Capítulo 1: El viaje

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La tensión en el aire era palpable, un murmullo constante de preocupación y miedo había invadido la comunidad en los últimos meses debido a la cadena de asesinatos que parecía no tener fin. Pero, a pesar de la inquietante proximidad del peligro, mi determinación de seguir adelante con el viaje no flaqueó. Era como si, de alguna manera, esa escapada a Francia representara un acto de rebeldía contra el caos que nos rodeaba, un pequeño oasis de normalidad y felicidad en medio de una tormenta de desesperanza.

Al revisar mi lista, confirmé que todo estaba en orden: pasaportes, boletos, una guía de conversación en francés, y, por supuesto, nuestros sueños y expectativas a cuestas. No obstante, una inesperada llamada interrumpió mi flujo de pensamientos. Era Jim, uno de mis amigos, quien, con la voz entrecortada por la ansiedad, me informó que su vuelo desde Phoenix había sido retrasado debido a una tormenta inminente. Esto complicaba nuestras coordinaciones, pues teníamos planeado encontrarnos en el aeropuerto de Dallas para tomar juntas el vuelo a París.

Mientras trataba de calmar a Jim y asegurarle que encontraríamos una solución, una noticia de última hora apareció en el noticiero: el asesino serial M.S había sido avistado en un área cercana al aeropuerto de Dallas. La policía estaba en máxima alerta, y se recomendaba a todos en el área mantenerse vigilantes y reportar cualquier actividad sospechosa. Un escalofrío recorrió mi espalda al escuchar esto. La realidad del peligro que representaba M.S se hizo más tangible, y por un momento, dudé de nuestra decisión de viajar.

-En otras noticias se han encontrado nuevas víctimas de un brutal asesinato a las afueras de Mansfield en Texas, se cree que puede ser obra del asesino serial M.S ya que según el reporte policial se visualizaron estas iniciales en partes de los cuerpos que suele usar este asesino para dejar su firma. El último avistamiento de este asesino había sido hace 1 semana en Las Vegas.

-Pero recordemos que esta mañana se encontraron 2 cuerpos más en Randlett, eso le da una pista a la policía de la dirección a la que se dirige el asesino.

-Se ha podido deducir que se dirige al oeste debido a los lugares en los cuales se han encontrado los cuerpos, hasta el momento solamente en USA se han reportado más de 250 casos, si contamos los casos relacionados en el extranjero la cifra aumentaría expo......

Apague la televisión ya cansada de todas estas noticias, nada impediría que mis amigas y yo llegáramos al aeropuerto de Dallas, para poder viajar a Francia, ese había sido nuestro sueño desde hace mucho tiempo, por el cual ahorramos durante 2 años para lograr realizar este viaje, camine en hacía la sala donde había dejado mi lista con lo que tenía que revisar antes de irme y la repase una vez más antes de dirigirme a la salida de la casa.

Sin embargo, la determinación y la ilusión por realizar el viaje que habíamos planeado durante tanto tiempo prevalecieron. Decidí que, en lugar de sucumbir al miedo, tomaríamos precauciones adicionales. Propuse a Ana y a las demás que nos encontráramos en un punto de reunión dentro del aeropuerto, en una zona concurrida y cerca de la seguridad. Además, acordamos mantenernos en contacto constante a través de mensajes y compartir nuestra ubicación en tiempo real hasta que estuviéramos todas juntas.

Mientras me dirigía hacia el aeropuerto, no pude evitar sentir una mezcla de emociones. La emoción del viaje se entrelazaba con un sutil hilo de inquietud por la situación que se desenvolvía a nuestro alrededor. Sin embargo, estaba determinada a no dejar que el miedo dictara nuestras vidas. Este viaje a Francia simbolizaba más que una simple escapada; era una afirmación de nuestra voluntad de perseguir la belleza y la alegría incluso en los tiempos más oscuros.

Al llegar al aeropuerto, la tensión era evidente. Las miradas de los viajeros se cruzaban entre sí, cargadas de sospecha y precaución. Pero también había un sentido de comunidad, una comprensión no dicha de que todos estábamos en esto juntos, enfrentándonos a nuestras propias luchas, pero compartiendo el mismo espacio, el mismo momento. En ese instante, a pesar de la incertidumbre y el peligro, me sentí profundamente conectada con aquellos a mi alrededor, unidos en nuestro deseo común de seguir adelante, sin importar lo que nos deparara el destino.

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