Estoy dolido, ¿y qué?

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Jake podía mencionar el instante exacto donde supo que ya no había un "nosotros". Aunque, ¿alguna vez lo hubo? El peli azul no podía recordar ni siquiera un momento sano entre los dos. Por lo que, muy, pero muy dentro de él, no estaba sorprendido de que las cosas acabarán tan mal. En cambio, ¿estaba dolido? Demasiado. Puede que no hayan sido nada, aunque esperaba que aún lo fueran, pero sin duda el acto musical le caló.

Su cerebro le gritó que aquel beso entre Tom y Aiden era solo parte de la actuación. Campamento Desventura All Stars era una competencia, a final de cuentas, en donde el premio eran tres millones de dólares, ¿quién no haría hasta lo imposible por ganar? Quizás él. Realmente no se estaba esforzando en los desafíos, siempre se encontraba divagando en el inexistente "nosotros" entre su casi nada y él. Claro que, no todos estaban tan metidos en su cabeza como él. Jake más que nadie sabía lo que era vivir con problemas económicos, por lo que debió suponer, otra vez lo ignoró, a propósito, que los participantes harían lo que fuera para ganar. Así que, el que su casi nada se besará con el chico bonito, que tenía novio, al final del acto musical, bueno, no debió sorprenderlo.

Pero lo hizo. Y no solo eso, no solo logró que sus manos temblaran y que su corazón se agrietará, sino que también provocó que un torbellino de emociones, todas negativas, lo invadiera. 'Nunca seré suficiente' 'Lo besó porque es más lindo' '¿Por qué no puedo ser igual de bonito que Aiden?' 'Todo es mi culpa' 'Quizás si fuera mejor...' 'Tal vez si no hubiera eliminado a James' 'Tom es mucho para mí'. Jake no pudo evitar sentir que su mundo se quebraba. Su corazón sangraba, pero no podía llorar. Su equipo había pasado media hora maquillándole la cara como para que él lo arruinará dos minutos antes de su presentación.

La cálida sensación de Ashley, una de las pocas personas que nunca lo juzgó, no hizo más que agrietar su corazón. Aquella muchacha no debía porque verlo en su peor momento, pero aquí estaba, lista para consolarlo. 'Soy el peor amigo del mundo, soy lo peor', pensó abatido el peli azul.

Se sentía del asco, cada fibra de su cuerpo quería tirarse a llorar, pero no podía. Se mordía tan fuerte la lengua para evitar desquitarse, gritar, reclamarle a su casi nada por aquel beso. Pero sabía que sería en vano. Aunque le doliese, Tom y él no eran nada... Para el pesar de Jake, no eran nada y, a como veía las cosas, jamás volverían a ser algo.

Así que, juntó las piezas de su corazón y prefirió fundirlas. Si no podía llorar, al menos se enojaría. Gritaría por lo injusta que era la vida. Se enojaría por aquella horrible situación. Maldecía en su mente cada momento en que trató de hablar con Tom, pues el susodicho lo ignoró. Sí, puede que Jake lo haya arruinado. No había sido lo más inteligente confiar ciegamente en Ellie, pero ella era su amiga, a la cual extrañaba, aunque lo negará, pero debió de haber hablado con Tom. Lo habían prometido, él se lo había jurado. ¿Pero qué hizo él? Tiró todo ese avance al caño, concluyendo con la eliminación de su amor, el cual terminó odiándolo; aunque no lo culpaba, si hasta Jake se odiaba a sí mismo.

Mas, ¿fue todo su culpa? No, jamás lo fue. Tanto Jake como Tom compartían la carga, pero al parecer él fue el único que quiso tomar responsabilidad de sus actos. Trató de hacer las paces con el ex espía, pero ni una llamada le contestó. Simplemente, fingió que el peli azul no existía, aun cuando eso solo le generaba más inseguridades. Así que, sí, Jake tenía todo el derecho de estar furioso, enojado, enfadado con el policía. Aquel hombre que solo lo molestaba y le generaba más inseguridades.

"¿¡Viste eso!?" Reclamó el peli azul a su amiga, la cual solo pudo mirarlo apenada. Jake sabía que no debería estar actuando así, Ashley no tenía la culpa, pero no podía controlarse.

"No vendas la piel del oso antes de cazarlo." Declaró la muchacha, agarrando suavemente las manos del otro chico. Ashley sabía que Jake no era muy bueno manejando sus emociones cuando se trataba de Tom, así que, cada que el nombre del susodicho salía en la conversación, trataba de ser lo más empática posible. "Asegúrate de que los dos hablen pronto."

"Pero todo lo que hago es hablar pronto con él. ¡Él no quiere hablarme!" El muchacho solo pudo recordar todos aquellos momentos donde trató, fuera y dentro de la competencia, de entablar conversación con Tom. Pero, en cada escenario, siempre se repetía el mismo final: lo ignoraba. Ya no podía soportar el dolor de ser tratado tan inhumanamente. Sí, la arruinó al no confiar en, aquel momento, su pareja, pero intentó disculparse, ¿y qué ganó? Que le dejarán más traumas que resolver en terapia.

Si ambos estaban mal, ¿por qué Jake era el único que sufría? Tom se veía tan feliz, tan confiado al lado de Aiden. No podía evitar sentir celos y hasta odio hacia el perfecto muchacho. En tan solo diez días se pudo acercar más a Tom de lo que Jake pudo en dos años. Dos años en donde no hizo más que mandar mensaje tras mensaje, llamada tras llamada para terminar siendo ignorado. ¿Y cuándo se vieron en el avión? Peor aún, si antes lo dejaba en visto, el peli azul aprendió a las malas que también se puede ignorar a la gente en persona.

"Se la pasa evitándome, pero, oooh, ¿le parece bien besar a Aiden frente a mí?" Muy dentro de él, sabía que no tenía por qué enojarse. Tom y él no eran nada, pero aún le dolía que se besará con alguien más frente suyo. Jake sintió como si no valiera nada, como si aquellos momentos que pasaron juntos fueran solo importantes para él. Quizás para Tom fue solo una experiencia, pero para Jake lo fue todo. "¡Se acaban de conocer!, ¿qué clase de estrategia está jugando?" Su pánico y estrés no pudieron hacer otra cosa que crecer. ¿Por qué siempre le tocaba pagar los platos rotos? El peli azul estaba harto de ser la segunda opción de todos, de ser aquel juguete que podían usar a su favor y, cuando ya no les fuera útil, tirarlo sin preocuparse como quedó.

Tom, Ellie, Alec, ¡cada maldita persona en el campamento había sacado provecho de él! Ya ni siquiera podía confiar en sí mismo. Tenía miedo que incluso Ashley quisiera usarlo, después de todo, no sería la primera vez que lo traicionarán.

"Sé que es mal momento, pero usa tu ira para la canción." Jake quiso llorar ante el comentario. Sabía que la rubia no lo decía con malas intenciones, porque, si lo pensaba más racionalmente, aquella era la mejor solución para sus problemas. Mas, estaba tan cansado de pasar por la misma situación tantas veces que simplemente quería tirarse al piso a llorar. Pero no podía, su equipo estaba a nada de presentar y él iba a cantar. Necesitaba ser fuerte por los demás. Debía sacarle provecho a este remolino de emociones negativas y usarlo para qué ganarán la competencia de canto.

"¡Puedes hacerlo! Estamos por comenzar." Animó la muchacha. Jake le agradeció, apretando las manos de la rubia de forma suave, brindándole un intento, fallido, de una sonrisa. Sí, estaba a nada de tener una crisis nerviosa, pero primero iba a ir a cantar y, de paso, a tirarle un poco de indirectas a su casi nada. Total, ya todos lo tachaban de tóxico egocéntrico mimado, quizás era momento de darles la razón y aceptar que, por más que tratará de cambiar, la gente jamás iba a soltar su pasado. 'Si no puedes con ellos, úneteles', pensó amargamente, pero sobre todo enojado. No le importaba el odio que iba a recibir al subir al escenario, él solo quería desahogarse y ya.

'Si Tom quisiera arreglar las cosas, ya hubiéramos hablado.' Decidido, tomó el micrófono, mirando por última vez al chico que una vez prometió cuidarlo y que ahora no hacía más que dañarlo. 'Espero y hayas disfrutado tu actuación, porque yo no me voy a limitar.'

La guitarra de Ashley empezó a sonar y, a pesar de no poder recordar claramente lo que pasó, Jake sabía que cada palabra que salía de su boca sabía a verdad.

estoy dolido, ¿y qué? jakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora