Odette voló a baja altura, navegando entre los árboles y arbustos mientras evadía la captura. Él estaba muy cerca de ella, corriendo tras ella con entusiasmo mientras intentaba atraparla. Por supuesto, podría haberse movido mucho más rápido, pero una vez que comenzó a sentir la sensación familiar que la invadió cuando el sol comenzó a ponerse, aumentó su velocidad, queriendo alejarse más antes de finalmente girar.
Pero no pudo volar demasiado lejos ya que su vista estaba envuelta en blanco, el bosque a su alrededor se desvaneció momentáneamente de la vista cuando sintió que sus pies golpeaban el suelo firmemente una vez que cayó del cielo. Sabiendo lo que se avecinaba detrás de ella, Odette no dudó en darse la vuelta y extender los brazos mientras se arrodillaba en el suelo, justo a tiempo para atrapar la figura.
–¡Te atrapé!– La voz extasiada de Roland llegó tan pronto como se encontró en sus brazos, Odette volvió a ponerse de pie mientras soltaba una pequeña risa ante su felicidad.
–Sí, lo hiciste, eres más rápido que un cisne–. Odette felicitó al niño y las palabras hicieron que su sonrisa se ensanchara aún más, si fuera posible. Cuando terminó sus palabras, sus ojos vieron que el resto del grupo finalmente los alcanzaba, todos sonriendo y sacudiendo la cabeza ante el infantil juego de las traes.
–¡Papá! ¡Papá! ¡Soy más rápido que un cisne!– Roland exclamó cuando todos los Hombres Alegres se detuvieron una vez que llegaron a ellos dos. Robin le sonrió a su hijo, emocionado, como siempre, de verlo tan feliz.
–¿Estás seguro?, tal vez solo tuviste suerte– Robin se burló de él mientras lo tomaba de los brazos de Odette y le dedicó una sonrisa de agradecimiento. Ni una sola vez durante su tiempo con ellos rechazó ninguna de las solicitudes de Roland para jugar con él, sin importar la forma en la que estaba.
–¡Lo soy! ¡Etty acaba de decir que lo soy!– se defendió Roland con orgullo usando el apodo que le había puesto a Odette después de que todo el grupo descubrió la verdad sobre su identidad y haciendo reír a cada uno de los hombres mientras hablaba con la misma convicción que muchas veces escuchaban de su padre.
–Bueno, entonces debe ser verdad– dijo Robin mientras besaba la parte superior de la cabeza de Roland con una gran sonrisa antes de girarse hacia Odette con una mirada inquisitiva. –¿Estás lista para partir?
–¿Estás seguro de este pueblo? Alguien podría reconocerme–. Odette preguntó mientras miraba entre los hombres. Después de la emboscada que habían soportado en su último lugar, los Hombres Alegres habían decidido que lo mejor era que su próximo lugar fuera uno donde supieran que estarían a salvo. Y aunque el pueblo al que se dirigían era uno al que su grupo había ayudado en el pasado, y los hombres creían que no los entregarían a los guardias del rey George, Odette todavía estaba preocupada. Después de todo, la aldea estaba en lo que una vez fue su reino.
–Tú misma lo has dicho, pronto todos sabrán que todavía estás viva, y conozco a la gente de allí, ninguno es leal a George. Nadie nos entregará–. Robin la tranquilizó pacientemente y ella se tomó un par de segundos más para pensarlo.
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Swan Song - Killian Jones - TRADUCCIÓN
FanfictionUn cisne es visto como muchas cosas: hermoso, puro, elegante... Pero a los ojos de Odette, un cisne es algo muy diferente. Un cisne es una maldición, una que ella misma debe sufrir cada día. Y aunque las historias dicen que todas las maldiciones se...