2 semanas después...
— Mira la luna.
— ¿Veo la luna? - gira confundida.
— Mju.
— ¿Qué pasa con ella?.
— Se parece a ti.
— ¿A mi?.
— Si - sonríe - igual de brillantes y hermosas.
— ¡Ay, Esteban! Haces que me sonroje.
— Me encanta cuando lo haces, te ves tan tierna.
Estaban en el balcón del cuarto de Esteban, tirados encima de un pedazo de tela color rojo mientras observaban el cielo estrellado y la gran luna que esa noche estaba presente con ellos.
En esas dos semanas Esteban y Marcia, llevaban una relación hermosa, como cualquier relación al inicio, llena de ilusiones y planes a futuro, noches románticas y momentos que siempre vivirían en sus corazones.
Marcia había entrado a trabajar en Lom-Ert, como asistente de una productora muy conocida, Estela García, ella se estaba encargando de preparar a quien sería su reemplazo cuando ella se retirara de trabajar porque si, ya estaba por renunciar debido a que quería retomar su vida con su familia y en su lugar quedaría Marcia.
[...]
— Buenos días.
— Hola, mi amor - se voltea.
— ¿Cómo está mi asistente de productora favorita?.
— Bien, ¿Y tú?.
— Feliz de poder verte todos los días - se acerca y le da un beso.
— Mmm, pensamos igual - sonríe.
— Buenos días, Esteban - ríe - deja de distraer a mi asistente, por favor.
— Ya va, ya va - levanta ambas manos - si la que distrae es ella.
— Si que eres mentiroso - le da un leve golpe en el abdomen - el que vino a invadir la oficina de Estela, fuiste tu - se cruza de brazos.
— Yo te vi - alega - Marcia dice la verdad.
— Dos contra uno - se queja - esto no vale.
— ¡Que sean tres! - ingresa en la oficina, Lucrecia - Estela querida, pidieron que las bailarinas se prueben los trajes ya - saluda con un beso en la mejilla a Marcia.
— Gerardo tiene el vestuario - se acerca a saludarla.
— Va, yo le aviso a él entonces - ríe - ¿Que hiciste ahora para que estemos en tu contra?.
— Distraerme en horarios laborales - sigue acomodando los documentos.
— Es que tú no aprendes - ríe - mejor vamos a ver lo del vestuario director, deja a Marcia trabajar.
— Ya, está bien, pero antes - la toma de la cintura y le da otro beso - nos vemos en el almuerzo.
— Va - ríe - ya ve a trabajar - lo ve irse detrás de su hermana.
— Tremendo que es - ríe Estela.
— ¿Cómo vas con el embarazo?.
— Pues - suspira - bien en lo que cabe.
— ¿Muchas náusea?.
— Todas las madrugadas y noches - se acomoda en su silla.
— ¿Ya tienes todo preparado para su nacimiento?.
— Todo perfecto - sonríe - Marcos está ansioso.
— Solo dos meses más y listo, disfruten su libertad mientras puedan.