Después de un rato te dio sueño, pusiste tu celular a cargar tu celular y te fuiste a dormir.
¿Cuál será el castigo de Valentino? Lo veremos en el otro capítulo :)
★Actualidad★
Nuevo día, más sufrimiento, estabas cocinando el desayuno para los tres vagos, aka, los Vee's.
-Puta madre estos tres tienen más de veinte años y ni lavar los platos pueden, un poco más y los tengo que ayudar a respirar-. Te quejabas mientras ponías la comida en la mesa, y después llamaste a los mencionados a comer.
Cuando llegaron a la cocina viste a Vox con algunas partes de su pantalla rota y con cara de "ojalá todos se mueran".
-Uh, ¿Buenos días?-. No sabías que decir y eso fue lo único que se te salió.
-Días, si, buenos, nunca-. Te miró mal Vox.
-Okey... La comida ya está en la mesa, yo iré a mí habitación a ponerme mí uniforme, avísenme cuando terminen de desayunar-. Te fuiste del lugar con un ojo cerrado porque aún tenías sueño.
Mientras, con los Vee's, estaban desayunando mientras hablaban cualquier cosa.
-Voxy, ¿Por qué le hiciste eso a ___? Tu sabes muy bien que a mí me gusta-. Dijo Valentino enojado viéndolo un poco muy mal.
-Espera- ¿A ti también te gusta ___?-. No dejó responder Velvette a Vox por decir eso.
-¿O sea que a nosotros tres nos gusta a ___?-. Preguntó sorprendido el de cabeza de TV.
Se quedaron en silencio viéndose el uno al otro, como si tuvieran una competencia de miradas.
-¡Olvidenlo, ___ es mía!-. Gritó Velvette.
-¿Tuya? ¡Yo casi la besaba si no fuera por ustedes y en ningún momento vi que se negara!-. Devolvió el grito Vox con una sonrisa egocéntrica.
-Lamento bajar su ego pero el alma de ___ me pertenece así que básicamente, ella es mía-. Sonrío arrogante el Tinky Winky.
Los otros dos lo vieron muy enojados y de un momento a otro se abalanzaron hacia Valentino, así, iniciando una pelea.
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-¿Qué son todos esos ruidos?-. Te preguntaste a ti misma al estar en el ascensor bajando al segundo piso.
Antes estabas en el cuarto piso limpiando un poco el estudio de Velvette, y de paso hablar un poco con sus modelos, no hablaban mucho, pero te agradaba su compañía.
Ahora, volviendo al presente, estabas a unos poco metros de la cocina cuando viste una taza salir disparada a tu lado, casi dándote en la cara.
-Okey ese fue personal-. Te acercaste más a la cocina para ver qué estaba pasando.
