Luna de miel PARTE 3

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ADVERTENCIA: Contenido +18

—¡Para nada!, puedo obtener una vista bastante agradable de esto— dijo casi jadeando.

—Travis— rio. —Debo colocarme el protector solar—

—De eso me encargo yo— con una enorme sonrisa tomó aquel frasco y se colocó en las manos. —Si no te molesta, voy a empezar desde abajo—

Ella rio, sabiendo que no iba a poder concentrarse nada con la parte trasera de su traje de baño, convenientemente el gigante ya estaba esparciendo el bloqueador en su trasero.

—Podría montarle un monumento a tu trasero, Tay—

—Deja de decir locuras— estaba riendo.

Se tomó su trabajo muy en serio, colocando todavía más protector solar en su cuerpo, yendo por las piernas, con cuidado de no dejar de lado ningún sitio, no quería que sufriera quemaduras, eso podía ser incómodo, le puso en todo el cuerpo, ya cuando le tocaba en la parte del frente, su punto era uno solo.

—Te morías por llegar ahí, ¿Verdad? — ella rio.

—No puedo negarlo— se encogió de hombros y le puso protector solar en los pechos, con todo el cuidado que esto requería.


Pudieron oír el sonido de un auto que pasaba por ellos, así que Taylor ya no tuvo la oportunidad de realizar lo mismo con él.

—Yo me lo pongo en el auto, debemos irnos— rio. —Vamos—

Alex los esperaba afuera para llevarlos con un guía turístico que los trasladaría en bote a una playa privada, los transportaron al bote, Travis ayudó subir a su esposa y luego él, el guardaespaldas iba vigilando todo, porque en el momento que la gente supiera que Taylor Swift se encontraba en el lugar, no dudaba que curiosos se acercarían a molestar u obtener imágenes de ambos.


Acabando el recorrido llegaron a la preciosa playa, la arena era tan suave como si pisaran nubes, las rocas y algunos árboles y palmeras que formaban parte de la fauna del lugar adornaban naturalmente, lo que lo volvería un viaje inolvidable.

Kelce ayudó a bajar a Taylor, ella estaba encantada con todo lo que miraba, se moría por entrar al agua, pero primero quería tomar un poco de los rayos del sol, colocaron una toalla y algunas cosas en la fina arena, comida, música entre otros objetos necesarios.

Taylor se quitó los lentes de sol un momento y se tiró a la toalla sobre la arena, Travis hizo lo mismo al lado de ella, la rubia no quería tener los rayos del sol directo en la cara así que se acomodó, pero boca abajo, Kelce se quedó boca arriba, un baño de sol por unos minutos sería relajante antes de adentrarse al mar, la mano del enorme hombre se miraba inquieta, ¿Cómo iba a concentrarse con semejante bikini?, se moría por meter la mano en otros sitios, Alex lo iba a ver, además del sujeto que manejaba el bote y algunas personas que traían comida y bebidas para vender, lo máximo que pudo hacer fue colocarle la mano en su trasero y dejarla ahí, moviendo un poco los dedos con el claro deseo que debía ahogar.

La rubia sintió la mano de su esposo sobre ella, así que llevó su mano al hombro de Kelce, pudo ver que sonreía.


Siendo en ese momento casi las nueve de la mañana, el calor no estaba en su punto más alto, pero se podía sentir mucho para quienes no estaban acostumbrados al clima, Taylor se levantó y Travis lo hizo igual.

—¿Vamos al mar? — ella preguntó.

—Sí, es buen momento—

—Un minuto— se sirvió cerveza. —No me juzgues, pero estos son los últimos días en los que beberé— sorbió su bebida.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora