Después de desaparecer misteriosamente junto a su hermano mayor en la mansión "embrujada" de Agdeog, y olvidar por completo su pasado, Jungkook, quién ahora trabaja como reportero en la ciudad de Seúl, comienza a investigar "La leyenda de Agdeog." U...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
⚜️💜🐰🐻💚⚜️
Al amanecer, Jungkook se encontraba en su habitación, llenando su bolso con todas las cosas esenciales que necesitaría para su viaje de regreso a Seúl. El sol comenzaba a asomarse tímidamente por la ventana, iluminando la habitación con su cálida luz matutina.
Justo en ese momento, su madre entró en la habitación con un aire de nostalgia en sus ojos. Observó a su hijo mientras este terminaba de organizar sus pertenencias, sabiendo que pronto estaría separado de él sin saber por cuánto tiempo. Se acercó lentamente y lo envolvió entre sus brazos con un cariñoso y reconfortante abrazo.
—¿De verdad tienes que irte, hijo?
—No quisiera hacerlo, mamá. Pero antes de venir aquí, tenía una vida en Seúl. Allá vivía con mi otra madre. También tengo un trabajo, el cuál no he dejado y tengo que hacerme responsable por el tiempo que estuve ausente.
—Entiendo, hijo —acarició su rostro. —No podré acompañarte al aeropuerto, hoy vendrá el nuevo capataz que irá a sustituir a tu padre, y tengo que atenderlo.
—No te preocupes, mamá —besó su frente. —Arreglaré todo para que puedas visitarme en Seúl...
—No quisiera separarme de ti otra vez, pero sé que tienes cosas que hacer.
—Te amo, mamá...
—Yo también te amo, mi pequeño.
Entre susurros dulces y suaves palabras, Se Ri expresó su amor y apoyo incondicional hacia su hijo. Le deseó un viaje seguro y exitoso, recordándole que siempre estaría en su corazón, sin importar la distancia que los separara.
Jungkook asintió con gratitud, sintiendo el amor y la calidez de las palabras de su madre. Apreció sus palabras de aliento y le aseguró que la extrañaría mucho durante su estancia en Seúl. Con el corazón hecho pedazos y una profunda tristeza que lo agobiaba, se dirigió a la salida. Se despidió de su madre, y de su buena amiga Bonita antes de subir al taxi que se lo llevaría al aeropuerto.
Esa misma mañana en la que Jungkook se dirigía al aeropuerto, Taehyung despertó con un sueño que dejó un vacío y una tristeza profunda en su corazón. A medida que se despertaba lentamente, las imágenes del sueño aún se aferraban a su mente.
El sol se filtraba suavemente por la ventana, pintando el ambiente de tonos cálidos, pero Taehyung no podía evitar sentir una especie de melancolía dentro de sí. Los recuerdos de los momentos compartidos con Jungkook inundaban su pensamiento, creando una sensación de nostalgia anticipada.
Mientras se preparaba para enfrentar el día, Taehyung tomó su teléfono después de haberlo abandonado por tantas horas y vio que este estaba lleno de mensajes y llamadas perdidas. «¿Por qué todos me llaman con tanta insistencia?» Murmuró preocupado.
