━━𝗔𝗯𝗼𝗴𝗮𝗱𝗼 𝗣𝗮𝗿𝗸 ♡ 𝗝𝗮𝗸𝗲𝗛𝗼𝗼𝗻 ݈݇-

❛ number one ❜

"Helén, tus hijos son una deshonra."

"¿No es ella la que tiene un hijo fallecido, otro encarcelado y uno más en terapia?"

"Si estuviera en tu lugar, sentiría vergüenza de afirmar que son mis hijos."

"James tuvo sólidas razones para abandonar ese hogar."

Así era la realidad diaria de Helén, quien debía soportar comentarios hirientes y miradas de desaprobación por parte de sus vecinos. Es cierto, sus hijos no eran perfectos, y ella lo sabia.Jay, su primogénito, fue víctima de la violencia relacionada con el tráfico de drogas; Jaeyun se encuentra tras las rejas por robo y consumo; mientras que Sunoo lucha contra problemas emocionales tan intensos que en más de una ocasión ha intentado quitarse la vida. Helén ha debido enfrentar innumerables dificultades. Ha trabajado turnos extras en la casa de sus empleadores para poder mantener su hogar y pagar las sesiones de terapia de Sunoo.

Ha luchado para asegurarse de que sus hijos tengan al menos un poco de alimento sobre la mesa, especialmente ante la falta de una figura paterna. Cada mañana, se levanta temprano para prepararles el desayuno, buscando incluso un poco de pan para satisfacer sus necesidades. Sunoo a menudo se niega a comer o prefiere dejar la comida para el día siguiente, incluso llegando a vomitarla debido a sus problemas emocionales. Por otro lado, Jaeyun, consumido por las drogas, sufre el vacío en el estómago que estas le dejan.

Helén lloraba en silencio todas las noches por la pérdida de su hijo Jay, cuya muerte representó un colapso total en su vida. Aunque consciente de que Jay no era un santo, se sintió devastada al enterarse de la causa de su fallecimiento. Recuerda vívidamente aquel día; era de noche y regresaba a casa tras un largo turno de trabajo, exhausta y con sueño.

Al llegar a su barrio, se encontró con una multitud congregada frente a su casa, mientras las sirenas de la policía y las ambulancias resonaban en la calle, iluminando la oscuridad. El miedo se apoderó de ella al darse cuenta de que toda la conmoción ocurría justo afuera de su hogar. Con paso lento, atravesó el cordón policial y vio la escena más dolorosa: su hijo yacía sin vida en un charco de sangre, con múltiples disparos en su cuerpo.

Su corazón se desgarró y sus lágrimas no cesaron, incapaz de creer lo que veían sus ojos. Esa noche, Sunoo cayó aún más en la depresión, mientras que Jaeyun se refugió en sus vicios. A pesar de todo, Helén se mantuvo firme junto a sus hijos. Aunque enfrentaba dolores de cabeza constantes, críticas y miradas de desprecio, nunca cruzó por su mente la idea de abandonarlos. Jamás lo haría.

Otra noticia que dejó a Helén aún más destrozada fue el encarcelamiento de su segundo hijo, Jaeyun, acusado de robo a un banco y consumo de sustancias ilícitas. La pobre mujer no pudo sentir más que tristeza; sus hijos, sus adorables hijos, estaban siendo víctimas de un mundo que no merecían. Con el dolor en el alma, aceptó su destino. Con el poco dinero que tenía, comenzó a buscar un abogado, pero lamentablemente todos se negaban a tomar el caso de su hijo.

Todos decían lo mismo: "No puedo hacer eso, no es mi especialidad". Todo cambió cuando él apareció. Estaba en uno de los bufetes de abogados más importantes de la ciudad. Sabía que le costaría un ojo de la cara, pero no importaba. En la pequeña sala del lugar, aparecieron tres personas: un hombre mayor vestido con un traje gris, una joven de cabello largo y rubio, y por último, un chico mucho más joven de cabello plateado con un esmoquin de color café claro.

─Señora Shim, permítame presentarle al encargado de su caso ─habló el hombre mayor con una sonrisa.

─Un gusto, soy Park Sunghoon y seré el abogado de Jaeyun ─respondió el joven de cabello plateado con una sonrisa.