Texto 8

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 Aprendiendo a ser solidarios con Yanay

Había una vez una niña muy bonita llamada Yanay que vivía en una chosita al costado del bosque. Siempre le gustaba apoyar mucho a su mamá. Un día la mamá de Yanay se enfermó y le dolía mucho su cuerpo, así que pensó en pedirle a su hijita que se encargara de la casa y de atender a su hermano. Estando echada en la cama, le llama:

- Yanay, Yanay... Ven por favor-Dijo la mamá.

-Hola mami - Respondió Yanay- ¿qué pasa? ¿Por qué sigues en la cama?

-Hijita, me siento muy mal y estoy con fiebre. ¿Me puedes apoyar con la casa y cuidar a tu hermanito?-Le pregunta la mamá.

-Si mamá, no te preocupes. Sabes que yo siempre te apoyaré- Responde Yanay.

-Hay Yanay, no sé cómo Diosito me dio una niña tan buena como tú - Dice la mamá.

Yanay va a la cocina para preparar un rico desayuno. Prepara avena y panes con queso muy deliciosos. Luego va al cuarto de su hermano para levantarlo.

- ¡Sayri! ¡Levántate! - Le dice Yanay saltando encima de él y quitándole la colcha.

-No fastidies Yanay - Dice Sarai empujando a Yanay - ¿Por qué eres tan odiosa?

-Y tú, ¿por qué eres tan flojo? - Le dice Yanay volviendole a quitar la colcha - Ya está el desayuno hermanito.

Los dos se levantan y se dirigen al comedor. Al llegar, Sayri se sienta en una silla y Yanay le pregunta qué quiere almorzar .

-¡Estofado!- Respondió Sarai

- No - Dice Yanay volteando y viendo a su hermano con cara de sorprendido - ¡Lentejas!

- ¡Yanay! Eres mala - Dice Sarai poniendo cara triste.

- Hay hermanito, te quiero mucho - Dice Yanay - Solo lo decía para fastidiarte, hoy vamos a comer estofado.

- ¡Siiii!- dice Sarai.

- Ahora si hay que terminar de comer para limpiar la casa-Le dice Yanay.

- Está bien hermanita- Le responde Sarai.

Yanay y Sayri se ponen a limpiar toda la casa. Ya eran las 12 de la mañana y por fin acabaron. Yanay va a la cocina a ver si falta algo para cocinar y Sayri va a su cuarto para descansar. Faltaban tomates y pollo.

- ¡Sayri! Voy a ir al mercadito a comprar, ahora vuelvo-Le dice Yanay a Sarai

Yanay coge una botella de agua, un pan por si le daba hambre por el camino y las llaves que estaban en la mesa; y sale camino al mercadito. En eso pasa una señora que se le notaba muy cansada, Yanay se le acerca:

- Hola señora, me llamo Yanay. Y, ¿usted?-Le dice Yanay amablemente.

- Hola jovencitaYanay, me llamo Sami-Le responde la señora

- ¿Necesita un poco de agua? Yo traigo un poco en mi mochila, si quiere le puedo invitar-Le dice Yanay.

- Muchas gracias. De verdad que lo necesito, he estado todo el día caminando- Le responde la señora.

- ¿Por qué? ¿Le ha pasado algo? - Dice Yanay.

- No, a mí no. Pero tengo una hijita que está muy enferma y necesita unos medicamentos. He estado demasiado estresada pero gracias a ti y al invitarme un poquito de agua, estoy más tranquila-Dice la Señora

- Espero que se recupere mucho su hijita. Verá que todo saldrá bien- Le dice Yanay

- Gracias, que niña tan dulce eres. - Le dice la señora y se despide.

Yanay sigue su camino cuando ve a un ciego pidiendo dinero en la calle. Ella se preocupa y se acerca a él.

- Hola señor, no tengo plata para darle porque traje exacto para comprar. Pero en mi mochila tengo un pan con queso muy rico. - Le dice Yanay..

- Muchas gracias niña. Desde el día de ayer que no comía nada. - Le dice y recibe el pan muy contento.

- Me gustaría apoyarlo más. - Dice Yanay.

- Sé cómo me podrías ayudar- Le dice el señor.

- ¿Cómo? - Dice Yanay.

- Siempre que veas a alguien preocupado o triste apóyalo porque hay muy pocas personas solidarias como tú. Además, me contaron, que si eres buena con tu prójimo te irá muy bien en tu vida- Le dice el señor.

- Se lo prometo señor, siempre haré lo posible para apoyar a mi prójimo-Le responde Yanay.

- Que bueno, hija. Ahora puedes seguir por tu camino- Le responde el señor.

- Hasta luego- Dice Yanay.

Yanay llega al mercadito, termina de comprar lo que le faltaba y regresa a casa. Cuando llega ve a su mamá levantada y muy contenta.

- ¡Mamá! ¡Ya estás bien! - Dice Yanay corriendo a los brazos de su mamá.

- Sí hijita - Le dice su mamá.

- Mamá, tenía razón lo que dijo el señor-Dice Yanay.

- ¿Qué señor?Le pregunta su mamá.

- Cuando fui a comprar, me encontré con una señora que le invité agua porque la vi muy preocupada; era porque su hijita estaba enferma y necesitaba medicamentos. Luego me encontré con un cieguito, le entregué mi pan con queso y me dijo que si uno es solidario con las demás personas, le va ir muy bien en su vida. Regresé del mercadito pensando si era cierto o no, pero ahora te veo sana y era lo que más quería- Le comenta Yany.

- Ay hijita, te quiero mucho- Le dice su mamá.

-Yo también mamá- Dice Yanay.

FIN

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⏰ Última actualización: Apr 06 ⏰

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