La pareja estaba llegando a la clínica donde los mellizos nacieron y llevaron mayoritariamente el control del embarazo, la cita con la doctora de confianza les hacía tener un poco de esperanza en cuanto a su reproductividad, pero al mismo tiempo, sentían un enorme miedo, sobre todo Taylor, la rubia no podía dejar de tener esos malditos pensamientos intrusivos en los que se culpa a sí misma por decir cosas tontas al aire, no quería seguir pensando que todo lo que dijo acerca de parar de tener hijos se estaba cumpliendo de un modo muy cruel, debía tener más cuidado con lo que decía.
Kelce también pensaba en todo eso, no del mismo nivel de ansioso que Taylor, pero de igual modo lo hacía, pudo notar el nerviosismo de ella, así que cuando salieron del auto, tomó su mano para que juntos entraran al hospital, el vigilante era el mismo, eso les daba mas confianza de volver ahí, además de que era seguro, la recepcionista los recibió, pidiéndoles que la siguieran para llevarlos al consultorio de la doctora Montgomery, ellos sabían perfecto donde estaba, pero el protocolo era así.
Subiendo por el elevador, Taylor se sentía más nerviosa, Travis apretó su mano ligeramente para mostrarle que estaba con ella y que debía conservar la calma, la recepcionista abrió el consultorio y les pidió que esperaran dentro, la doctora llegaría en diez minutos, ambos asintieron y agradecieron la atención, entraron y se sentaron en las dos sillas frente al escritorio de la médico, Kelce observaba todos los títulos médicos que la doctora poseía, no veía nada con respecto a problemas de fertilidad, pero él no era el experto, esperaría su veredicto, Swift tan solo trataba de no hiperventilar, la ansiedad quería hacer de las suyas y eso no era conveniente, Travis se dio cuenta y la abrazó, el gesto logró sacar a la rubia de sus pensamientos intrusivos, relajando sus músculos que se encontraban ya tensos por todo, lo abrazó también, escondiendo la cabeza en su cuello.
—No debemos adelantarnos a lo que nos dirán, tenemos que esperar— él le dijo.
—Sí... Lo sé— ella lo sabía, pero agradecía que su esposo se lo recordara.
El jugador le hizo de lado el flequillo para besar su frente, la espera podía ser de nervios, diez minutos podrían sentirse como diez años, lo mejor era tranquilizarse y sacar la fuerza necesaria para que su esposa no se asustara o pusiera más nerviosa, el estrés y su salud mental eran primordiales.
Tan pronto como pararon los diez minutos, la doctora Montgomery llegó sin retrasos, saludando de nuevo a la pareja.
—¿Cómo han estado? — dijo mirando su computadora, leyendo la extraña razón por la que fueron a visitarla, ¿No podían tener otro hijo?, eso era algo raro, si tuvieron mellizos hace un año y medio, debía haber una explicación coherente para dicha duda.
Taylor se quedó muda un momento, así que Travis contestó. —Estamos bien, pero... Debe saber que hemos tenido algunos problemas para volver a concebir y creemos que eso no es algo normal—
—Sí... Es algo curioso que lo digan, pueden comenzar narrándome lo que han estado haciendo para concebir de nuevo—
Travis empezó la descripción, se sentía un poco raro contarle a alguien ajeno a ellos acerca de su vida sexual, pero era realmente necesario para poder llegar a una solución al tedioso lío de crear otro bebé, no habían estado usando ningún tipo de anticonceptivo, además de la numerosa cantidad de veces que han tenido relaciones a lo largo de dos meses, eso se volvió una tarea complicada y ya no podían continuar con la incertidumbre.
La doctora anotaba todo y trataba de entender por encima que es lo que pasaba, pero sabía que eso no era lo único que debía tomar en cuenta para llegar a un diagnóstico, así que después de oír dicha narrativa comenzaría con algunas cosas para poder saber que pasaba.
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Eres mi juego final
FanfictionTaylor y Travis, después de un año de relación, se han convertido en padres de sus mellizos Evie y Charles, encontrándose con nuevos retos ante una paternidad bastante sorpresiva pero muy deseada, ¿Qué es lo que le depara a la famosa cantante y el j...