Pete cuando despertó se sintió un poco desorientado, su cuello y su espalda dolían por la incómoda posición en que había dormido. Entreabrió sus ojos y se acostumbró a la oscuridad de la habitación, el sol salía y la claridad empezaba a pintar el cielo oscuro, lo primero que vió fue a Macau a su lado, acurrucado en el sofá y dormido profundamente.
Sin hacer ningún ruido, Pete recogió su teléfono y su billetera y salió de la habitación en silencio, iba a comprar el desayuno para él y Macau.
Compró en un local cerca de la clínica y regresó cuando el sol ya brillaba suavemente. La clínica ya empezaba a tener trabajadores y pacientes trabajando, Pete saludaba y le sonreía a los niños pequeños que pasaban por los pasillos en sillas de ruedas cuando llegó al piso de pediatría, y también a las personas mayores que estaban viendo una novela en un televisor.
A Pete dolió que la habitación de la señora Jaidee estuviera en el piso de cáncer avanzado, y le dolió ver que habían más niños de los que quería contar en ese piso.
Entró a la habitación y vió que Macau ya estaba despierto, el chico estaba concentrado recogiendo sus cosas, de espaldas a la puerta.
—Buenos días— saludó Pete cerrando la puerta y acercándose con una sonrisa.—Traje el desayuno, ¿comemos?
Macau detuvo todos sus movimientos pero sin mirarlo, estaba viendo la mochila que sostenía en sus manos, el mayor alzó las bolsas de plástico y las dejó en una pequeña mesita que había al lado del sofá, pero el menor continuaba sin moverse de su lugar.
—¿Qué pasó, Macau?— preguntó Pete acercándose y tocando su hombro con cuidado.—¿Todo está bien?
—Yo...— el menor carraspeó y levantó la mirada.—Yo pensé que te habías ido.
El corazón de Pete se estrujó levemente ante notar el miedo en los ojos oscuros de Macau, supuso que era porque estaba asustado de despertar y haberse quedado solo otra vez.
—Claro que no, Macau, ayer te dije que te invitaría el desayuno— dijo el mayor.—¿Cómo me voy a ir sin despedirme?
Al parecer Macau nunca había escuchado esas palabras, porque su expresión pareció romperse ante lo que dijo Pete. Macau se encogió de hombros tratando de lucir desinteresado, pero pudo ver cómo los ojos del menor se cristalizaron mientras se cruzaba de brazos.
—¿Y qué compraste para comer?
—Como no sé cuales son tus gustos, compré varias cosas— explicó Pete abriendo las bolsas.—Arroz glutinoso con carne de cerdo, sopa de pollo y palitos de carne a la parrilla. También compré jugo de naranja y café, ¿qué prefieres?
—Mierda, no sé, quiero todo. Me muero de hambre— dijo Macau haciendo que Pete suelte una risa.
—Entonces, sentémonos a comer.
El sofá se volvió el pequeño comedor personal de Macau y Pete, quienes compartieron el desayuno, Pete le dió casi todo lo que compró al menor, ya que parecía muy hambriento, y estuvieron hablando de cosas triviales, quería saber cómo le iba al menor en la secundaria.
Macau es alguien inteligente al igual que su hermano, ambos son presidentes que forman parte del comité estudiantil, participan en varias actividades extracurriculares y además eran rostros modelos de las escuelas. Aunque eso era algo que provocaba que Vegas se le hiciera irritante a Pete inicialmente, no podía negar que eso le encantaba también, los hermanos Theerapanyakul son talentosos por naturaleza.
—Dejemos de hablar de calificaciones, P', estoy tan aburrido de estudiar.
—Bien, bien, cambiemos de tema— dijo Pete alzando las cejas.—Eres joven y guapo, ¿hay alguna chica que te atraiga, o algún chico?
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(don't) let me go [VegasPete]
Mystery / Thriller"Odiamos a alguien cuando realmente queremos amarle, pero no podemos amar. Tal vez él mismo no lo permite. El odio es una forma disfrazada de amor." 🌦️ Vegas es ese tipo de persona que Pete odiaba tener cerca de él, odiaba cuando invadía su mente y...