Todo empezó en mi 3era semana de 1ro de secundaria, estaba viendo por la ventana y lo vi a él, un chico con mascarilla, pelo negro, no vi tan bien sus ojos pero a simple vista se me hacia interesante, quizás me atraía un poco. Estuve pensando en el todo el día preguntándome ¿Por qué lleva mascarilla que quiere ocultar o quizás tiene una inseguridad? Desde ese día lo veía en todas partes, hasta en la sopa, Me lo cruzaba varias veces, quería hablarle, pero mi vergüenza me ganaba. Le conté a unas amigas y una de ellas tenia una hermana justamente en el mismo salón, cuando me entere de esto lo utilice a mi favor.Supe su nombre gracias a esto, él se llamaba "Rodrigo" un muy lindo nombre que no estaba acostumbrada a escuchar, Cada vez que lo veía sentía cosas en el estomago pero me sentía patética ya que ni siquiera hablaba con él o algo, paso un tiempo y les dije a mis amigas que le iba a hablar, no lo llegaba a hacer, estuve así más o menos un año, ahora me encontraba en 2do de secundaria, pensé que ya había superado el hecho de hablarle y que nunca podría hacerlo, lo volví a ver y esta vez el no llevaba mascarilla ni nada que lo cubra, empezó a usar lentes, él a mis ojos es demasiado atractivo tanto así que de tan solo verlo unos minutos se me baja la presión. Una amiga me motivo a hablarle y estuve nuevamente diciendo que le hablaría hasta que todo cambio un viernes lo vi en la salida, en ese entonces yo tenía un amigo que también era amigo de él, le conté sobre lo que me pasaba y él le hablo y le pidió su agua, hizo como que tiempo y entonces deje mi vergüenza me le acerque y le extendí la mano en forma de saludo y le dije:— Hola. —
A lo que él me respondió.
— Hola. —
Luego de eso él se fue sin decirme más, pero para mí eso bastaba, me sentía muy feliz, muy emocionada, sentía que había ganado un premio, había estado varios días intentando hablarle y por fin pude hacerlo.Ahora me encontraba en la casa de una amiga contándole lo emocionada que estaba por haberle hablado y ya me había imaginado una vida con él.Me quede pensando mucho, pero decidí que lo mejor seria que no lo haga y deje que fluya todo y yo no debía de idealizar demasiado. Ya eras lunes, me lo encontré en la entrada decidí hablarle.
— Hola, tú eres al que salude la otra vez ¿Cómo estás? —
— Hola, bien. —
Luego nos quedamos en silencio, no supe que decirle realmente, pero tenía que esforzarme si quería entablar una amistad con él.
— Y... ¿Te gusta algo? eres algo callado por lo que veo, me gustaría hablarte más. —
Sentí mi cara arder al momento en el que le dije eso.
— No me gusta nada en especial, suelo estar con mis amigos y si, no hablo mucho, pero si te parece hablemos seguido. —
— Claro, tienes alguna red social o prefieres que hablemos así en el colegio. —
— Uso WhatsApp. —
— Si, yo también te paso mi número. —
Una vez intercambiamos números ya habíamos llegado al colegio me despedí de él y me dirigí a mi salón muy feliz con una gran sonrisa lista para el día espectacular que me esperaba.Mientras estaba en clase me puse a pensar que le había tomado tanta preocupación al hecho de hablarle por que no confiaba en mi misma, pero nada es imposible ¿Cierto? No supe si hablarle en los recreos por lo cual solo espere a que el colegio acabe para llegar a mi casa y escribirle, me sentía muy feliz.
...
Una vez llegue a mi casa me fui rápidamente a mi habitación a agregar a Rodrigo en mi celular, una vez lo agregué le mande mensaje.