Bajamos las escaleras, Lara primero y yo la sigo por detrás. Llevo las manos de casa en la mano para no tener que llamar después al timbre y despertar a Leti.
Las guardo en mi abrigo para tener más libertad de movimiento y más comodidad en mis manos.
Salimos del portal y el frío se puede sentir hasta en los huesos, hace demasiado, tanto que empiezo a tiritar.
-Seré breve, lo juro-me dice Lara.
Nos sentamos en la acera de la calle mientras que con mis manos intento darme calor en las piernas. Debe de hacer unos 4 o 5 grados, no creo que muchos más, es horrible, no lo tolero. Desde que estoy embarazada tengo más frío de lo normal.
-Habla, dime que necesitas-la digo.
-Quiero pedirte perdón, sé que no me vas a perdonar pero necesitaba que supieras que yo no soy así, no soy la puta arpía que crees que soy, en realidad soy todo lo contrario.
-No te capto Lara, lo siento.
-Solo soy alguien con el corazón roto y ese es el peor dolor que puede sufrir alguien, te acaba transformando y acabas siendo eso que tanto has odiado siempre-dice.
Veo como sus ojos se comienzan a llenar de lágrimas, pero absorbe hacia dentro y se seca los ojos con el puño de su abrigo. Quiere hacerse la fuerte delante mía y lo entiendo. Soy su mayor enemiga, lógicamente no quiere mostrarse débil conmigo.
-¿Puedes terminar por favor? Tengo mucho frío.
Intento no ser tan fría con ella, pero me es imposible, me ha hecho mucho daño, desde el día que me conoció, no puedo olvidar todo tan fácilmente.
-Lo que vengo a decirte es que te envidio Cloe, porque tú tienes lo que yo siempre había querido. Tienes a Caleb, yo nunca lo he tenido, he estado enamorada de él toda mi vida, desde que se caía cuando montaba en bicicleta por el parque, o cuando se le cayeron los dos paletos a la vez y los demás niños se reían de él y tuve que pegarme con todos ellos, también cuando le vi darse el primer beso con la que era mi amiga, siempre le he querido...-hace una pausa para quitarse una lágrima que le cae por la mejilla-Pero nunca he sido importante para él, cuando se empezó a fijar en mí pensé que yo sería diferente a las otras, que yo le cambiaría y que se quedaría conmigo, pero no fue así, me utilizaba como y cuando quería, pero entonces un día llegaste tú y conseguiste todo eso por lo que yo tanto había luchado, por eso te odiaba y quizás aún te odié un poco por ello. Porque conseguiste enamorarle, no sé cómo lo hiciste, pero jamás nadie se imaginaba a Caleb siendo padre o dejando las peleas, a mi me gustaba ese Caleb, pero siempre soñé con que yo haría que fuese como es ahora, un hombre.
Pongo mi mano en su pierna y le acaricio para calmarla. No sé bien cómo me siento al estar escuchando a Lara decirme que está enamorada de mi novio y al verla llorar sincerándose conmigo sobre todo lo que siente por Caleb. Debería de estar celosa o enfadada, pero es todo al contrario, me siento orgullosa de lo que he conseguido, aunque me duele ver a Lara así, soy humana y a pesar de todo lo malo que hemos tenido entre nosotras, verla llorar me duele, porque nadie se merece llorar por amor. Nadie, ni siquiera ella.
-Lara, valoro que estés aquí y por eso mismo creo que acabarás encontrando un hombre que te ame como tú has amado a Caleb, no sé si ese hombre será Arnau o quizás el día de mañana conozcas a alguien que te enseñe lo que es el amor verdadero-hago una pausa y la cojo la cara para que me mire-Antes de Caleb, creía que lo sabía todo acerca del amor, pero me equivocaba, no sabía lo que era amar a alguien hasta que le conocí a él y fue correspondido. Estoy segura de que tú también vas a encontrar ese amor que tanto quieres.
-Gracias, por haberlo entendido y no ponerte como una loca, no todo el mundo lleva bien que le digan en la cara que quieren a su novio-dice forzando una sonrisa.
-Supongo que no soy la persona más normal del mundo, después de todo, estoy sentada en la calle con un frío que me muero hablando contigo después de habernos peleado tanto-me río.
-De verdad que os deseo que seáis muy felices y que vuestro bebé crezca sano y feliz, no vamos a convertirnos ahora en amigas, pero si algún día todas tus opciones están ocupadas, puedes contar conmigo-dice mientras que se levanta del suelo.
-Gracias Lara, espero que no tenga que contar contigo, pero lo mismo te digo-digo riéndome.
Nos damos la mano en muestra de tregua y ambas nos sonreímos la una a la otra.
No me cae bien, no voy a olvidar lo que ha pasado entre nosotras, pero tengo que enterrar el hacha de guerra y madurar del todo. Tengo cosas más importantes que hacer, como por ejemplo ir a ver Maléfica con mi novio mientras comemos palomitas y nos abrazamos fuerte para calentarnos con este frío.
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Un golpe de suerte
Teen FictionCloe y Caleb son dos polos opuestos, dos mundos diferentes, dos vidas paralelas, sin nada en común. Cloe cambia su vida de la noche a la mañana cuando decide mudarse de Londres a casa de sus tíos de Barcelona, desde ese momento, todo lo que se le av...