He decido huir,ya me imposible respirar en esta casa,el extraño lugar que por años me fue encomendado gobernar y cuidar.
Mi reino compartido con mis tres princesas y mi principito,perdidamente enomorada del rey amo y Señor de estas tierras que en mis sueños me amaba con locura y desenfreno y mi trono era su corazón.
Sacudo la cabeza,esos sueños de niña que aún me habitan!La maleta con mis pocas pertenencias está sobre la cama como esperando…quizás al igual que yo un milagro, que no nos será concedido y no por falta de fe.
Apuro el caballito de tekila,que me quema la garganta pero afloja mis nervios,es el segundo que bebo y un calor tibio recorre mi cuerpo.
Bajo el altar de la vigencita apoyo mi rosario,ya he pedido perdón por lo que voy a hacer…
Observo con tristeza estas paredes que tanto saben de mi y cierro la puerta.
Camino con paso firme por la casa silenciosa,es hora en que todo el alboroto de gente pasa por la cocina,las chicas preparan los ingredientes para la cena y aún lo peones no vuelven del campo.
¿A dónde voy?a la casita del huerto,el camino es largo pero muy bello,los campos llenos de maíz y otros vegetales hacen el paisaje pintoresco y de múltiples colores,el aire suave de la tarde y alguna que otra nube en el cielo…
Vengo comiendo un caramelo de menta y se me ocurre tararear una antigua canción que invento…
Es una despedida pero la haré sin lágrimas,está página voy a escribirla a mi antojo y no dejaré que la culpa ahora me quite valor,eso no,no ahora.
Abro la puerta y al cerrarla,él ya está aquí...-que guapo sigue siendo!aún me quedo sin aliento de tenerlo cerca.
En dos zancadas ya está frente a mi,antes que diga algo le tapo la boca con mi mano…
-No quiero hablar del pasado,ni oir del futuro,aquí y ahora solo somos un hombre y una mujer…
Tomo su mano y beso cada uno de sus dedos con lentitud,con mi mano sobre la de él recorro mi mejilla,mi cuello,bajo lentamente hacia mi pecho,mis costillas y mi trasero,soltando un suspiro suave,enseñandole el camino por mi piel.
Antes que reaccione con la mano que tenia en su boca,recorro su mejilla con suavidad… su cuello,sus amplios hombros,su pecho y me detengo en la hebilla de su pantalon…y levanto la mirada coqueta para ver como retiene el aire y suelta...
-morenita!yo..
exclama y veo en sus ojos el reflejo de lo que serán los mios,las pupilas dilatadas y la respiración acelerada,me toma de la cintura y acerca su boca y alejo mis labios…Él insiste y yo me alejo,lo tomo de la mano y lo llevo a la habitación…
Si nos besamos ya no voy a pensar y quiero hacerlo a mi modo,lo siento en la cama y frente a sus ojos hambrientos voy abriendo los botones de mi blusa,lentamente,botón por botón,nunca fui tan descarada ni osada en la intimidad pero como es la última vez y bajo efecto del tekila quiero que este momento sea inborrable de mi mente y de mi cuerpo…
-una vez hace más de treinta años te entregué mi cuerpo,hoy amor mio, quiero que nunca olvides que eres y serás el amor de mi vida,ese por el cual late este corazón y que jamás hubo otro amor que no fuera el tuyo y que llevaré conmigo hasta que este deje de latir…
Me quité la blusa,el pantalon y las botas con una lentitud que crei sensual.
Desorbitado él me miraba,había optado por una lenceria negra sensual que realzaba lo necesario,mis pechos juntos y erguidos.Me acerqué a mi hombre y fui quitándole,las botas,la camisa y el pantalón…
Se preguntarán si el gran Victoriano Santos se quedó quieto,la respuesta es no y varias veces lo empujé a que se quedara quieto, una vez en ropa interior,me senté sobre sus piernas y entonces si,como dos fieras hambrientas nos besamos,nos mordimos y devoramos los labios…ya para ese entonces mi mente se nubló…
Recuerdo mis manos acariando su rostro,sus costillas,el camino de besos hacia mi centro..la mirada lobuna cuando lo tuve dentro mio y el placer de mil estrellas en el cielo que brillaban al llegar al éxtasis…
Nos amamos toda la tarde como si fueramos dos jovenes enamorados al que el mundo de afuera poco importa…
Desperté cuando el sol se iba escondiendo,lo admiré dormir,lo acaricié por última vez…
Me vestí con prisa..lo besé una vez más en los labios y se removió,creí que despertaría…
Una lágrima,bueno varias rodaban por mis ojos…apuré el paso, tomé el picaporte de la puerta sabiendo que mi corazón quedaria allí junto a él y que en mi cuerpo y en mi mente jamás olvidaria esta tarde de abril.
La camioneta roja de Benigno me esperaba en la entrada de las Dianas,ya no habría vuelta atrás…
Me subí a la camioneta con la mirada nublada de llanto,sentí el motor encenderse y andar…
Un fuerte dolor en el pecho me impedía respirar,Benigno nada decía y eso me extrañó hasta que levanté la vista…
El motor se apagó y unas manos tomaron las mias,secando el océano de llanto que escurrian mis ojos…
-vayamonos lejos de todos y de todo Morenita!es tiempo de ser felices…
y alli lo ví,guapo como siempre,quitándome la respiración…tomó mi mano y la beso…
La noche estrellada nos encontraba recostados en medio del campo,sobre una manta entre besos y caricias en esa nueva vida que solo tenía un instante…un presente…un hombre y una mujer…un mismo amor.
fin