Consecuencias

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Estaba durmiendo hasta que sentía como alguien me llamaba y también movía mí cuerpo, cuando abrir los ojos rosa estaba frente a mí.

-Rosa, que pasa linda?

Pregunte con los ojos cerrados y la cabeza apoyada en la almohada.

-Hay un hombre ahí.

Mire en dirección a lo que apuntaba rosa, Nathaniel estaba en la ventan recostado en el borde fumando, me levanté y fui a verlo, abri la puerta, el frío golpeaba mí rostro recién despierto, me acerqué a él mientras el se enderezaba, comence a en volver en mis brazos, apoye mí cabeza en su espalda, estába frío.

-Estas bien?

Pregunte pero no humo respuesta, solo el silencioso viento que nos rodea.

-Es mentira.

Responde el con el cigarro en la boca, voltea si quitarse mis manos de encima.

-Lo de psicosis, no sufro de eso.

-Y de que sufres?

Pregunte mientras el tiraba la ceniza del cigarro.

-De nada, solo pienso que hacer.

-En que piensas ahora?

Pregunte con mí cabeza en su pecho escuchando el latido de su corazón.

-Pienso en que metiste cuando me dijiste que Owen no era el hombre de tus pesadillas, en que me desobediente al bajarte del caballo y que acostaste a una niña en mí cama.

Pienso antes de responder, ¿debía responder a todas sus acusaciones o solo debía responder por rosa?

-Y dónde iba a dormir?

Pregunte con un tono sarcástico.

-Pues ahora haré que preparen un cuarto para ella y dormirá junto a nuestra habitación.

-Solo tiene 7.

Respondí de manera enojada ante lo que el iba hacer.

-Y?

Responde después de expulsar el humo de su cigarro.

-Quiero que duerme con nosotros.

Dije firme y sin desviar la mirada de sus ojos.

-Que ofreces?

Mire confundido a Nathaniel, el apaga su cigarro.

-Todo tiene un precio lisi, si quieres que la deje dormir con nosotros debes ofrecer algo.

Pensé antes de hablar,¿ que podría querer de mí? Pensé en ofrecerle cojer pero aún no estaba lista para eso.

-Mi cuerpo.

-Tu cuerpo?

-Te permitiré hacerme lo que quieras, menos cojer me a cambio de que ella duerma con nosotros hasta que yo diga.

Una sonrisa salió de rostro cansado, sus ojos estaban cansado, parecía que no había dormido durante días.

-Ahora hay que comer, llave te a la niña a desayunar.

Dijo sacando mis manos de el, me dirigió a la puerta, volteo a verlo y sigue de la misma manera que lo encontré fumando en el borde.

-No vienes?

Le pregunté con la puerta entre abierta.

-No.

Responde sin darse la vuelta para mirarme, al entrar rosa estaba tapada hasta la cabeza con las frazadas, la saqué de ahí y la lleve para desayunar, al salir de la habitación Jonh nos recibió, tenía una sonrisa gigante en su rostro, nos acompaño a la sala, las sirvienta nos trago café con media lunas bañadas en chocolate.

CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora