Clair de Lune | Chaesoo

Capítulo 1 - La Chica en el Piano

Los acordes llenaban la sala de una manera casi imposible, con los ojos cerrados, sus dedos finos tocaban el marfil del piano una y otra vez. Cuando se concentraba, Roseanne podía sentir las vibraciones, la tensión y su corazón al mismo tiempo. Incluso de niña pensaba que de concentrarse más podría sentir la sangre correr por sus venas.

Estaba acostumbrada a tocar en la oscuridad, desde que aprendió de memoria la ubicación de las piezas no se preocupó por abrir sus ojos al menos que tuviera que leer. Agudizaba sus sentidos, o al menos eso pensaba ella.

El sonido estridente del timbre la hizo salir de su transe, un acorde desentonado se abrió paso y la hizo gruñir antes de abrir sus ojos.

Ella tomó su bolso y sacó las partituras del atril para dirigirse a sus clases. La universidad se había vuelto lo único en su vida, además de la música. Nunca salía con nadie, o hablaba con nadie. Era difícil para ella, incluso cuando tenía tantas cosas en mente que no sabía como explicar, no tenía idea cómo llegar a un compañero de clases y sacar un tema de conversación. Por eso también le gustaba el piano, era un instrumento que se podía tocar solo. Un alma solitaria y melancólica.

De cierta manera, como ella.

Rosé entro en su clase y se sentó, encerrada en su mente no se había percatado de que alguien la había seguido con la mirada.

...

-No sé para qué te hablo si no me escuchas.-reclamó Jennie y Jisoo resopló.

Se había distraído un poco viendo a una chica batallando con sus partituras. Estaba caminando algo rápido antes de entrar al salón, así que no se preocupó por perseguirla.

-No seas dramática.-le dio una mirada de reproche a su amiga- Solo dejé de mirarte quince segundos, tonta.

-Es más que suficiente para que perdieras el hilo de la conversación.-se cruzó de brazos- ¿A quién miraste?

Ella se giró, y vio el patio vacío.

-Vi al fantasma de tu humildad.-y empezó a caminar a la salida.

-¡Chuuu!-Jennie fue tras ella- ¿Irás a tu casa?

Asintió a regañadientes.

-No estoy soportando últimamente estar en mi casa.-dijo por lo bajo.

-Vas a tener que vivir conmigo.-bromeó Jennie, golpeando un poco un hombro.

Jisoo dejó salir una sonrisa.

-Por donde va esto, es una opción demasiado válida para mi gusto.-se giró para caminar de espaldas- ¡Estoy apunto de mandar todo a la mierda!-gritó y los de seguridad hicieron "shhh".

-Perdón, mi amiga es esquizofrenica.-el de seguridad las miró mal- ¿cierto, Chu?

-No soy Chu, soy un elefante.

-¿Lo ve?

Y siguieron caminando, ocultando sus risas.

Por esos segundos se le había olvidado que seguramente su familia iba a desheredarla uno de estos días, y se convertiría en unas de esas huérfanas sociales. No le hablarían más, eso era seguro.

Jisoo tenia cinco años trabajando en secreto para ahorrar dinero para cuando pasara. Tomando clases de actuación, haciendo teatro y todas esas cosas que sus padres condenan, además de... ese asunto que aún no planeaba decirles, si planeaba decirles en absoluto.

Lo más probable, era que sus padres la sacaran de la familia antes de saber que le apasionaba el teatro y le gustaban las chicas y los chicos. Casi por igual. Pero no era algo pasarian por alto. Recordando que cuando tenía trece años la llevaron al psicólogo porque dijo que quería un skate. Solo por eso.