Prólogo

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Quema... quema... duele...

Era lo único que podía pensar un muchacho muy joven y delgado. No podía oír nada. Su olfato solo captaba humo y calor, mientras que no podía ver ni sentir nada más que un dolor intenso y constante.

De repente... dejó de sentir dolor...

Lo... ¿lo logré? ¿Logré eliminar al titán colosal?

Pensó el chico, pero luego, sentía que sus pensamientos se volvían más difíciles de formular. El chico inmediatamente supo lo que estaba pasando y sonrió mentalmente.

Al menos... logré ayudar a la humanidad...

Pensó con tristeza el muchacho...

De repente, el chico abrió los ojos inhalando con mucha fuerza, luego, jadeaba mirando los lados.

¿Estoy vivo? ¿Cómo? ¿Dónde estoy?

Pensó el chico comenzando a aterrarse al no reconocer muchas cosas del lugar.

Está en un cuarto oscuro, con muchas cosas lujosas, resaltando la cama que es muy cómoda y majestuosa.

Vio un logo que nunca reconoció, no era del cuerpo de exploradores, de la policía o de la guardia del rey. Se levantó bastante shockeado y aún más al ver su cuerpo y ropa intactas sin daño alguno.

Vio la puerta, se acercó lentamente y la tocó.

Nunca vi puertas de este tipo... ni siquiera en los libros de historia de la humanidad.

Agarró la manija o jaladera de la puerta, la intentó abrir con lentitud, pero tenía seguro. El chico observó el hoyo y se dio cuenta de que necesita la llave, haciéndolo suspirar.

No importa, me ocultaré y veré la oportunidad de escapar, me gustaría explorar este lugar, pero no puedo saber con seguridad lo que quieren ellos de mi, al menos sé que no muerto.

El chico se puso debajo de la cama y se quedó a esperar. Pasaron algunos minutos, y alguien apareció de la nada.

—Esto es muy cansado, aterrador y estresante.— Dijo un hombre de forma imponente pero con un tono estresado.

El chico abrió los ojos en shock.

¡¿Cómo entró aquí?! ¡No vi la puerta moverse y no hizo ningún sonido!!! Un momento... ¿cómo es que no ha reaccionado el hecho de que no esté aquí? ¿No sabe que estoy aquí? ¿Será un intruso?

El chico tan solo miraba con ansias la puerta, pero pudo ver una ropa morada y elegante arrastrarse por el suelo, dando pasos con un sonido muy extraño.

Sus pasos son extraños... no tienen zapatos pero es... raro... su sonido... además de que son anormalmente ligeros que no van acorde su voz. Tengo que encontrar la oportunidad de escapar.

El chico esperaba una oportunidad, pero no la halló, sin embargo, un gran peso se impuso en la cama.

—¡Ah!!— Reaccionó el chico, solo para taparse la boca en shock... con el miedo en aumento... pero rápidamente, una aura verde lo calmó.

De repente la cama se levantó, y el chico... vio a un esqueleto vestido majestuosamente, muy grande para un ser humano incluso humano. Sus ojos destellaban de un intenso pero concentrado carmesí, sus colmillos pedían a gritos una masacre total, su ropa consistía en una túnica grande de diferentes tonos de morado, con un yugo de hueso con anillos dorados en la cima de su espalda, muy exagerada pero que de alguna forma le queda muy bien al esqueleto.

El chico comenzó a temblar de horror... lo que acaba de ver... no era humano...

Se dio una cachetada... pero no estaba soñando.

Armin reencarnado en OverlordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora