-Dime, Chaeyoungie,-Me miró fijamente, una pequeña sonrisa se puso en su rostro, en su rostro lleno de lágrimas.- ¿Alguna vez te importó como me sentía? ¿Alguna vez consideraste mis sentimientos? ¿Alguna vez si quiera sentiste algo por mí?
-
-
-
⚠️
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Caminaba desesperada por las calles, mojandome por completo.
Pero a este punto no me importaba, solo deseaba encontrarla, deseaba verla. No me importaba estar con la ropa mojada, no me importaba pegar un resfriado grave, no me importaba morirme de frío, no me importaba que alguien me viera y reconciera,
solo necesito encontrarla a ella.
Paré en una estación de buses, cubriendome de la lluvia y tomando mi teléfono. Con los ojos llorosos, las manos y el cuerpo temblando, volví a marcar a su teléfono.
—Contesta, contesta... —Pedía en susurros, con la esperanza de que esta vez sí me respondiera.
“El teléfono que usted marca, no se-” No dejé que esa voz telefónica terminará, corté por completo y volví a intentar, una, dos, tres, cuatro, cinco, seis veces.
—Porfavor, respondeme, te lo suplico... —Rogué con la voz entrecortada, volviendo a llamar una vez más.
Estaba preparada para volver a escuchar esa misma vocecita, pero lo que escuché fue esa suave, tranquila y angelical voz...
—Hola. —Dijo esa misma voz, pero no era como de costumbre, era apagada, casi sin emoción.
—D-Dios, gracias, gracias por responder, Mina Unnie... —Agradecí con felicidad, sonriendo.
—Si solo vas a llamar para agradecerme por haber contestado, será mejor que- —No la dejé terminar.
Hubo un pequeño silencio, donde escuchaba su pacifica respiración...
—Y bien, ¿Qué quieres? —Preguntó después de unos segundos.
—Ah, sí, q-quería...quería hablar contigo... —Dije, sintiendo como se formaba un nudo en mi garganta.
—No tenemos nada de que hablar, Chaeyoung. —Me dijo con seriedad, sin rodeos.
—Sí, Mina Unnie, sí tenemos de qué hablar. —Estaba decidida.— Porfavor, solo...necesito que me des un tiempo para que pueda explicártelo, y...saber por qué estás así...
Nuevamente hubo un silencio.
—Pues bien, dilo.
—N-No...no creo que sea correcto hablarlo por teléfono, quiero hablar contigo, cara a cara. —Juré escuchar un suspiro, sentí una punzada en mi corazón y como éste se hacía algo pequeño.— Te lo suplico, Mina Unnie... —Murmuré.
