masquerade [Fyozai]

三

Capitulo 3 三

dazai y dostoyevsky terminaron de almorzar y se dirigieron al teatro mariinsky, contemplando asombrados el majestuoso edificio. las paredes blancas y menta del edificio lucían maravillosas bajo el cielo azul. dazai siguió a dostoyevsky mientras éste entregaba las dos entradas al portero, conversando despreocupadamente en ruso, con un acento suave y agradable de escuchar. se volvió para mirar a dazai, haciéndole señas para que entrara en el edificio. "¿Qué estás mirando?"

"Tienes algo entre los dientes". fyodor giró rápidamente la cabeza, intentando limpiarse discretamente los dientes. dazai se rió por lo bajo sentado junto a este ruso, cerca de la salida trasera del teatro. se fijó en el diplomático de la catedral en una de las cabinas vip. desde donde estaban sentados, le veían perfectamente. dostoyevsky tecleaba en su teléfono, sonriendo para sí mismo, antes de guardarlo cuando las luces se atenuaron.

"solo disfruta el show"

al cabo de una hora, dazai empezaba a pensar que no había nada más que ver que el ballet. no era que fuera aburrido o algo así (era aburrido, demasiado elegante para el gusto de dazai -no entendía por qué dostoyevsky pensaba que sería interesante mostrarlo-), era que esperaba algo más. no estaba del todo seguro de qué, pero no era sólo esto.

con un suspiro inaudible, levantó la vista, sin poder evitar la sonrisa que cruzó sus labios al verlo. el diplomático se desplomó con un silencioso grito de agonía, agarrándose la garganta. sus ojos se abrieron de par en par al caer de su asiento. un hombre trajeado le ayudó rápidamente a levantarse mientras el otro llamaba a alguien, asomándose justo fuera de su cabina. dazai pudo ver al diplomático convulsionándose en el suelo. miró a dostoyevsky, cuyos ojos se centraron únicamente en el escenario que tenían delante hasta que los paramédicos aparecieron en la cabina.

el ruso miró a uno de los uniformados con una sonrisa cómplice antes de volverse hacia dazai. "¿Has terminado aquí?"

"oh, por supuesto". Y con eso, los dos se levantaron y rapidamente dejaron el teatro.

No había ninguna posibilidad de que el diplomático sobreviviera, ya que se suponía que alguien conocido de dostoievsky formaba parte del equipo de paramédicos. "¿Quién iba a pensar que vería un envenenamiento agudo por cianuro en mi segundo día en Rusia?", musitó en voz baja para que nadie más pudiera oírle.

Dostoyevsky lo miro con una sonrisa. "bueno, les da sabor a las cosas, no crees lo mismo?"

"como hiciste para meterlo en su sistema?" dostoyevsky señalo una sastrería mientras caminaban por la calle.

"él había ordenado un nuevo traje para la ocasión y su habito de morderse las uñas cuando estaba estresado"

"entonces, llenaste su traje de cianuro?" eso se sonaba excesivo.

"solo sus bolsillos" dazai hizo un sonidillo de canturreo.

"lo suficientemente concentrado para tener efectos inmediatos?" dostoyevsky lo ignoro mientras pedia un taxi para ellos. "a dónde vamos?".

Dostoyevsky lo miro sonriendo con una leve inclinación de cabeza. había algo seductoramente amenazador en su fría mirada. sin mediar palabra, miró al conductor. el rubio se limitó a devolverles la sonrisa.

El carro paro en frente del hotel, sorprendiendo a dazai. ¿Como sabia el dónde se estaba quedando? Dazai salió del carro, cerrándolo y se asomo por la ventana. "quieres subir conmigo?" dostoyevsky asintió al taxista antes de encogerse de hombros.

"no veo por qué no".

Los dos se adentraron a la habitación de hotel y se sentaron mientras dazai le ofrecía unos cuantos vasos de sake. Le ofrecio un vaso, y mirando a dostoyevsky inspeccionarlo minuciosamente "no lo he enveenado o algo asi" el se rio, mirando a dostoyevsky tomar un tentativo sorbo mientras dazai se encogía de hombros y se aflojaba la corbata. "¿Por qué el diplomático?"

Dostoyevsky tarareo. "¿por qué no?"

"bueno, matar a un diplomático atraerá mucha atención pública, lo cual nunca es bueno, entonces, por qué el diplomático?" dostoyevsky simplemente sonrió, apoyándose en su brazo libre.

"exacto". el miro alrededor de la suite frunciendo el ceño. "¿quieres un apartamento?"

"¿me vas a dar uno?"

Dostoyevsky lo miro de vuelta. "¿quieres uno?"

Dazai lo pensó, comparando los pros y contras. Dostoyevsky, por un lado, era un hombre que claramente era capaz de matar a una persona de alto estatus político de forma poco discreta. Y por otro lado, no había razón de parte de dostiyevsky para mentir al respecto. Después de todo, no es como si el supiera quien era. "no, está bien."

Dostoyevsky se encogió de hombros, tragando el resto de su bebida. "lo que quiero saber es, ¿Por qué el diplomático?"

El contrario saco su teléfono, chasqueando su lengua

"lo siento, me tengo que ir."

"¿ni siquiera puedes responder mi pregunta?" dazai pregunto con una pauta. El hombre se detuvo, mirando al ex mafioso antes de voltearse e irse.