Los siguientes días transcurren a un paso veloz, como un borrón. Los soldados se encontraban caminando en puntas de pie y veían como poco a poco más y más unidades estaban siendo enviadas a batallar. Solo podían esperar, resignados, el momento que fuera su turno.
Finalmente, el momento llegó. Un miércoles a la madrugada, toda la unidad dos se estaba preparando para entrenar, cuando el sargento a cargo se puso de pie frente a las filas, y con un semblante oscuro, se vio obligado a enunciar las malas noticias.
— Buen día soldados. Como varios de ustedes ya sospecharán, su unidad será una de las siguientes enviadas a combatir en la frontera norte. — Exclamó Tae, mirando una a una todos los rostros en los batallones. — Mañana serán enviados hacia allí en su horario de entrenamiento, no quiero tratamientos especiales ni quejas, todos irán a hacer su deber sin titubear ¡Porque así lo hacemos en Nurai! ¡Somos leales y valientes!
Los soldados vociferaron, o al menos la mayoría. Black se mantuvo en silencio, ella sabía que era la razón por la que la guerra había iniciado en primer momento, la muerte de todas las personas que fallecieran iba a ser su culpa. Rose no pudo mantener la compostura por más tiempo, y sus lágrimas cayeron por su rostro. Todos sus miedos se cumplieron el momento que el sargento hizo la declaración. Krista, por su parte, se unió momentariamente, solo para guardar silencio cuando el nudo de su garganta se volvió demasiado doloroso. Ella esperó a que se terminaran las formalidades y rápidamente se retiró a su habitación.
El resto de las personas prosiguieron con su entrenamiento, a pesar de las malas noticias hicieron su mejor esfuerzo. Luego de las horas programadas, se retiraron a almorzar.
— ¿Que te pareció el entrenamiento de hoy, Rose? — Pregunta la hija del capitán, mirando sobre el hombro a su compañera — Se me hizo algo corto, no estoy cansada en lo absoluto.
— Hoy no Black, por favor. — Murmura la joven, apretando su bandeja con fuerza.
Ambas se quedaron en silencio por un momento.
— ¿Estás bien? — Pregunta la pelinegra, deteniéndose un segundo, solo para que otra persona de fila le gritara que continuara caminando. Pudieron continuar su charla cuando finalmente se sentaron en una mesa después de retirar su comida.
— Es complicado. No me siento mal, pero estoy preocupada por mi familia. — Explica la chica de ojos marrones jugueteando con el tenedor, mientras su compañera daba bocado tras bocado — Me enlisté en el ejercito porque es la costumbre que las mujeres de mi familia lo hagan, pero no soy excepcionalmente buena y no es algo que me apasione.
— Entiendo, pero esas cosas no implican que no seas una buena soldado. — Dice la pelinegra, deteniéndose un segundo para mirar con confusión a la joven.
— Ese no es el problema — Aclara rápidamente ella, negando con la cabeza — No sé si quiero estar aquí. No quiero pelear en una guerra real, no quiero dejar solo a mi hermano y a papá.
— Noel te extrañaría mucho. Sobre todo, teniendo en cuenta que tus padres se divorciaron hace tan poco.
Rose asiente, algo preocupada.
— Igualmente me parece un deshonor irme ahora del ejército. —Dice ella, finalmente empezando a comer su plato — Mi familia se enfurecería.
— No estás equivocada, pero me parece que deberías hacer lo que quieras y sea mejor para tí. — Exclama Black, frunciendo el ceño — El resto de las personas pueden irse al carajo.
La otra joven se ríe en voz baja y ambas continúan comiendo en silencio, hasta que la inicialmente angustiada le hace una pregunta a la otra.
— ¿Qué hay de ti? ¿Que sientes respecto a la batalla?
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Black Kurenai: La guerra
Science FictionUna joven con una relación complicada con su padre deberá pelear en una guerra , mientras lucha contra sus propios demonios y un experimento biológico que la convirtió en un hibrido.