- Lo primero es que se una a esas porristas y darles a esas mujeres un círculo mágico... Supongo que tendré que usar mi poder de persuasión... Al hablar en sueños a está mujer se verá influida... y pronto se convencera de unirse al equipo... - comentó el ojiverde
Entonces volvió a su forma de murciélago para dormir en su jaula. Aún tenía planes para realizar, si quería recuperar su poder y regresar al infierno, le quedaba un largo camino, sin embargo sus más de 2 mil años de experiencia debían de ayudarle. Unas horas más tarde sonó el despertador, por lo que iba a iniciar su nueva rutina. El pequeño animal le sugirió su nuevo conjunto de ropa, la pelirroja aceptó con una sonrisa. El par salió para dirigirse a la escuela, sin embargo estaba nuevamente el grupo de monjes ahí, siguiendo a la dama a solo unos pasos, alterando al demonio. Por lo que asustada la chica llamó a la policía, estos acudieron rápidamente, ya que había varios testigos y testimonios que comentaban el acoso de este grupo de hombres hacia estás jóvenes. Ver como se llevaban en patrullas a los religiosos alegró al vampiro, así no tendría que soportar esos horribles rezos.
Ciffer estaba preocupado, era uno de los demonios de mayor rango, que dirigía a otros a cumplir con los acuerdos que se tenían con los ángeles. Su trabajo era muy importante, porque gracias a eso había nuevos cuerpos para las almas que creaba Dios. Era el único pecado necesario para la prosperidad de la humanidad, por lo que era tolerado por el cielo, al igual que sus subordinados. El alado casi nunca dejaba el infierno, no era necesario, solo debía ampararse en el instinto más primitivo, la reproducción para llevar a todo ser vivo la tentación. Así que debía darse prisa en volver, pero para completar su plan alguien debía abrir la puerta al infierno, los inútiles qué lo llamaron no completaron el ritual, por eso estaba en esa situación.
Afortunadamente para él, su magia funcionó y el grupo de deportistas, nuevamente se reunió junto a su benefactora. Estos jóvenes ya no dejarían de sentir su deseo, no importa a dónde fueran, por lo que seguían alimentando a Ulquiorra. Pero sólo un salón de clases no era suficiente, necesitaba más, muchos más. Ahora tenía un segundo problema, todos estos estudiantes querían a Orihime, más de uno le propuso ir a citas y ser u novio; cosa que no forzosamente le ayudaba. Sí le servía que la doncella tuviera relaciones sexuales porque aquello era su forma más pura de la lujuria, pero sería solo de un hombre, por lo que disminuye la cantidad de personas que la miran por ser pareja de otro, incluso los celos podían hacer que perdiera más seguidores. Por lo que no le convenía que en el futuro próximo la pelirroja se hiciera de un novio, era mejor ser la más deseada.
Todos los nuevos amigos de Inoue le dieron su número de contacto para platicar por medio de mensajes, para invitarla a salir. Afortunadamente la niña era muy tierna, tímida y reservada por lo que no sabía que contestar a las intenciones de estos muchachos. Por lo que algunas propuestas se quedaron sin respuesta. Al paso de las horas y las clases llegó el momento de ir a dormir, la pelirroja le dio de comer, lo puso en la jaula y se fue a acostar. El demonio al igual que la noche anterior salió de su prisión para tomar forma humana, así podía comer con mayor tranquilidad. Esta vez no había frailes por lo que podía actuar sin molestias.
- Únete al equipo de porristas... así no perderás a tus nuevos amigos... Todo el mundo va a amarte... - le susurro al oído el pelinegro a la chica
En sus sueños la pelirroja podía ver la figura lejana y borrosa de un joven muy guapo.
- Tendrás nuevas amistades con las porristas, nadie te va lastimar... Ellas te van a cuidar... - siguió susurrando el demonio
Después de varias veces de hablar al oído de la mujer, se sentó largo tiempo a revisar revistas, libros y postales de la estudiante. Luego de analizar un rato se puso a dibujar, diseñar pequeñas tarjetas usando la más hermosa y elegante letra cursiva.
- Bien, es suficiente para mi plan. Cada vez que alguien reciba uno de estos pequeños círculos mágicos, hará un pacto conmigo... Así convertiré a esa universidad en mi propia secta... para regresar al infierno... - dijo el caballero guardando celosamente sus papeles debajo de la jaula
Con cierta nostalgia suspiró el demonio y se transformó en murciélago para dormir un poco entre los suaves senos de Orihime. Mientras tanto en la estación de policía, los oficiales les daban oportunidad a los monjes de llamar a sus superiores en la iglesia. El exorcista pelirrojo llenaba sus reportes cuando escuchó el teléfono.
- Bueno, iglesia de San Rafael Arcángel... - dijo con monotonía el de hábito
~ Ichigo, estamos en la estación, detenidos por acoso sexual... ~ dijo un misionero bajo la vigilancia de los policías
- ¿¡Qué!? ¿No hay nadie con el demonio Asmodeo? - dijo alarmado el sacerdote que se puso de pie de inmediato
~ No Ichigo, hasta las 5 para hacer el relevó... ~ dijo con vergüenza el monje
- Iré enseguida, pero tendré que notificar al arzobispo... Dime la dirección... - comentó el de ojos avellana anotando en una libreta
Furioso colgó el viejo teléfono.
- ¡Chad! ¡Ishida! ¡Venga por favor! - llamó a sus compañeros el religioso
Los dos solicitados no tardaron en ir a la oficina.
- ¿Por qué ese tono Kurosaki? - preguntó irritado el de lentes
- Detuvieron en la delegación al grupo de monjes qué seguía a Admodeo... Debo ir a sacarlos... Ayúdame a llamar al arzobispo... Ichimaru Gin... y Chad... Ve por las limosnas... reúne está cantidad y vamos... - dijo el pelirrojo
Ichigo le extendió al par la pequeña nota, el de piel morena la sujetó un momento para leer la cifra. Lo cuál casi les detiene el corazón a los dos católicos, la fianza de los compañeros.
- Esto es la reserva de comida del resto del mes de nuestro monasterio... Nos deja apenas con una comida al día por más de 15 días... - comentó Uryuu
- No podemos dejar a los demás en la estación... ¿Qué imagen, qué principios, qué valores estaríamos demostrando? - dijo el pelirrojo
- Y, ¿qué vamos a hacer con Asmodeo? - dijo el alto castaño
- Vamos a buscar otra manera de atrapar a ese demonio... pero por el momento hay que ayudarle primero a los monjes... Ese demonio está debilitado... No puede huir... Tenemos tiempo... - dijo el de ojos avellana
- ¿Cómo lo haremos? Hasta ahora no ha servido seguir a la señorita Inoue... - insistió el de gafas
- Cuando nos recuperemos del castigo del arzobispo... de la pérdida de las limosnas... Entraremos a la universidad... Por ahora hay que averiguar todo lo que podamos sobre esa señorita... ¿En qué año va, que carrera estudia, si trabaja, qué aficiones tiene? Porque así encontraremos la oportunidad para atrapar a Asmodeo... - dijo el pelirrojo
Por otra parte Ciffer seguía susurrando cada noche al oído de su salvadora, la imagen de aquel hombre se hacía más cercana y más clara en su mente. Por lo que ese viernes en la noche la dama había tomado una decisión.
- Bueno, pequeño Ulquiorra, mañana es la práctica de las chicas... y gracias a ti he podido hacer nuevos amigos... - dijo la de ojos grises abrazando al animal
El ahora sano murciélago, ya sin heridas se acomodaba en su pecho, con mil cosas en la cabeza.
- Por eso, ya se que voy a hacer... - comentó la estudiante
~ Espero que la haya convencido con tan poco tiempo. Mi padre estará furioso conmigo si no regresó pronto... Yo no soy como los irresponsables de envidia, Leviatan, y codicia, Mammon... Debo volver o este mundo tendrá grandes problemas... sin el control de los íncubos y sucubos... ~ se dijo el agobiado ojiverde
-------------- Capítulo completo --------------
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El vampiro en mi pecho
FanfictionInoue Orihime es una reservada estudiante de biología. Kurosaki Ichigo es un sacerdote exorcista. Y Ulquiorra Ciffer es uno de los demonios más poderosos del infierno. ¿Qué puede salir mal? Eso es lo que cuenta está historia.