Cutty Flam [Franky] ~{ONE SHOTS}~

Attention needer

Ninguno sabía qué era peor, si los pervertidos del barco o la niña que se dejaba de ellos.

Poco conocías de los supuestos límites que tenían las mujeres con respecto a los hombres, nacida y criada en Amazon Lily decidiste escapar reencontrándote un año después con Lufy y su tripulación. Grata sería tu sorpresa al obtener un lugar en su navío como guerrera, pero, más grata era la aceptación masculina de allí.

-¿Puedo ver tus bragas?- Brook solía disfrutar de un show poco grato para las otras chicas. A su lado, Franky solía disfrutar de tu inocente mostrar.

-Hoy traje de otro color...- Levantas la pequeña falda ligeramente, mostrando la prenda ajustada que oculta tu intimidad.

-¡T/N!- Recibes el regaño de Nami.
-¿Qué te he dicho de estarte mostrando?- Se molestaba contigo, detrás de ella siempre estaba el cocinero esperando ver algo aunque su moral sabía que aprovecharse del momento no estaba del todo bien.

-¿Eh?-

-Ningún "eh", venga, no puedes mostrarle tus bragas a todo el que te lo pida-. Te apartó de ellos, logrando arrastrarte fuera de sus vistas.

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-¡Mierda!-

-¡Siempre metido en mi camino, ¿eh?! ¡Cabeza de mocos!-

-Shh...- Tu boca es aprisionada por la mano enorme de Franky. Habían dado a parar en una isla en medio de la obvia nada para buscar alimento. Pero es que, realmente parecías no poder evitar provocar al peliazul, siempre caminando justo frente a él, jugueteando con tu falda. Ahí es cuando empezó a entender que no eras realmente ingenua.
-Me las vas a pagar todas-. Gruñó entre dientes.

-¡No me molestes, cocinero idiota!-

-Franky...-

-Ahórrate las excusas...- Se inclinó, dando besos pegajosos a tu nuca y tras tus orejas, encendiendo tus mejillas con gasolina que recorre todo el cuerpo a bombeos.
-Levántate la falda...- Ordena en voz baja, tan baja que era poco propia de él. Tus manos, temblorosas de nervios, levantan la falda hasta mostrar lo que hay debajo de ella.

El cyborg se relamió los labios, no tenía este tipo de relación con una mujer hace mucho, y ya estaba un poco azulado de la espera. Quitó su mano de tu boca y se decidió a explorar la carne de tu trasero, amasando y contemplando lo amoldeable de ello.

-Te gusta la atención, ¿eh?- Susurró a tu oreja, soplando cálidos alientos que estremecer el ser. Ríes bajo, sí, tenía razón, algo que amabas era la atención que él y los otros tripulantes te brindaban al ser un poco más..., "accesible" y cariñosa.

-No creo que deba avergonzarme de ello...- Respondes.

-Es cierto..., pero no lo digas muy alto, nena-. Baja tus bragas con lentitud tortuosa a tu cosquilleo, apreciando el rojo destello de tu rostro apasionado.
-No querrás que nos escuchen..., arruinará nuestra velada...-

Su tono bajó a uno aún más grave cuando su miembro tomó lugar entre los dos cachetes que había estado amoldeabdo con dura suavidad. Suspiró, dejado que los vellos de tu nuca se rizen por instinto.

-Reconpénsame un poco...-

Tu cuerpo entendió sus palabras a pesar de la clara confusión por su desnudez. Nunca habías estado con un hombre, nunca habías visto a uno desnudo. Así que ese caliente, duro y a la vez suave, trozo de existencia suya te era algo raro. Más tus instintos te llevan a moverte lentamente contra él, disfrutando a la vez de una cosquilluda sensación que te había estado atormentando todos los meses que llevas en la tripulación.