonía desesperante, tan solo pedía que me mataran ya, pero no ellos aun no acababan, decidieron clavar esa navaja en mi rostro, después se masturbaron para arrojar su semen en mi cara, al fin uno de ellos ansioso se arrojó sobre mi cuerpo desnudo y comenzó a apuñalarme, no supe con cual herida al fin me libero del sufrimiento, sin embargo lo que más me duele no es todo lo que me hicieron, ni que me ocasionaran la muerte, sino los que aún están vivos y que llegaran caer de nuevo en manos de estos malditos, yo al menos ya estoy descansando.
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