Inui seishu y kokonoi Hajime son los herederos de dos grandes clanes que se encuentran entrelazados, no sólo por el deseo de unir su fuerzas y constatar un negocio que salvará al clan Inui y brindará fortaleza al clan Kokonoi, si no también por los...
Seishu siempre fue distante, no quería entablar relaciones con nadie, solo tuvo un pequeño y corto enamoramiento tonto a los 12 años, cuando vio al hermano mayor de los Sano en una reunión de su padre, pero fue todo. Así que era normal que hubiera comenzado a aparecer un enamoramiento, aún más tonto que el de su niñes, por el primer hombre que le muestra interés y él se lo corresponde de alguna manera. Claramente Kokonoi no era el primer hombre que lo intentaba conquistar, antes de él hubo varios, aunque la mayoría era de cuando se ponía la ropa de Akane, había otros a los que sí les gustaba y no les importaba que fuera un hombre.
El punto es que en realidad tuvo un momento de estupidez, y su pequeño enamoramiento por Kokonoi desaparecerá rápidamente, como el del mayor de los Sanos. Aunque más que su preocupación por su incipiente enamoramiento le preocupaba la pequeña presión del pecho que volvía cada vez que recordaba a Hajime, no era la sensación de pérdida y nostalgia que tuvo antes cuando estaba junto a él, ahora es una presión dolorosa que le corta la respiración.
Todo eso es un problema, aunque el problema principal ahora era el mensaje que había llegado de kokonoi, el cual lo hizo enojar, pero a la vez la presión dolorosa está allí, una mezcla horrible que lo hacía sentir la bilis en su boca y las lágrimas de ira o frustración, o de lo que sea que son, en sus ojos. kokonoi le había escrito como si no hubiera pasado nada, como si Seishu no hubiera firmado el contrato más desigual de toda su vida.
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Era una frase tan simple y molesta a la vez, ese estúpido tipo, con esos ojos oscuros y esa estúpida voz que era igualmente sexi e idiota, tenía la capacidad de hacerlo querer arrancar su cabeza y a la vez cumplir uno de sus sueños húmedos, que negara toda la vida que tuvo. Seishu suspira y al final responde de la manera más simple, no necesitan más que eso.
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Seishu se sienta con rapidez mirando la foto de las entradas. Ese estúpido y hermoso idiota estaba invitándolo a ver a su banda favorita solo días después de enviarle un contrato donde parecía más una mascota que un esposo. Aunque tal vez solo era su forma de demostrar que no será tan malo como en el contrato... Ese pequeño pensamiento lo enfurece aún más, cómo puede tomar un acto, así como si fuera sincero, no es más que Kokonoi consintiendo a su mascota, debe ser divertido para él hacer eso, comportarse bien y luego como un estúpido. Con un enojo renovado responde sin pensar.
