Capítulo 14: Sacrificios

463 42 5
                                    

Belcebú

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Belcebú

Vi como mi ángel se desasía entre mis manos, no sabía qué hacer, el pánico se apodero de mí.

Tomé su pulso como pude sin saber si lo estaba haciendo bien; Sentí que su vena palpitaba y seguía respirando, pero débilmente.

Tome mi teléfono y busque en demongoogle porque se había desmayado y me sentí como un tonto por no haberla dejado desayunar, recordé que ella es mortal.

Tome su cabeza y la alce para poder darle un poco de agua, Gala trago muy apenas y deje de darle para evitar que se ahogara.

«No tienes otra opción Belcebú» me aviso mi conciencia.

Dejé a mi ángel con cuidado sobre el piso y puse mi mano cuidadosamente sobre su pecho para poder pasarle mi energía.

Con el pasar de los minutos me comenzó a dar sueño, pues estaba dando mi energía para que ella se recuperara.

Bel...cebú —abrí los ojos de inmediato para ver cómo estaba Gala.

Gala, mi ángel, estaba bien, le di gracias a mi padre por tenerla con vida.

Tome delicadamente la cabeza de Gala para alzarla, le acaricie el rostro con dulzura.

—Gracias a Satán que estas viva —le sonreí.

—No digas su nombre —me regaño. Gala ni estando al borde de la "muerte" iba a dejar de ser tan regañado y testaruda.

—¿Qué me paso? —cuestiono mirándome juzgonamente.

—Te desmayaste —ya casi no tenía fuerzas para hablar.

—Ay Belcebú —trato de levantarse— te dije que tenía que desayunar.

La voz de Gala se escuchaba lejana, maldije por haber perdido mi corona, yo no estaría tan débil ni me sintiera tan cansado todos los jodidos días. Pero tenía que mantenerme firme por Gala y por mi corona.

—Necesito tu ayuda —susurre llegando al borde.

Gala se levantó rápidamente, alerta a mi estado.

—¿Te vas a desmayar? —se puso una mano por la frente— ay no, hoy es el día de los desmayos.

—Necesito que hagas el ritual —pedí.

—¿Qué ritual? —interrogo confundida.

—El mismo que hiciste cuando me invocaste —explique— solo que con otra oración.

—No, no voy a...

Caí en el piso y algunos recuerdos pasaron por mi mente, algunos borrosos y otros que se podían distinguir mejor. Había una mujer, un demonio, un trato, el demonio le paso energía...todo se volvió muy borroso después de eso.

Un ángel en apurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora