Capitulo 1: "Ultima Semana"

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Este era el comienzo de un verano algo extraño, no lo pasaría como de costumbre. Era diferente, un nuevo capítulo en mi vida se escribiría, se titulaba "La Universidad", podría buscar respuestas, pero no las encontraba. Dudaba todas mis decisiones.
Me encontraba ahora en mi habitación, la vista perdida en la pantalla del móvil, mientras hablaba con Sam por wathsapp.
Para aclarar, Sam o Samantha Woodgate era mi mejor amiga, mi cómplice desde la infancia.

Ahora me doy cuenta de todo, tengo 16 años, estoy por irme a la Universidad y tomare un camino
alterno a Sam.

Me levante de mi cama con ese pensamiento rondando mi mente. Es decir 10 años de amistad se irían en un abrir y cerrar de ojos. Solo tome mi móvil rápidamente, busque a Samantha entre los contactos y marque su numero.

-¿Sam?-le hable cuando atendió la llamada.

-No soy Elmo...- respondió ella siendo sarcástica- ¿Eres imbécil Deck?- muchas veces quiero matarla.

-No llamo para que me insultes- dije frunciendo el entrecejo.-¿Puedes venir hoy?- pregunte.

-Tengo flojera, ven tu- respondió ella.

-Deja de ser Morsa Sam- dije riéndome por dentro.

-¡Púdrete!- musito algo molesta.

-En 20 minutos estoy allá.- termine y corte la llamada.

Me apresure a salir de mi casa, busque las llaves de mi auto y luego entre en el. Era eso de las 5:30 p.m., estaba empezando a oscurecer.
La carretera estaba casi desolada, lo cual era extraño.
Una pregunta rondaba mi mente "¿Sam me recordara luego de que me vaya?", ella puede reemplazarme con facilidad. Es amable y cariñosa.

Mis dudas se estamparon en mi cabeza nuevamente. Todo era confuso. Parecía una fuerte batalla entre lo correcto y lo que yo deseaba realmente.

Y si era así... ¿Que demonios quería yo? ¿Que me importaba mas?.

Mi mente se encontraba tan distraída, tan distanciada de mi propio cuerpo, que de un momento a otro ya me encontraba frente a la casa de mi mejor amiga. Baje de mi auto y me dispuse a entrar.

No podía con tanta presión, las cosas se estaban tornando mas fastidiosas y sosas de lo usual. Y allí estaba ella en el umbral de la entrada a su casa, como casi siempre, traía unos jeans ajustados y desgastados, la camiseta estampada, sus Vans negras y su cabello castaño suelto al aire. Samantha me observaba con media sonrisa en sus labios. Tal vez me habría jugado una broma o yo parecía un completo idiota en este momento.

-Si te dijera que pareces un cuerpo sin vida...¿Me crees?- musito ella haciéndose a un lado para que yo pasara. Solo me limite a fulminarla con la mirada y pasar con toda confianza a su hogar.

Ella subió las escaleras hacia su habitación, mientras yo la seguí a paso rápido. Aun recuerdo la primera vez que vine a este lugar. Fue en 2º de la primaria, era increíble que todo se mantenía meramente igual.

Al entrar al dormitorio de Sam, vi todo lo que extrañare cuando me vaya. Sus posters que iban desde Aerosmith hasta Eminem, la colcha que cubría la cama individual, era de un color azul marino con detalles blancos. El espejo del tocador, su chaqueta de cuero, la T.V., simplemente todo. Ella se abalanzo sobre el sillón puff que se encontraba junto la cama.

Por mi parte, me senté sobre la cómoda cama de Sam, aquí me sentía diferente, mis dudas no tomaban posesión de mi cabeza.

-¡Hey Sanders!- dijo ella llamando mi atención- Debo contarte algo- dijo ella pasando una mano por su castaño cabello, solo lo hacia cuando estaba nerviosa.

-¡¿ESTAS EMBARAZADA?!-grite casi abalanzándome sobre ella-¡¿QUIEN FUE EL BASTARDO?! ¡LE VOY A PARTIR LA CARA!- termine, dejando toda mi furia a flote.

-¡No imbécil!- grito ella ahora, para que yo me calmara- Es otra cosa...- dijo ella dudando.


Hidden HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora