La maldición de la luna falsa

Capitulo 18

Alan quedó sin aliento al escuchar aquellas palabras. Su corazón latía con fuerza, un sudor frío le recorría la frente.

-C-como que o-otro bebé....¿e-eso es un bebé? -preguntó con voz temblorosa, señalando la pequeña figura que se distinguía y a aquella masa oscura que decía ser otro bebé que lo rodeaba.

-Eso ya no es un bebé- Contestó severidad a su amado

La diosa examinaba con delicadeza la escena,no entendia como podia haber pasado aquello,suspiro para después mirar a la pareja.

-Debió haberse formado después del primero.....pero no logró completarse como tal......se ha deformado....algo debió interrumpir su formación y ahora es como un parásito que está consumiendo al bebé sano-

Las palabras de la diosa resonaron en la mente de Alan como un trueno. Un torrente de emociones lo invadió: miedo, ira, tristeza, confusión. No podía creer que algo así estuviera ocurriendo dentro de él, que su hijo, su pequeño ser de luz, estuviera en peligro.

Las lágrimas brotaron de sus ojos sin control.Envolvió su vientre con sus brazos buscando protección para sí mismo.

- Alan, no te alteres,puede que afecte más al bebé-La luna intentaba tranquilizar a su amado mientras sostenía el círculo.- ¿Se puede hacer algo para eliminarlo?

Ambos dioses se miraban a los dos seres, contemplando qué decisión podrían tomar. La situación era compleja y riesgosa. Eliminar la masa oscura podría afectar al bebé sano, pero dejarlo significaba condenarlo a muerte.

-Hay una posibilidad -dijo la diosa con voz grave-. Podríamos intentar realizar una separación mágica, extrayendo la masa oscura del cuerpo de Alan sin dañarlo a él ni al bebé sano.

-Es algo muy delicado -añadió el sol-. El riesgo de que algo salga mal es alto.

Alan y Luna se miraron, comprendiendo la gravedad de la situación. La decisión que tomaran en ese momento marcaría el destino de su hijo.

-Hagámoslo -dijo Alan con determinación-. No podemos permitir que nuestro hijo sufra.

-Confío en ustedes -dijo Luna con una mirada llena de esperanza-. Sé que podrán salvarlo.

Los dioses asintieron con solemnidad. Sabían que llevar aquel acto era un desafío, pero estaban dispuestos a hacer todo lo posible para salvar al bebé.

-Necesitaremos de la magia de los tres, tenemos que poner todo nuestro esfuerzo en esto para que pueda salir bien....Debemos intentarlo cuanto antes o seguirá consumiendo la vida del bebé...y muy pronto la de alan

-Que tan pronto?-Preguntó alan con angustia.

-Si es posible.....este mismo dia..

Los ojos de Alan se llenaron de lágrimas al escuchar las palabras de la diosa. La idea de perder a su hijo, incluso antes de conocerlo, era insoportable. Luna, a su lado, le apretó la mano con fuerza, transmitiendo su apoyo incondicional.

-No te preocupes, Alan -le susurró-. Todo saldra bien. Confía en nosotros.

Alan asintió, intentando contener el temblor de su cuerpo. La diosa y el sol se miraron, con la determinación grabada en sus rostros.

-Será mejor que comencemos -dijo la diosa con voz firme.

-Buscaré lo que necesitemos,mientras quedate con el,luna, intenta calmarlo,asi sera mas facil el proceso.Sugirió el sol.

Después de buscar las herramientas  para llevar a cabo quel el hechizo.

Los tres se colocaron alrededor de Alan, formando un círculo. Las dos divinidades comenzaron a entonar un antiguo encantamiento, mientras que Luna canalizaba su energía hacia Alan. La habitación se llenó de una luz tenue y vibrante, creando una atmósfera mágica y solemne.

Alan podía sentir la energía fluyendo a través de su cuerpo, mezclados con la magia de los dioses y la de Luna. Una sensación de paz y esperanza lo invadió, a pesar del miedo y la incertidumbre que aún persistían en su corazón.

Los tres celestiales concentraron todo su ser en tratar de aniquilar aquel parásito, El intento en terminar con aquello duró varias horas. La tensión en la habitación era palpable, solo rota por el sonido del encantamiento y el ritmo de la respiración de Alan. Finalmente, los celestiales se detuvieron, con el rostro pálido por el esfuerzo....