PREFACIO

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Todo era un aburrimiento, o al menos para un niño de 6 años, lo era y es que ver a ese montón de niños correteando, saltando y jugando a siempre lo mismo ya no le parecía divertido; por eso, simplemente Jeon Jungwon permanecía sentado en una mesita algo alejada del resto mientras coloreaba su libro de Iron Man.

El pequeño niño se había aburrido de las mismas canciones, juegos y frases que las maestras decían; y es por eso que prefería quedarse dibujando mientras que movía sus pequeños piecitos de atrás hacia adelante aprovechando la distancia que había entre el suelo y estos. Además, Jungwon era conocido por estar un nivel avanzado encima de sus compañeros de clase y no es para menos, su padre era uno de los más grandes empresarios de toda Corea del Sur y su papi doncel era uno de los modelos más cotizados e influyentes del país, y a pesar de sus apretadas agendas, ambos le dedicaban tiempo, le enseñaban a él y a su hermano menor, cosas un poco más avanzadas para su edad, jugaban con ellos, los llenaban de amor y ese tipo de cosas.

Al terminar su dibujo, Jungwon guardó todos sus colores, cerró su libro, bajó de un salto de la silla y se dirigió hacia su salón mientras que en su cabezita iba planificando el maratón de películas de los Avengers que vería ese fin de semana con su papá y hermano, es por esto que no se percató de cierto niño, que iba distraido igual que Jungwon, se dirigía hacia él corriendo y no fue hasta que ambos cuerpos impactaron que fue consciente de lo que sucedía.

—¡Ay! —se quejó Jungwon luego de haber caído a unos pocos metros más allá.

—¿Podrías fijarte a la próxima por dónde vas? —se levantó el otro niño mientras se sacudía su uniforme a lo que el pequeño Jeon empezó a lagrimear.

—¡Maestra, Park Jongseong hizo llorar a Jungwon! —gritó Kim Seonwoo, alarmando inmediatamente a la maestra.

La mujer conocía a la perfección el comportamiento de cada niño y más aún a las familias a las que pertenecían. Los Park Min eran uno de los matrimonios más destacados en la actualidad, Park Yoongi, antes Min, era un reconocido productor de música y Park Jimin uno de los mejores bailarines de danza contemporáneade todo Corea del Sur. La maestra se dirigió hacia en dónde le indicó el pequeño de los Kim a ver qué era lo que había pasado y en efecto, encontró a Jungwon llorando con un puchero en sus labios mientras intentaba limpiar sus rodillas, que en el impacto se las había arañado.

"Ay Dios".

—¡Park Min Jongseong! —lo llamó mientras colocaba sus brazos en jarra— ¿Qué te hemos dicho sobre no correr en la escuela?

—Pero maestra es la hora de jugar —la observó impaciente—. Estamos jugando ¿sabe? De eso se trata la hora de jugar.

—Por supuesto Jongseong pero tienes que tener cuidado, y aún así sabes que no se puede correr aquí, así nadie sale lastimado —se acercó al pequeño Jeon—. Ahora debes disculparte con Jungwon.

El niño se alarmó.

—¡¿Qué?! ¿Por qué maestra? ¡Él fue el que se atravesó!

—¡Eso no es cierto! —lloriqueo—, yo iba para el salón a guardar mis cosas cuándo tú me empujaste tonto. ¡Ahora me duelen mis rodillas y mis cosas se ensuciaron por culpa tuya!

—No llores WoWo —le pidió Seonwoo mientras secaba sus lágrimas con sus pequeñas manitos— Le diremos a mi papi Seokjin que te compre otro ¿sí? Yo te lo regalaré.

Jongseong observaba aquella escena con desconcierto.

—De acuerdo. Lo siento, pero no sigas llorando ¿bien? Mañana yo te traeré otro de esos tontos libro.

Las mejillas de Jungwon se encendieron.

—¡Tú eres el tonto! —se acercó a Park— Mi papá Kook me lo regaló, así que no es un tonto libro.

—Más tonto que tú no creo —cruzándose de brazos bufó.

—Es suficiente. No se digan ese tipo de cosas, los niños buenos no hablan así —la maestra intervino—. Vamos Jungwon, tenemos que limpiar y curarte las rodillas.

El aludido asintió.

—De acuerdo maestra —hizo una pequeña reverencia y sonrió haciendo notar sus hoyuelos.

Aquella acción no pasó desapercibida para Jongseong.

"Sonríe muy bonito". No pudo evitar pensar mientras que la auxiliar de la maestra lo tomaba de la mano.

—Señorito Park, usted vendrá conmigo a dirección. Es la quinta vez esta semana —negó suspirando— El señor Park nos indicó que si otro inconveniente ocurría llamaramos directamente a tu papi, Jongseong.

—¡¿Qué?! —se alarmó— Papi Jimin no, ay Dios.

—¡¿Qué?! —se alarmó— Papi Jimin no, ay Dios

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2 semanas después.

—Wonie, te quería preguntar algo —le tendió una leche de plátano.

—Dime Jayjay ¿qué ocurre?

—¿Tú crees en las amistades para toda la vida? —inquirió mientras ambos bebían sus respectivas bebidas.

El pequeño asintió.

—Claro que sí. Mis papis dicen que las grandes amistades son para siempre, no importa lo que ocurra, siempre estarán allí ¿por qué?

—Por nada. Es que siempre quiero estar contigo Wonie —susurró.

Una enorme sonrisa adornada de unos hoyuelos se hizo presente en el rostro del menor.

—Eres muy lindo Jay —le dió un abrazo con efusividad— Siempre estaremos juntos ¿de acuerdo? Es una pinky promise.

—De acuerdo —sus mejillas se encendieron mientras ambos entrelazaban sus meñiques.

—De acuerdo —sus mejillas se encendieron mientras ambos entrelazaban sus meñiques

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ACLARATORIA:

1. Esta historia es COMPLETAMENTE de MI autoría.
1.5. Esta es una historia JAYWON.
2. Inspirado en FRI(END)S del amor de mi vida V .
3. Habrá comedia, drama, celos, un poquito de toxicidad,  Mpregnant (donceles) y contenido +18 (no tan explícito).
4. Se mencionan otros shipps.

FRI(END)S [EMISIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora