"Los perfectos momentos vienen después de haberte casi muerto de tristeza"
— Jarhat PachecoPuteado por la alarma, Jack despertó de mala manera. La primera imagen de su cabeza siendo el rubio y su cara de enfado debido a no haber cumplido su capricho.
Mientras se acicalaba para ir a su rutinario trabajo, pensó en la propuesta de García, ahora pensándolo a solas le parecía buena idea, pero quizás asumía algún riesgo, y no solo a nivel civil, sino personal: pasar ese tiempo a solas, haciendo algo que no era el deber de entrenarle, salirse del programa que él tenía en mente era traicionar a sus principios por una simple escapada caprichosa.
Le dio vueltas toda la mañana, finalmente decidiendo llamar a Castro y que ella ponga fin a su dilema.
—Dígame.— Contestó de inmediato la doctora, como si esta no trabajara.
—Buenos días Castro. — comenzó a hablar el pelinegro. — ¿Podría... llevarme al Gustabín fuera del centro? Tema de entrenamientos.— Pidió, con una gran excusa para que no pareciera sospechoso. Igualmente, ¿sospechar de qué? si solo sería un paseo de nada.
La de la línea contraria suspiró, dejando unos segundos de duda. —Em...— soltó para terminar con el silencio. — No puede verlo nadie, ¿eres consciente de eso? — preguntó la pelirroja.
—Lo sé, lo sé. Le pondré una máscara o algo, igualmente no iremos a sitios abarrotados de gente.— despreocupó Jack.
—Entonces llévate a tu "Gustabín", sin problema. Ten cuidado.— cedió finalmente Castro con una mini risa burlona debido al "Gustabín" anterior de Conway.
Notando como ella se burlaba, el mayor se frotó la cara en vergüenza, menos mal que no había nadie para ver sus gesticulaciones nerviosas.—Venga. — Se despidió secamente, listo para pulsar el botón de colgar.
—¡De nada, eh! — gritó de manera cómica la mujer antes de haber sido colgada, dejando a Jack con un silencio pero con un nuevo objetivo: comprarle una máscara al Gustabo para cumplir sus caprichos.
¿Dónde irían? ¿Qué harían? ¿De que hablarían? ¿Cómo debería comportarse?
Miles de preguntas aparecían en la cabeza del superintendente, haciendo que este no atendiera a ninguna alerta ni avisos de radio por parte de los subordinados. Se sentía como una adolescente, ilusionada por nada y sobrepensando. Sintiéndose lamentablemente avergonzado por ello, intentando comportarse y parecer de nuevo el temible Conway.
Ya llegaba su hora de partida, cogió su coche personal y se dirigió a una tienda de máscaras, comprando una básica de color negro, donde solo se vieran los ojos del rubio. De repente vio una careta de gato, horrenda, pero aún así la compró, sabiendo que le daría esa como broma y así reírse un poco de él.
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30 Entrenamientos. [INTENABO AU]
FanfictionDonde Gustabo Garcia es internado durante 4 años. Para su sorpresa, antes de que le dieran el alta, recibiría entrenamientos especiales del mismísimo Jack Conway. Lo que ninguno de los dos sabía, era que iban a acabar, de una manera u otra, a los p...