♥︎ 𝗨𝗻𝗳𝗼𝗿𝗴𝗲𝘁𝘁𝗮𝗯𝗹𝗲 𝗱𝗮𝘆 - Soojun

Único.

Uno, dos, tres pasos, y la campana sonó anunciando el receso. Fue cuestión de encaminarse a lo largo del corredor para sentir nuevamente las suelas de las zapatillas resonando tras su espalda. Exhausto, Yeonjun entornó los ojos, apresurándose para alcanzar su casillero antes de que su brazo fuera sujeto por el alfa acosador como preveía, pero de nada sirvió. En un dos por tres, estuvo acorralado contra las taquillas de metal.

Suspiró con agotamiento, zafándose del agarre y llevando todo su pelo rubio hacia atrás en un acto inconsciente y con la molestia surgiendo. Una respiración cerca de su cara, y desvió la mirada hacia un costado.

-¿A dónde vas? -Su voz fue aún más grave de lo que le hubiera gustado.

Refunfuñando, el rubio cruzó ambos brazos sobre su pecho, acomodando la espalda contra las puertas de los casilleros para levantar su mirada agobiada en dirección a Kang Taehyun.

-¿A dónde crees?

-No sé. Llevas huyendo desde que saliste de los baños -Señaló como si fuera una obviedad, y esbozó una mueca incrédula -¿Por qué?

-¿Acaso te haces? Te dije que no voy a salir contigo, Kang, no insistas.

El más alto chasqueé la lengua con desinterés, apoyando una mano al costado de su cabeza con coquetería, Yeonjun le miró inexpresivo.

-Eso dices ahora, Te haces el dificil y eso me gusta, por eso eres único, mi amor. Pero ya verás, el tiempo pasará y tú y yo...

-Cállate -Una simple palabra, y el pelinegro cerró la boca con obediencia, Yeonjun contuvo las ganas de sonreír, manteniéndose serio en todo momento. -No me digas mi amor, ni nada por el estilo. No puedes.

-Está bien, lo siento -Pronunció, alejándose de su cuerpo para hacer una reverencia en su dirección. El omega apresó su labio inferior, conteniendo las ganas de soltar una estruendosa carcajada.

Siempre era lo mismo con aquel alfa insistente. No se daba por vencido, completamente seguro de que, en un futuro, ellos terminarían juntos, con una manada de cachorros y un montón de animales como mascotas. Y Yeonjun no iba a mentir, aquel chico podría ser el candidato ideal si su cabeza no estuviera ocupada por alguien mås. Alguien que no necesitaba cortejarlo para obtener su atención inmediata. Siquiera debía hacer algo precisamente antes de que sus ojos se desviaran a su persona como si se tratara de un imán.

Y cuando lo vió salir del aula que comenzaba a quedar vacía, su pulso se disparó como un torbellino emocionado. Su profesor de economía siquiera le dirigió una mirada cuande pasó de la presencia de los dos en medio del pasillo, sujetando su maletin de cuero y haciendo resonar sus zapatos de vestir con elegancia. El pantalón de gabardina se le pegaba al cuerpo bajo el tapado negro, y Yeonjun parpadeó varias veces, tragando saliva cuando se dijo que estaba siendo demasiado notorio.

Tal vez, más que eso.

-Oye... ¿Estás bien? -Taehyun preguntó, acercándose un poco más, -Estás soltando feromonas de pronto, que por cierto... Huelen delicioso. Me encantan.

-Si, estoy bien. -Fue lo que apenas pudo murmurar, sintiéndose repentinamente enojado.

¿Por qué Soobin siempre tenía esa actitud? Era tosco y frívolo, sin reparar en lo mucho que eso dañaba sus sentimientos. Ese hombre le gustaba como jamás pudo haberle gustado alguien más, y no era justamente el hecho de que fuera su profesor el problema.

Él también era un omega. Un llamativo y despampanante omega.

Había sido inevitable. La primera vez que le vió, Yeonjun juró que se trataba de un alfa en base a su complexión formidable e imponente. Incluso su mirada decía más de lo que quería, sin embargo, cuando se acercó a él para hacer una pregunta por simple excusa, fue fácil notar su aroma. Pertenecían al mismo eslabón dentro de la jerarquía y, eso jamás llegó a importarle demasiado.