El diablo no tiene ninguna debilidad.
Hwang Hyunjin un humano considerado como el príncipe del infierno entre los demonios no es considerado la debilidad del diablo apesar de que este este perdidamente enamorado de su humano.
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Año 2,025
—Hyunjin—
Siento que el tiempo pasa demasiado rápido, en un abrir y cerrar de ojos se llegó el día de nuestro aniversario, hoy Felix y yo cumplimos un año de estar juntos.
Lixie tuvo que ir al infierno por asuntos importantes pero me prometió que estaría aquí al atardecer, dijo que lo esperara en el bosque, justo en el lugar en el que nos conocimos, también dijo que tenía una sorpresa para mí y eso me emociona, estoy nervioso, quiero saber que es lo que ha preparado el diablo para mí —Espera lo inesperado— Fueron las palabras acompañadas de un beso que me dió antes de marcharse, aún no se como es que soporta estar tanto tiempo lejos de mí, aquí nada mas han pasado horas desde su partida pero en el infierno las horas se convierten en años y los años en milenios.
Estoy frente a mí ventana viendo la nieve caer, hay niños jugando, hay sacerdotes caminando de un lado a otro, hay un auto raro estacionado frente a mi casa.
—Hyunjin— escucho la voz áspera de mi papá llamarme —Me lleva Felix— maldigo esperando que se me cumpla y el diablo venga por mi alma lo más pronto posible ¿Por qué mi padre no puede dejarme tranquilo aunque sea un segundo?.
—Habré la puerta necesito presentarte a alguien— con el ceño fruncido y el enojo brotando por los poros, abrí la puerta, pero al hacerlo soy atrapado por unos fuertes brazos.
—¿Que es esto? ¿Que estás haciendo?— pregunte cuando dos monjes me tomaron de los brazos.
—¿An ille Diabolus persequitur?— No se hablar latín pero eso sí lo entendí.
—El diablo no me persigue— Forcejeé para que me soltaran —Yo lo persigo a él— Grité furioso y a la vez sonriendo al pensar lo que Felix hará si se entera que alguien me ha tocado —Papá diles que me suelten— pedí amablemente y aquellos monjes siguieron hablando cosas en latín, cosas de las cuales no entendí ni mierda.
—Lo siento hijo mío pero no puedes volver a casa hasta que ellos alejen al diablo de tí— reí burlonamente, no saben en el problema que se han metido, no saben lo que el diablo está dispuesto a hacer por mí.
—Por el bien de ellos y el bien de la humanidad deberían soltarme— Dejé de forcejear y hablé lo más tranquilo que pude pero aquellos hombres apretaron más su agarré y luego ataron mis manos como si fuera un maldito delincuente, no estoy asustado, estoy furioso ¿Quienes son para venir y arruinar mi aniversario?, ¿no pudieron venir otro día? pobrecitos ahora siento lastima por él mundo, jajaja en realidad no, no siento compasión por la escoria que es la humanidad, creo que ya es tiempo de que la tierra sea desparasitada, estoy ansioso por ver lo que Felix hará, lo ví asesinar a un hombre solo por que se atrevió a levantarme la voz, no imagino lo que le hará a estos tontos monjes y a mi padre.
—Que conste que se los advertí— sonreí como un maniático sonreía, Me sacaron de la casa con las manos atadas como si yo les fuera a hacer algo, yo solo soy el novio del diablo, no tengo ningún súper poder, solo tengo mi belleza y mi cabellera perfecta.
—Él ya viene, aún tienen la oportunidad de soltarme— Fue la última advertencia que les dí.
—Callate hijo de Satán— Los malditos saben hablar español.
—Soy su novio en realidad— Lo dije con orgullo y luego los malditos monjes me taparon la boca y me noquearon después de decir eso.
No supe cuánto tiempo estuve dormido pero cuando desperté estaba llegando al maldito vaticano, siempre quise visitarlo, pero no tenía dinero ni pasaporte para hacerlo y ahora me han traído de gratis, ¿Es castigo o premio?.
»Viaje gratis«
Me adentraron a aquel enorme lugar, me llevaron a un lugar que parecía ser el sótano, me bañaron en agua bendita en la puerta, me pusieron un crucifijo y luego me ataron a una silla eléctrica.
—¿Que harán? ¿Electrocutarme?— pregunté con burla.
—Claro que no, eres la carnada, llevamos años queriendo atrapar a Lucifer y así se acabe el infierno pero no lo hemos logrado.
»El diablo no tiene debilidades«
Bueno no las tenía hasta que naciste tú, nos hemos preparado para este momento, al fin ha llegado el momento de atrapar al angel caído y todo gracias a ti.
