Pretty Love ||JimSu|| Omegaverse

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—¿De verdad eso te dijo? —pregunto Jimin después de escuchar a Jungkook, las clases habían terminado y ambos estaban de camino al hospital, no faltaba mucho para que Yoongi fuera dado de alta, y a pesar de que les habían avisado que no se preocuparan que Yoongi estaría bien y que no era necesario que siguieran visitándolo, Jimin no quería dejar de hacerlo, y Jungkook lo apoyaba a pesar de todo—. Entonces eso es bueno —sonrió levemente—, tengo una oportunidad, es pequeña, pero la tengo.

El alfa estaba más que contento, estaba dispuesto a demostrarle a Yoongi lo mucho que lo ama, porque eso es lo que siente, el beso le confirmo muchas cosas, la sensación tan cálida que se instalo en su pecho jamás le sintió con su ex novio, ni siquiera con otras parejas, comprendió más las acciones de Yoongi, el como se preocupaba por él, sus platicas tan inesperadas y que quería que él las continuase, los regalos que le daba y esa insistencia que tenía con él para que pasaran aunque sea unos minutos juntos, la presencia del omega le aliviaba el alma, y lo agradecía.

—Debo intentarlo —menciono Jimin, estaba totalmente decidido, no podía echar esta oportunidad a perder, el omega aún tiene sentimientos por él y aunque sabe que no le dejará el paso libre hacia su corazón a Jimin no le importaba cruzar un laberinto de mil pasillos, se esforzaría por cruzarlo hasta obtener el corazón de ese hermoso omega—, ¿debería llevarle algo? —miro a Jungkook—. ¿Sabes que flores le gustan?

Jungkook soltó una risa al escuchar esa pregunta, pero Jimin no tardo en mirarlo mal y darle un codazo en las costillas para que dejase de reírse.

—¡Hey! No le veo lo divertido —el alfa mostro su ceño fruncido—, ayúdame un poco, tu eres su mejor amigo, deberías apoyarme.

—Deberías considerarme su amigo y tú rival —sonrió ladino con diversión—, después de todo sabes que me gusta Yoongi.

—Pero es mi destinado —Jimin se coloco orgulloso ante sus propias palabras—, eso te quita más posibilidades con mi lindo gatito.

—Ajá... —Jungkook rodo los ojos—, le gustan los girasoles... —respondió Jungkook—, aunque no es época, ¿sabes? No podrás conseguir uno tan fácilmente.

—Lo haré —menciono Jimin y antes de que Jungkook pudiera decirle algo más comenzó a correr, el otro alfa se quedo extrañado ante la repentina acción de Park Jimin.

—¡A dónde crees que vas! —grito Jungkook para que Jimin le escuchará, Jimin se giro sobre su eje y camino despacio hacia atrás.

—¡Iré a conseguir girasoles!

—Pero no es época, ¿acaso no lo entiendes?

—Lo sé, pero... quiero hacerlo, conseguir una flor que le gusta a mi omega es una prioridad, no me importa si tengo que viajar a otro país para conseguirlo, lo haré porque sé que lo hará feliz.

Jimin volvió a girarse sobre su eje y volvió a seguir su camino corriendo y esquivando a las pocas personas que se encontraban en la acera y desapareciendo de la vista de Jungkook.

Jungkook soltó una risa en un resoplido mientras negaba con la cabeza y miraba a Jimin desaparecer de su vista, ese alfa estaba actuando por impulso y era extraño, pero a la vez le parecía un gesto lindo, Jungkook apostaba que Yoongi se hubiera sonrojado al escucharlo, sí, seguramente lo hubiera hecho.

—Tonto... —menciono por lo bajo y siguió su camino, iría con Yoongi para hacerle compañía, y esperaba que Jimin llegase para que entregase la flor.

Jimin corrió, las florerías más cercanas a la escuela tenían gardenias, claveles, rosas, lirios, pero ningún girasol, preguntaba directamente a los floristas de todos los establecimientos, pero todos le decían lo mismo; "no es época de girasoles" pero claro un alfa no se rinde tan fácilmente, y Jimin no estaba dispuesto a hacerlo, así que sin más siguió su camino, se alejaba poco a poco de la escuela, del hospital, de su propio hogar, sus pies estaban comenzando a doler por el esfuerzo de correr, pero eso no importaba, necesitaba conseguir esa flor, aunque sea una sola.

Las florerías que encontraba en su camino le enviaban inclusive con la competencia, deseando que el pobre alfa tuviera suerte y que lograse conseguir aquella flor, una hora paso y nada, dos horas pasaron y la esperanza se estaba perdiendo cada vez más, pero por supuesto no se rendiría tan fácil, tres horas, Jimin ya creía que estaba recorriendo más de media ciudad y ni siquiera podía encontrar esa flor de pétalos amarillos, seguía con su camino y cuando menos lo pensó la cuarta hora se marcó, el atardecer estaba a pocos minutos de anunciarse y la probabilidad de encontrar una florería abierta se volvía cada vez menor, pero no se rendiría.

Dio un enorme agradecimiento a una mujer que le indico que había una florería en donde posiblemente vendieran girasoles, no dudo en correr el par de calles que indico aquella mujer, y no tardo en dar con la florería el lugar era pequeño, "Carnations" aquel era el nombre de la florería, un omega de cabellos oscuros salió de allí, al parecer estaba a punto de cerrar, porque estaba acomodando algunos ramos que estaban exhibidos afuera, luego miro a unos niños pequeños, una niña y un par de mellizos al igual que otro niño pequeño que le ayudaban, se acercó, no debía perder más el tiempo.

—Disculpa —Jimin logró llamar la atención de aquel omega.

—¿Puedo ayudarte en algo? —pregunto aquel omega con una voz suave.

—¿Tienes algún girasol? —el omega ladeo la cabeza al escucharlo—. Por favor, estoy en verdad desesperado, he recorrido varios kilómetros buscando en todas las florerías, s-sé que no es época de girasoles, todos me lo han dicho, pero en verdad me darías mucha esperanza si tienes alguno.

—Bueno —el omega estaba pensando, había varias flores, y usualmente sus cachorros le ayudaban mucho con el inventario de las mismas, pero no recordaba girasoles—, no creo que...

—¡Aquí hay uno! —la niña había dado un grito para indicar que había encontrado uno y de inmediato se acercó—. Mira papá.

El alfa sonrió al ver la flor.

—Me has salvado la vida, cachorra —menciono Jimin.

—Minjee —dijo la niña—, y no soy cachorra, soy una niña grande.

Jimin le agradeció al omega y a la pequeña que había encontrado la flor y no dudo en correr de nuevo, le dolían los pies y sus energías se estaban agotando pues ni siquiera había comido algo en todo este tiempo y se sentía agotado, con sueño y hambre, pero eso no le impediría entregar la flor a su omega.