—Luces increíble, amor —escuchó la dulce voz de Jungkook a sus espaldas.
El pelinegro prometió que irían a cenar esa noche a un restaurante muy bien ubicado en el centro de Paris. Si, habían viajado a Francia para pasar su aniversario, justo hoy estaban cumpliendo tres años como pareja enlazada.
Su pequeña hija se había quedado en Londres junto con sus abuelos. Jungkook había planeado ese viaje específicamente para ellos dos, aunque su alfa aullara al extrañar a su bebé. Jimin tampoco estuvo muy convencido de dejarla, pero su madre prometió cuidarla bien por esos dos días.
Así que ambos se despidieron de ella y el omega hizo a sus padres jurar que cuidarían de su cachorra con su vida. Ellos aceptaron cuidar a Jia porque la adoraban.
Entonces ahí estaban, habían llegado por la mañana a la capital de Francia y se pasaron toda la tarde recorriendo la ciudad hasta que tuvieron que volver a su hotel porque el alfa quería llevarlo a cenar.
Jimin miró por el espejo a Jungkook, el cual estaba apoyado en el marco de la puerta de la habitación. Le sonrió con coquetería y su alfa se acercó pasando los brazos por su cintura.
—¿Crees que me veo bien? —preguntó el rubio, acariciando el dorso de la mano de Jungkook. Se miraron fijamente a través del espejo de cuerpo completo.
—Eres perfecto, cualquier cosa luce maravillosa en ti, mi precioso omega —respondió tomando su cintura y girándolo con delicadeza. Jimin aprovechó el quedar frente a él para darle un beso en los labios.
El mayor le correspondió y cuando creyó que era suficiente, se separó de Jimin, sin embargo, el más bajo tenía otros planes y no dejó escapar tan fácilmente a su alfa. Volvió a besarlo, pasando sus manos por sus hombros, sintiendo la gruesa tela del traje que portaba. Jungkook pasó sus manos por la cintura de Jimin y delineó con su lengua los suaves labios de su pareja.
El omega soltó un pequeño gemido cuando se pegaron más, bajó sus labios por el cuello de Jungkook, dando pequeños besos y mordiscos a la tersa piel. Estaba pasando la punta de su nariz, olisqueando su maravilloso aroma a café cuando sintió un tirón en su cabello, haciendo que levantara la cabeza y dejara expuesto su cuello. El mayor besó su fuente de aroma y luego su marca, habló con los labios pegados a su piel.
—Terminaremos esto cuando regresemos, ahora tenemos que irnos o llegaremos tarde para la reservación —dijo claro antes de alejarse del cuello del ojimiel y darle un último beso en los labios.
—Me calientas más cuando te pones todo mandón, ¿sabes? —exclamó Jimin, alisando el traje que traía puesto. Su alfa sonrió con suficiencia y negó con la cabeza antes de salir de la habitación, él lo siguió.
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—Esto es delicioso —exclamó Jungkook mientras saboreaba su Quiche Lorraine. Un tipo de tarta elaborada con huevos batidos, crema de leche y una mezcla de verduras cortadas.
Mientras que Jimin había pedido un Coq au vin. Una especie de estofado de pollo con verduras y vino tinto.
—¿A qué sabe el tuyo? —preguntó el omega después de masticar un bocado de pollo. El mayor tomó con su tenedor un pedazo de la tarta y le indicó a Jimin que se acercara. Él lo iba a hacer hasta que se dio cuenta de las intenciones de Jungkook—. Estamos en un restaurante de Paris, no puedes hacer eso.
—¿Por qué? ¿Acaso es ilegal? ¿Van a multarme por darle de comer a mi omega? No lo creo, vamos, acércate —pidió el alfa y Jimin accedió. Abrió la boca y probó lo que el pelinegro le estaba ofreciendo desde su tenedor. Abrió los ojos, sorprendido.
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the city lights ᡴꪫ kookmin
RomanceJimin está bastante cansado de su irritante jefe, pero en serio necesita el empleo. Aunque el omega no está dispuesto a seguir soportando abusos en su trabajo. Así que decide plantarle frente a su odioso jefe, que también resulta ser un atractivo al...